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Pan y vino


Enviado por   •  9 de Mayo de 2013  •  Ensayo  •  513 Palabras (3 Páginas)  •  1.005 Visitas

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Pan y vino constituyen la ofrenda para el sacrificio y son alimentos para el banquete de la Iglesia: la eucaristía.

Hambre y sed son necesidades primordiales del hombre. Sin alimento el hombre está condenado a morir: la alimentación es el precio de la vida. (¡Con cuanto horror gran parte de la humanidad vive esta realidad!).

El hambre y la sed son necesidades tan básicas que sirven para simbolizar muchos anhelos del hombre; se habla de "hambre de poder" "sed de riquezas"; "sed de conocimientos"...Jesús declaró felices a los que "tienen hambre y sed de justicia" y el salmo 63 (62) expresa "mi alma tiene sed de ti, Señor".

No es casualidad que Jesús se haya quedado entre nosotros (se haya ofrecido a nosotros) bajo las especies de pan y vino, como un "alimento" (son alimentos "básicos", "populares", llenos de simbolismo).

En primer lugar, toda alimentación implica que algo o alguien se sacrifique por nosotros: nuestra nutrición se realiza a costa de otros seres vivos (vegetales y animales).

El pan es el fundamental "signo" de la alimentación, de la vida: por eso decimos "ganarse el pan".

Pan y vino no se encuentran directamente en la naturaleza. Son el fruto del trabajo de muchos hombres a favor del hombre. La liturgia lo recalca: "Fruto de la tierra (de la vid) y del trabajo del hombre". Son una síntesis de las fatigas humanas.

Por eso mismo son "signos" comunitarios: están compuestos por muchos granos y son fruto de muchos "sudores", Además invitan a la "participación", "a la comunión con otros", no a comer o beber solos (en el interior del país ¡todavía! Se suele beber de la misma copa en señal de amistad y afecto).

El pan y el vino son complementarios: el pan responde al hambre, el vino la traspasa : es signo de fiesta y alegría.

Aunque los fieles ya no traigan de sus casas el pan y el vino (como se hacía en la primitiva Iglesia y se sigue haciendo en oriente), constituyen una "ofrenda" del hombre a Dios que Dios "devuelve" al hombre transformada en el cuerpo y la sangre de Jesús.

Cuando vemos el pan y el vino que llevan al altar algunos hermanos (es importante que sean los mismos fieles quienes cumplan este rito) y que el sacerdote ofrece levantándolos en una bandejita y una copa, pongamos en ellos todas nuestras "fatigas y alegrías" de cada día. Pensemos que Cristo se hará para nosotros comida y bebida

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