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Religion Y Aborto


Enviado por   •  13 de Diciembre de 2012  •  4.569 Palabras (19 Páginas)  •  954 Visitas

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Religión y aborto

Las religiones del mundo son diversas y así también sus posiciones ante el aborto. La diversidad surge incluso dentro de cada religión y a lo largo de los tiempos. Lo importante es que no todas las religiones ni todas las personas religiosas condenan absolutamente el aborto ni la anticoncepción. Además, todas las posiciones religiosas son válidas, siempre y cuando no se obligue a nadie a compartir dichas visiones. En una sociedad democrática, debe respetarse la diversidad de cultos y la libertad de conciencia individual.

Las mayorías de Iglesias han declarado su posición frente al aborto en forma clara. La más fuerte posición contra el aborto es la organización Pro-Vida, cuyos líderes provienen principalmente de la Iglesia Católica. Otras Iglesias también han manifestado una posición contra el aborto (por ejemplo., los Judíos Ortodoxos, Protestantes Evangélicos, Iglesia Luterana, Mormones). El principio fundamental en el que creen estas Iglesias es que la vida comienza al momento de la concepción y, por lo tanto, el feto es digno de derechos y protección. Para estos grupos, una meta importante es revertir o detener las leyes que legalizan el aborto.

Sin embargo, dentro de estos mismos grupos, hay quienes no están de acuerdo con las posiciones oficiales de la Iglesia. Por ejemplo, dentro de la Iglesia Católica, hay grupos que en la actualidad defienden el aborto durante el primer trimestre y han hecho notar que en algún momento la Iglesia se aceptó la idea aristotélica de que el alma no entra al cuerpo hasta después de 40 - 80 días de la concepción (Santo Tomás de Aquino ratificó esta idea). No siempre se precisó que el alma comienza desde la concepción. Por esto, algunos católicos argumentan que la posición de la Iglesia Católica podría cambiar para tomar en cuenta las necesidades y preocupaciones de los grupos Pro-Elección (a favor de la legalización del aborto voluntario). Además, con excepción de la Iglesia Católica, la mayoría de Iglesias que tienen la posición Pro-Vida, aceptan el aborto en casos excepcionales como cuando la vida de la madre esta en riesgo de muerte.

Otras Iglesias abiertamente han adoptado la posición Pro-Elección (por ejemplo, la Iglesia Unida de Cristo, Iglesia Unida Metodista, Iglesia Episcopal, Iglesia Presbiteriana). Estas Iglesias consideran que la definición del momento en que la vida humana se inicia es una cuestión que no está establecida. Por lo tanto, creen que se debe permitir a la mujer ejercer su libertad personal y seguir sus creencias morales y religiosas.

También consideran que el bienestar de la mujer es una prioridad sobre el bienestar del niño y creen que la legalización del aborto asegura la salud de la mujer.

La mayoría de estas Iglesias consideran que el aborto es una opción en circunstancias especiales y que, por tanto, no debe ser usado como un método ordinario de planificación familiar.

Repitamos con la embriología: la penetración del espermatozoide en el oocito marca el inicio de la existencia de un nuevo ser que: a) es de la especie humana; b) es un ser individual; c) y es un ser que posee en sí la finalidad de desarrollarse en cuanto persona humana y a la vez la capacidad intrínseca de realizar ese desarrollo.

Precisamente a partir de los datos biológicos, no existe ninguna razón significativa que lleve a negar que ya en esta fase el embrión es persona. Y en apoyo de esta posición, la enseñanza de la Iglesia sobre la animación inmediata, aplicada a todo ser humano que viene a la existencia, resulta plenamente coherente con su realidad biológica: "Porque tú mis riñones has formado, me has tejido en el vientre de mi madre; yo te doy gracias por tantas maravillas: prodigio soy, prodigios son tus obras. Mi alma conocías cabalmente", dice el Salmo (Sl 139, 13-14), refiriéndose a la intervención directa de Dios en la creación del alma de todo nuevo ser humano.

3) Consecuencias lógicas ineludibles

Desde el punto de vista del derecho y la moral, el simple hecho de estar en presencia de un ser humano (y sería suficiente incluso la duda de encontrarse en su presencia) exige en relación a él el pleno respeto de su integridad y dignidad: todo comportamiento que de algún modo pueda constituir una amenaza o una ofensa a sus derechos fundamentales –el primero de los cuales es el derecho a la vida– ha de considerarse gravemente inmoral e ilícito, un pecado que clama a Dios por venganza.

Para amar la posición que nos enseña la Santa Madre Iglesia es importante tener en claro un punto: ese quien que está protegido en el vientre de lamujer, tiene la misma dignidad que su madre y su padre; y los mismos derechos fundamentales. Quemarlo químicamente, impedir su implantación con bombardeos hormonales o alambres instalados en el nidito que la naturaleza le prepara, expelerlo con fármacos violentos o descuartizarlo para arrancar los pedazos, eso que es el aborto, constituye una crueldad asesina más grave aún de lo que sería cometer iguales atrocidades con sus padres.

Así comprendemos que al tratar de los delitos contra la vida y la libertad del hombre, la Iglesia determina en el Canon 1398 del Derecho Canónico que quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae, es decir, automáticamente, y reserva su absolución al Obispo o un sacerdote delegado.

4) Arrancar a la criatura del vientre de su madre o impedir la a nidación.

Para que quede en la memoria, reiteremos que es un asesinato intrauterino no solamente arrancar a la criatura del vientre de su madre, sino todas losprocedimientos conducentes a impedir la a nidación como, por ejemplo, los dispositivos intrauterinos (DIU) que mecánica (y a veces también hormonalmente) provocan una inflamación crónica, que impide la implantación del embrión; o todas las drogas presentadas como anticonceptivospero que trastornan la motilidad de las trompas, o modifican el desarrollo del endometrio e impiden la a nidación, horroroso ejemplo de los cuales son las inyecciones trimestrales "de depósito" como el acetato de nextroxiprogesterona, o los implantes subcutáneos. Todos ellos tan asesinos prenatales como los tóxicos RU 846 o "píldora del día después", un verdadero pesticida humano que actúa separando poco a poco el embrión de la madre y lo mata lenta e inexorablemente, o las prostaglandinas vendidas perversamente como antiulceroso y que provocan la expulsión del niño por nacer.

Esta reiteración se hace necesaria porque con toda desfachatez se distribuyen en nuestra Diócesis esos preparados funestos, se los difunde en donde se debería promover la vida, y hasta se pretende recomendarlos a los adolescentes por medio de inicuos programas enmascarados como de saludreproductiva

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