RETIRO ESPIRITUAL

RETIRO ESPIRITUAL

RENOVAR LA ESPERANZAR EN TIEMPOS DE DESESPERANZA

Primer momento: Ejercicio unitivo para sintonizar con nosotros mismos, lograr la quietud del pensamiento y disponernos a la meditación y sucesiva contemplación:

• Se parte de la respiración, sintonizando con el ritmo de cada uno

• Mediante la orientación del facilitador, y de forma progresiva se va guiando la toma de conciencia de las sensaciones molestas o incomodas, para centrarse en ellas y percibirlas en toda su magnitud;

• Luego, de manera ascendente empezar un recorrido de los pies a la cabeza, de modo pausado haciendo consciencia de cada parte del cuerpo.

• Para terminar esta parte se centra en la audición de sonidos, ruidos… para precisarlos uno por uno, desde los más intensos hasta los más tenues.

• Volver sobre la respiración y concentrarse en ella por unos minutos y aquietar el pensamiento

Ejercicio hacia la vía purificativa

• En estado de quietud y silencio interior logrado hasta el momento, hacer conciencia de la condición de creatura y finitud frente a la magnitud de la totalidad (Dios)

• Orientar la interiorización hacia las insatisfacciones o inconsistencias o desordenes más profundos de sí mismo(a), que le habitan… que le constituyen y que quisiera superar, quitar, no mirar o ignorar y que al reconocerlos duelen o perturban la paz. (pueden apoyarse en los que se evidenciaron en el ejercicio de la mañana del día anterior)… muy rápidamente porque es sólo retomarlo para avanzar hacia la iluminativa

Tarde te amé Señor (San Agustín).

Refrigerio

Ejercicio de la vía iluminativa a LA UNITIVA

• Prender una velita cada uno de los participantes, de manera que la pueda pegar al frente de si mismo

• El facilitador hace lectura de unos textos bíblicos cortos, que susciten una mirada a Jesús y su propuesta alterna a nuestra situación…el del Padre amoroso (Lc 15…)

• Cada participante quema el papelito en donde escribió anteriormente… y observa simplemente como se consume

• En actitud de silencio, cerrando los ojos y sintonizándose nuevamente con la respiración… centrar la atención en contemplar a Maestro, las palabras del Evangelio que quedan resonando en su interior y dejar que la presencia de El vaya inundando todo con su Palabra, su actitud o simplemente haciendo conciencia de su presencia amorosa en nosotros

• Centrar nuestra atención en el corazón y percibir su presencia, sin juicios, sin distancia, solo ahí en nosotros llenando con su luz todo el espacio, en el silencio interior que más podamos alcanzar… hasta que Él sólo Él sea presencia y nosotros parte de El… que nos ha acogido como somos, con lo que somos en un infinito abrazo sanador y salvador, donde sólo sentimiento

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