Sentido de vida

Cuando pienso en un sentido de vida es inevitable los recuerdos que se vienen a mi mente de cuando era más pequeño y me hacia preguntas tan complejas para mi edad que era un tanto difícil responderlas, pero más allá de eso, comprenderlas desde un punto de vista mas bien filosófico. ¿Que pasara el día de mañana? ¿Como estaré y como seré en unos años mas? Mi idea se aleja bastante de cómo soy hoy en día.

Somos seres humanos capaces de realizar cosas que nadie se imagina, todo al interior de nuestra mente. La felicidad se hace presente en cada momento de mi vida, he tratado de cultivarla y cuidarla de los demás, porque la libertad de otros muchas veces ha atentado contra mi propio ser interior, lo ha obligado a tomar caminos inimaginables para mi vida. Trascender en mi vida es fundamental, lograr la armonía de mi cuerpo y alma ha concentrado la mayoría de mis pensamientos al proyectarme en un lejano futuro. A su vez, distintas experiencias que han marcado mi vida fuertemente me han hecho muy cuestionables aquellos pensamientos de vida eterna y placentera que tuve alguna vez en mente. Solo me ha servido para darme cuenta que cuando deje de existir, otras personas podrán haber entendido y descifrado lo que mi cuerpo y alma quiso alguna vez transmitir a este mundo, pero en especial a esta sociedad. Huellas importantes que dejo en cada etapa de mi vida, al hacer las cosas que quiero, al luchar por las injusticias de otros, al experimentar el amor a otros y darme cuenta lo importante y trascendental que soy en este mundo, y que mi fin, cuando se aproxime, dejara en mi marcas imborrables de que algún día hubo alguien que no solo sufrió y se alegró: una persona que en su constante vivir trabajó incansablemente por su vocación, no la que siempre se imagino quizás, sino la que el destino preparo para ella.

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