TEMA: EL PERDÓN
Enviado por oscarrengifog • 23 de Junio de 2015 • 2.264 Palabras (10 Páginas) • 200 Visitas
TEMA: EL PERDÓN
Texto: Marcos 11:25-26 Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.
DESARROLLO
1.- SIGNIFICADO DE LA PALABRA PERDÓN
En el griego (N.T.) esta palabra traduce varios significados: Liberación, enviar afuera, despedir, otorgar un favor de forma incondicional. Por lo que podemos decir que el perdón es una decisión en la cual se renuncia al resentimiento o ira hacia el ofensor, así como al reclamo de un castigo.
2.- EL PERDÓN DE DIOS
2.1. El nos perdona INMERECIDAMENTE.- “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
“No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Salmo 103:10.
2.2. El nos perdona AMPLIA Y GENEROSAMENTE.- “Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen.” Salmo 103:11.
“Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.” Salmo 103:12.
2.3. El nos perdona ETERNAMENTE.- “Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones.” Hebreos 10:17. El verdadero perdón de Dios se fundamenta en que El se olvida por completo de nuestros pecados.
2.4. El nos perdona REPETIDAMENTE.- “Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale." Lucas 17:4.
2.5. El nos perdona COMPLETAMENTE.- “Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” Isaías 1:18.
“Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados; Hazme recordar, entremos en juicio juntamente; habla tú para justificarte." Isaías 43:25-26. Debemos hablar (confesar) nuestros pecados para que ese perdón surja efecto.
3.- LA FALTA DE PERDÓN Y SUS CONSECUENCIAS
La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas, pero que finalmente nos termina quitando la vida. Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro, sin darnos cuenta que los beneficiados somos nosotros mismos.
“Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”, Ef. 4:32.
• La falta de perdón impide que el Espíritu Santo fluya en nosotros.
Efesios 4:30-32 “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”
Como cristianos nos esforzamos por ser llenos del Espíritu Santo, pues sabemos que ÉL lo es todo para nosotros. Si hacemos algo sin contar con su presencia, aunque esto sea para Dios, estaríamos actuando según nuestra carne y no guiados por Dios. . En pocas palabras dependemos 100% de su presencia poderosa.
• El corazón se lastima, corriendo el riesgo de que esta falta de perdón más adelante se convierta en amargura y luego en odio. Lo que empezó como una ofensa, resentimiento, poco a poco irá abriendo una herida más y más grande.
Proverbios 4:23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.”
• La falta de perdón lleva al creyente a enfrentar problemas físicos, emocionales y sociales. El creyente que no ha perdonado pierde bendiciones de la gracia, acaba convirtiéndose en un esclavo del agresor. Es de alguna manera un derrotado, diciendo: “La persona que no puedo perdonar me persigue a donde quiera que voy, no puedo escapar, aún a pesar del tiempo me sigue lastimando.”
• Cuando no perdonamos, le damos derecho legal a Satanás para que nos asedie. La falta de perdón es una atadura que aprovecha Satanás
Efesios 4:26-27 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.
4.- LOS PASOS PARA PERDONAR.
4.1. Aceptar lo que sucedió.- Lo que paso no se puede cambiar, es su presente lo que puedes cambiar.
4.2. Contarle a Dios lo que le hicieron.- El lo escuchará, no se calle. El quiere sanar su corazón. También puede pedir ayuda a su Pastor quien lo puede aconsejar y orar con usted.
4.3. Contarle a Dios cómo se siente.- Dígale que esta triste, que le duele mucho, dígale que su corazón está sangrando. No diga a los demás que las ofensas nunca lo hieren, reconozca que es humano y que siente enojo, vergüenza y no sabe cómo perdonar pues es algo que no le nace.
4.4. Debe perdonarse a usted mismo.- Cuando alguien nos ha ofendido y lastimado por lo regular tenemos la tendencia a sentirnos airados con nosotros mismo por todo lo malo que aparentemente permitimos que nos hicieran. Por ello debemos en primer lugar perdonarnos.
4.5. Perdonar al que le ofendió.- Muchas veces la gente nos calumnia y maltrata pero algunas veces dicen la verdad, sin embargo nos dicen la verdad no con el deseo de ayudarnos sino de destruirnos. A esas personas hay que perdonarlas.
Dios nos ofrece su ayuda para perdonar las ofensas. Es difícil renunciar al deseo de venganza pero tenemos que hacerlo. El Señor dice: “Mía es la venganza, yo pagare." (Hebreos 10:30)
Cuando Dios nos habla del perdón no hace aclaraciones tales como, estas ofensas o agresiones perdonarás y estas no, simple y llanamente nos manda a perdonar para poder ser perdonados por Él; pues cuando su hijo dio su vida por nosotros, pago por absolutamente todos nuestros pecados, sin excepción alguna. Sabemos que hay heridas muy grandes que son difíciles de perdonar, quizá diríamos imposibles, pero para eso tenemos al Espíritu Santo. Cuando nos damos en cuenta que en nuestras propias fuerzas es imposible perdonar, entonces es tiempo de acudir al poder sanador de nuestro Redentor, Jesucristo.
4.6. Bendecir, hacer el bien y orar por los que nos hacen mal.
Mateo 5:44-45 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Romanos 12:20 Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber;
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