UNA VASIJA DE BARRO
Enviado por tabeyma • 4 de Diciembre de 2014 • 1.289 Palabras (6 Páginas) • 315 Visitas
UNA VASIJA DE BARRO
Palabra de Jehová que vino a Jeremías diciendo:
Levántate y vete a casa del alfarero y allí te hare oír mis palabras.
Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.
Y la vasija de barro que el hacia se hecho a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
Entonces vino a mi palabra de Jehová, haciendo:
¿No podre yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? Dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así soy vosotros en mi mano, Oh casa de Israel.
Jeremías 18:1-6
Cuando un bebe es puesto frente a un espejo no se reconoce a si mismo. Mira y disfruta viendo la imagen que allí se refleja. Le sonríe, sin saber que es su propia imagen. Pero un día, con el correr del tiempo, la expresión de su cara cambia por que empieza a reconocer su figura y sus movimientos. Su rostro parece decir: <<Ese soy yo>>. De igual manera nos sucede al leer esta historia del alfarero y la vasija. Al principio la leemos como una bonita ilustración que nada tiene que ver con nosotros. Pero al transcurrir el tiempo, el Espíritu Santo se nos revela y nuestra expresión también cambia. Nos vemos obligados a decir: <<Ese soy yo, esa vasija soy yo>>.
Dios nos ilustra en su palabra, de una manera sencilla y esclarecedora, la forma en que El actúa con nosotros. La imagen que aquí se nos presenta es la del profeta Jeremías yendo al taller del alfarero para recibir una enseñanza dramática de parte de Dios. Allí el Señor le muestra lo que él quiere hacer con el pueblo y con su propia vida como el profeta.
Por medio de este libro, el Señor desea invitarte una vez más a su taller para revelarte lo que quiere hacer con tu vida y para moldearte de acuerdo al propósito especifico que tiene para ti. ¡ABRE TU CORAZÓN Y PREPÁRATE PARA RECIBIRLO!
TOMADOS DEL BARRO
El versículo 6 de nuestro texto termina diciendo: <<Como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, o casa de Israel>>.
Dios a través de esta figura se presenta como el alfarero y declara que nosotros somos el barro que Él trabaja con sus manos. Mucha gente dice: <<Yo voy a volverme a Dios cuando me sienta en condiciones, cuando este listo para presentarme ante su presencia>>. Pero la palabra de Dios dice que Él nos llamo cuando nosotros estábamos lejos de sus caminos, extraviados en nuestros pecados. Debemos comprenderlo bien: ES DIOS QUIEN NOS BUSCA Y NOS ESCOGE, Y NO NOS ELIGE POR NUESTRA CONDICION IMPECABLE NI POR LO BUENOS QUE SOMOS.
No te elige por lo buen padre que eres, ni por ser una buena madre, o un buen vecino, un buen trabajador. No; nos elige sabiendo que somos barro.
A Israel lo eligió, dice la palabra, por que era El <<NO PUEBLO>>. No lo eligió por sus méritos, ni por sus cualidades como nación. En realidad no existían como nación. Eran apenas un grupo de esclavos allí en Egipto. Pero a ese <<NO PUEBLO>> DIOS LO HIZO PUEBLO.
Dios te ha tomado del barro. ¡NUNCA OLVIDES ESTA VERDAD!.
Te tomo de lo bajo, de donde habías caído a causa de tu rebeldía y desobediencia, y comenzó a hacer su obra en ti. ¡No se abstuvo de meter sus manos en el barro! NO TE MIRO ESPERANDO ENCONTRAR PERFECCION, POR QUE SABIA QUE NO LA IBA A ENCONTRAR. EL SE INCLINO HACIA TI, TE LEVANTO Y TE PUSO SOBRE LA RUEDA. AHORA ESTA MOLDEÁNDOTE CONFORME A SU PROPÓSITO, FORMANDO A JESUS EN TU VIDA Y LLENÁNDOTE DE BENDICIÓN PARA QUE A SU VEZ TU BENDIGAS A LOS QUE TE RODEAN. PERO NO OLVIDES DE DONDE
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