Sermon Primeras Victorias

Las Primeras Victorias

Jueces narra la historia del pueblo de Israel de unos 350 años y es el periodo espiritual más oscuro de la nación de Israel.

Cuando digo que es el periodo espiritual más oscuro, imagínense cómo vivían ellos en ese tiempo. Y digo esto por lo siguiente en Jueces 17:6 dice: "En aquellos días no había rey en Israel y cada cual hacia cómo bien le parecía"

Era un periodo dónde la gente hacia lo que quería, lo que le daba la gana, cómo decimos, si pensaba que estaba bien lo hacía y saben vivimos periodos cómo estos en nuestra sociedad ahora ellos dicen "No hay verdad absoluta" para mí está bien el comportarme de esta manera, el vivir se de esta manera, entonces al vivir así en aquellos tiempos terminaron en la apostasía y lejos de Dios.

Jueces 21:25 "En aquellos días no había rey en Israel y cada cuál hacía como bien le parecía". ¿Usted se puede imaginar vivir en una sociedad así? En dónde usted dice el semáforo está en rojo pero no importa voy a pasar, yo voy a matar a mí no me importa el código penal y moral, yo me voy a divorciar cuando quiera a mí no me importa el compromiso, vivir de esa manera en una sociedad es muy peligroso y tu dices no pero no estamos viviendo e esos tiempos, millones de niños son asesinados todo los años, se llama aborto, millones de divorcios ocurren en todo el mundo cada año, eso se llama una falta de compromiso, a mi parecer estamos viviendo ahora mismo en el período de los Jueces en nuestra sociedad.

Entremos a estudiar el capítulo 1 que comienza con una historia muy linda, comienza con la historia de 2 tribus la de Judá y la de Simeon. Lo que vemos es a ellos luchando en equipo y dice así Jueces 1:1-4: “Aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel hicieron esta consulta a Jehová: ¿Quién de nosotros subirá primero a pelear contra los cananeos? 2 Jehová respondió: Judá subirá; porque yo he entregado la tierra en sus manos. 3 Judá dijo a su hermano Simeón: «Sube conmigo al territorio que se me ha adjudicado y peleemos contra el cananeo; y yo también iré contigo al tuyo.» Y Simeón fue con él. 4 Judá subió, y Jehová entregó en sus manos al cananeo y al ferezeo, e hirieron de ellos en Bezec a diez mil hombres”.

La primer situacion que vemos aquí es que estas dos tribus hicieron al principio lo correcto comenzaron cómo se comienzan las cosas en la vida, consultando a Dios.

Dios era importante para ellos, en sus vidas no tomaban una decisión sin antes haber ido y decir "Señor debo hacer esto como lo debo hacer, a quién debo involucrar en esto" antes de salir a la batalla consultaron al señor.

Pregunta ¿consultamos al Señor antes de tomar una decisión? Es bien importante tomar una decisión como ésta de consultar al Señor, en la Biblia en Jeremías 33:3 dice: “Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”

Sabes cuando tú vas a consultar al Señor en oración es mucho más que decir palabras, es escuchar lo que Dios tiene para decirte y cuando tú quieres escuchar lo que Dios tiene para decirte no puedes hacerlo en periodos de oración de 5 minutos hablando como loro las mismas palabras que dices siempre. Porque sólo cuando consultas al Señor él dice te enseñaré no dice te escucharé. Muchas veces nosotros sólo queremos que Dios nos escuché pero no queremos ser instruidos, este verso es espectacular, dice: "y te enseñaré grandes cosas, no cosas pequeñas, y ocultas que tú no conoces".  Y en la oración uno puede llegar a ser instruido por Dios y conocer algo que estaba escondido, pecados que estaban encubiertos que tú pensabas no eran pecados pero que son pecados y Dios te lo revela. Planes y proyectos que tú dices no son importantes pero ahí estaban, en oración Dios nos habla, pero no ores apurado, ora esperando que Dios te enseñe.

Esta tribu comenzó consultando al Señor y después ellos lucharon juntos porque él fue al hermano y dijo acompáñame a pelear sube conmigo y cuando tú subas conmigo después de conquistar yo te acompañaré también a ti en la otra pelea.  A Dios le encanta que trabajemos en equipo. Jesús trabajaba el equipo luchaba junto a sus discípulos, en el libro de Marcos capítulo 6 verso 7 dice: "Después llamó a los doce y comenzó a enviar los de dos en dos..." y cuántas tribus está yendo a la batalla, dos tribus.

La Biblia dice es mejor dos que uno por eso es importante es imperativo que cuando vayamos a hacer un trabajo, cuando vayamos a enfrentar una adversidad, cuando vamos a comenzar a hacer algo, lo hagamos no solos si no la hagamos en equipo.

El Señor dice: "los envío de dos en dos y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos".

No vayan solos a la batalla hermanos. ¿Cuántos de nosotros oramos solos? Tratemos de conseguir un compañero de oración que de cuenta de que sí está orando y sea honesto que diga si oramos las 3 horas, si ore la hora o las 2 horas, si leimos la Biblia, ahí está el programa Interamerica cree en sus Profetas, para leer la biblia y el espíritu de profecía. En lo financiero, en lo espiritual, en lo emocional necesita un compañero un hombro donde llorar. Y mucho más los que están casados, tienen un compañero de oración 24/7, unanse a orar, leer la biblia juntos, trabajar juntos.

Un día un padre le dio a sus dos hijos unas varas a qué tratarán de quebrarlas y golpearon las varas y golpearon las varas y nunca se rompieron. Después el padre quitó todas las varas y le dio sólo una y golpearon la vara y se rompió, la lección que el padre estaba enseñando estos dos hijos es que si permanecen juntos nadie podrá destruirlos pero en el momento que se separan en ese momento serán destruidos. Aprendamos a trabajar en equipo pero sin antes haber consultado a Dios no podemos seguir adelante.

Vamos a continuar verso 5 al 7, vamos a conocer a un hombre llamado Adoni-bezec.  5 Hallaron a Adoni-bezec en Bezec, pelearon contra él y derrotaron al cananeo y al ferezeo. 6 Adoni-bezec huyó, pero ellos lo persiguieron, lo prendieron, y le cortaron los pulgares de las manos y de los pies. 7 Entonces dijo Adoni-bezec: «Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y de sus pies cortados, recogían las migajas debajo de mi mesa. Como yo hice, así me ha pagado Dios.» Luego lo llevaron a Jerusalén, donde murió.

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