Temor De Dios

Temor de Dios

Había una vez dos hermanas que se querían mucho, se llamaban Isabel y Martita. Isabel era la mayor de ellas y siempre estaba dispuesta a ayudar a la pequeña Martita en todo lo que necesitara. Para ellas, sus papás eran los mejores del mundo y los cuatro estaban muy unidos.

Un día surgieron los problemas en la familia, su posición económica empeoró notablemente, sus papás discutían todos los días y como consecuencia Martita dejo de hablar y de comer. Isabel estaba muy preocupada, sus papás habían dejado de prestarles tanta atención como siempre y no encontraba la forma de hablar con ellos. Además ella sola se veía incapaz de ayudar a Martita como lo había hecho siempre anteriormente. Recordaba la frase que siempre le decía su abuela a ella y a su hermanita: Si haces daño a los que están a tu alrededor también ofenderás a Dios. Estuvo muchos meses triste, aguantando la situación que estaba viviendo en silencio sin decirle nada a nadie por miedo de hacerles daño a sus papás y que sufrieran más y también ofendiera al Señor.

Un día fue a la iglesia a rezar por su familia y una señora que se sentaba a su lado oyó a Isabel y le dijo que ella era fuerte y que era la que debía ayudar a su familia. Isabel abrazó a la señora y no pudo contener las lágrimas pero en ese momento fue a su casa más fuerte que nunca y convencida de hablar con su familia. Los papás abrazaron a las dos hijas y las dijeron que juntos solucionarían todo. Poco a poco la situación fue mejorando y la familia volvió a ser la misma de siempre. Fin.

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