Conclusiones del libro ¨Antimanual del Mal Historiador¨ Aguirre Carlos

                      Universidad Central del Ecuador

                 Facultad de Arquitectura y Urbanismo

Historia Arquitectónica y Urbana 1[pic 1]

Alumnos: Kevin Jarrín

                  Carolina Oña

                  Andrés Bustamante

                  Sheerley Malte

                  Jonathan Martínez

Paralelo: 2

Fecha: 2017/04/04

Conclusiones del libro ¨Antimanual del Mal Historiador¨ Aguirre Carlos

• Las instituciones académicas educan a malos historiadores y no a historiadores críticos y serios para que de esta manera se pueda criticar y analizar a las ideas antiguas y repetitivas de una manera diferente, este análisis crítico se lo hace de la manera más sencilla posible pero sin dejar de lado la esencia de las ideas que es el grado de complejidad que esta posee adaptándolas a los tiempos más actuales.
• La historia no se trata solamente de estudiar el pasado, el origen de todo lo actual y a los personajes que estuvieron involucrados durante los diferentes periodos, sino que se trata de analizar al presente que estamos viviendo de una manera mucho más crítica basándose en el pasado.
• Para construir una nueva historia es primordial combatir y criticar viejas ideas simples y rutinarias sustituyéndolas por un mejorado análisis histórico atento a cambios y transformaciones, obteniendo así una historia critica, por que eso es lo que es en realidad algo vivo y apasionante.
• El buen historiador tiene que ser muy crítico y siempre no limitar su estudio a crear nuevas percepciones de los hechos y problemas históricos que se omitieron en pasados estudios, así la historia tendrá algo nuevo y rico en conocimiento, siempre y cuando se base en hechos y observaciones, los cuales, van a ser interrelacionados con la actualidad dando a conocer al estudiante una historia nueva y diferente.
• Sin teoría se hace imposible la existencia de una buena historia, como tampoco lo es factible sin una buena preparación dentro del campo filosófico y el manejo de sus múltiples metodologías  y sin una valoración autocrítica.
• Dentro de los conceptos que definen a un buen historiador, no se debe basar exclusivamente en alguien que se forma sólo en los archivos, sino además de un observador minucioso, de la vida más reciente y de la del pasado en sus diversas facetas, asi es com se va forjando un diferente historiador.

• El Antimanual nos dice que la historia es un terreno de disputa constante, donde de manera contradictoria y tenaz se enfrentan siempre varios futuros alternativos posibles, varias líneas abiertas de posibles evoluciones diferentes, y en donde la línea o futuro que resulta finalmente vencedor, se actualiza.
• La historia no puede ser más que la suma de todas las historias posibles, pasadas, presentes y futuras, es decir sólo el conjunto articulado de todos los progresos de una ciencia que se encuentra todavía en su infancia, ya que aún le falta un largo y amplio camino por recorrer.
• Este antimanual es un conjunto de antidefiniciones, que no sólo se delimitan a problemas y métodos, sino que contribuyan a su vez, a crear las condiciones para elaborar una nueva disciplina completamente diferente.
• El antimanual pretende definir los “no” conceptos sobre los diferentes aspectos que se define a la historia y con ellos deducir a los concepto de la “mala historia” la cual trata de una historia cotidiana que habla de los mismos temas de una manera muy repetitiva, esto hace que los estudiantes sientan aburrimiento y cansancio perdiendo el interés en el tema, por esto se definió dicho antimanual para saber qué es lo que no debemos entender por historia concluyendo a una historia mucho más crítica.

En el Capítulo I denominado De antimanuales y antidefiniciones de la historia, Aguirre Rojas demuestra la fecundidad de la negatividad. Si en la actualidad, de las instituciones académicas surgen manuales tradicionales cuyas empobrecidas definiciones contribuyen a formar “malos historiadores” y cuyo producto es una historia “descriptiva” y “memorística”, un espacio que busque formar “buenos historiadores” debiera comenzar, contrariamente, por un antimanual con todo un conjunto de antidefiniciones, que no sólo delimiten a qué problemas y métodos “no” debiera estar restringida la historia, sino que contribuyan a su vez, a crear las condiciones para elaborar una nueva disciplina completamente diferente (de allí su fecundidad). Antidefiniciones que incluyen todo una serie de premisas básicas, a saber: la primer comienza por una reformulación del objeto de la ciencia histórica consagrada ahora como “la obra de los hombres en el tiempo”, marcando así la continuidad en la línea temporal pasado–presente– futuro en el que el “presente [..] no es más que una compleja articulación estratificada de distintos ‘pasados todavía presentes’” (pág.21).

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