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RELACIONES ENTRE LA BIBLIA Y LA LITURGIA


Enviado por   •  3 de Agosto de 2014  •  8.272 Palabras (34 Páginas)  •  317 Visitas

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RELACIONES ENTRE LA BIBLIA Y LA LITURGIA

Leer Salmo 77/78. SC 24; 56; 35.

Dios se reveló por hechos y palabras. La Biblia nos da las palabras; la Liturgia, los hechos; pero unos y otros se corresponden y relacionan.

A) ¿Qué relaciones se dan entre la Biblia y la Liturgia? Opiniones libres.

Explicar por qué la liturgia de la Palabra y la liturgia eucarística forman un solo acto de culto que no puede separarse.

¿Por qué toda celebración inicia con la Liturgia de la Palabra?

B) 1. La Biblia nace de la Liturgia.

Las tradiciones bíblicas se cuajaron en la celebración y se conservaron gracias al uso litúrgico. "Es canónico lo que recibe autoridad de la lectura pública". La Iglesia consideró norma de su fe y de sus costumbres los libros leídos en la asamblea litúrgica, y los reconoció inspirados por Dios. De ahí surgió el canon bíblico.

Ya desde el AT, santuarios y sinagogas fueron guardianes de la memoria religiosa del pueblo; las fiestas eran memorial de la historia (pascua, pentecostés, tiendas); las narraciones se liturgizaron, y al revivirse cada año se volvía a vivir el acontecimiento, con toda su fuerza salvadora. Dios había prometido su acción salvadora.

Cuando celebramos, volvemos a hacer presente el contexto donde se originaron las tradiciones, y la palabra se proclama en un contexto de fe y discernimiento, para seguir realizando la historia de salvación.

2. La Liturgia nace de la Biblia.

El sentido, significado y fundamento de las celebraciones, fiestas y signos es la Biblia. La Liturgia mana de la Biblia como de su fuente. El culto cristiano, heredero del auténtico culto bíblico, pertenece a la religión revelada, y su expresión más privilegiada. Por tanto, se apoya y se sostiene en la Biblia.

Se apoya en la Biblia: tiene origen bíblico; de la Biblia se inspiran sus antífonas, oraciones, himnos, fiestas, gestos, estructuras. Y con un gran dinamismo de culto, que lo hace sacrificio espiritual.

Se sostiene en la Biblia: ésta es su clave de interpretación; tiene muchas alusiones bíblicas. La misma celebración se convierte en una continua y eficaz proclamación de la Palabra de Dios (OLM 4).

Se proclama y celebra la Biblia directamente. La oración de los salmos, las lecturas bíblicas, son el anuncio de la Palabra más amplio que tiene la Iglesia, en un contexto de oración.

La Palabra se hace acción y vida. La Palabra de Dios es un elemento de su diálogo con nosotros: creación, historia, profecía, escritos; el proceso de formación de estos escritos es: hechos, transmisión, fijación por escrito, actualización.

3. La Palabra se hace acontecimiento en la Liturgia.

La Palabra de Dios no sólo se anuncia, sino se celebra y actualiza. El sacramento es la Palabra visible: Desciende la Palabra sobre el elemento y se hace el sacramento. La Palabra ilumina lo que se realiza, lo mete en el plan de salvación para que santifique con el Misterio Pascual de Cristo.

La misma Palabra anunciada recibe una nueva interpretación según el tipo de celebración, los participantes, el tiempo litúrgico, las necesidades. Ya no es simplemente lo que el autor quiso decir, sino lo que Dios realiza en su Iglesia. Se da un contexto nuevo de oración y fe en el cual la Palabra muestra una nueva eficacia. El "hoy" de Dios se hace "hoy" del hombre, personal y comunitariamente.

La Palabra de Dios es parte del Misterio Pascual de Cristo, anunciado, celebrado y vivido. La palabra es un signo litúrgico que participa de la eficacia pascual de la misma. La Palabra alcanza su máximo grado de eficacia en los sacramentos. Evoca, representa y actualiza el misterio Pascual de Cristo y toda la historia de la salvación. Con el poder del Espíritu, hace presente a Cristo, como en María en la Encarnación: "Hágase en mí según tu Palabra".

4. Conclusiones.

La única Palabra, Cristo, sigue actuando en el mundo; la celebración litúrgica es una mediación privilegiada de ese diálogo salvador, con un gran dinamismo. Sigue haciendo así Dios de nuestra historia una historia de salvación, por su intervención en nuestras celebraciones litúrgicas.

De ahí que su expresión sea la estructura celebrativa: Palabra-Sacramento: la Palabra se concretiza con su máxima eficacia en un signo-rito-gesto, para la vivencia cristiana personal y comunitaria. Anunciamos, realizamos y actualizamos la historia de la salvación.

C) Ilustrar el segundo punto con los siguientes ejercicios:

a) Buscar las alusiones bíblicas en las oraciones de un esquema de Misa, en el Ordinario de la Misa y en las anáforas.

b) Ver los signos sacramentales, señalando su sentido meramente natural y el nuevo sentido que le viene por la Palabra de Dios.

ORACION FINAL:

Adoración del Santísimo agradeciendo el don de la Palabra escrita.

LA MISA Y LA LITURGIA... EN LA BIBLIA

Liturgia de la Palabra, liturgia del sacrificio y la comunión, esta estructura coincide con Ap 5,1-8.

- Invocación a la Santísima Trinidad

- En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo: Mateo 28, 19; Ap. 3, 14; Is. 65, 16.

- Saludo del presidente

-Que el Señor esté con vosotros: Filp. 1, 2;

- La gracia de Nuestro Señor Jesucristo, el Amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo esté con vosotros: 2 Cor.13, 14.

- Rito Penitencial: Es necesario acercarse a Dios con “un corazón puro” para alabarle y glorificarle. Por eso, como Pedro (Lucas 5, 8), nos declaramos pecadores ante la Divina Majestad.

“Yo confieso ante Dios Todopoderoso”: Sal. 32,5; Lc. 18, 9-14 (parábola del Publicano y Fariseo)

Kyrie (“Señor ten piedad”) Son tres invocaciones, para implorar el perdón y la asistencia de Dios, Padre y de Cristo: Sal. 6, 3; Mt.9, 27; Sal. 51, 3.

- Gloria

- Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad: Lc. 2, 14

- Te alabamos: H.b.2, 12

- Te bendecimos: Sal.144, 1

- Te adoramos: Mt. 4, 10

- Te glorificamos: Sal. 86, 12; 1 Pe. 4, 11.

- Te damos gracias por tu inmensa gloria: Sal.92, 1

- Señor Dios: Sal. 35, 23

- Rey celestial: Sal.24, 7-8

- Dios Padre Todopoderoso: Gén.17, 1.

- Señor, Hijo Único Jesucristo: Jn.1, 18

- Señor Dios, Cordero de Dios, Tú que quitas el pecado del mundo: Jn. 1, 29

- Ten piedad de nosotros: Mt. 9, 27.

- Atiende nuestra súplica: 2 Cro. 6, 21

- Porque Tú sólo eres Santo: Lev. 21

- Solo Tú Señor: Filp. 2, 11

- Solo Tú Altísimo, Jesucristo:

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