El cambio no es igual a la transformación

El cambio no es igual a la transformación, pero son términos muy relacionados, pues el cambio se centra en los resultados, en presentar a los skateholders internos lo que se quiere lograr; en cambio, una transformación se centra en la actitud mental, es más a largo plazo pues es duradera y afecta a los procesos mentales sobre cómo se aborda el trabajo.

El objetivo principal de la transformación no es solo ejecutar un cambio bien definido, sino reinventar la organización y descubrir un nuevo modelo, también, implica un riesgo mayor pues puede fallar. Por ejemplo, es similar a lo que ocurre en el ámbito personal, muchas veces hacemos una serie de cosas para cambiar ciertos aspectos en los que tenemos dificultades, llegando a lograrlo, pero no trasciende más allá de un corto plazo, pues al menor atisbo de un posible obstáculo se echa a perder todo el proceso logrado, esto solo indica que se requiere ir más allá para lograr una verdadera transformación.

La mayor diferencia entre estos dos términos sería el alcance, pues una transformación exitosa logra institucionalizar los cambios comportamentales en un largo plazo, a diferencia del cambio, que no trasciende de la misma forma. Otra diferencia, es que, al implantar cambios, se usan medidas derivadas de aciertos ya hechos en el pasado, mientras que la transformación deviene en ajustarse a modelos totalmente nuevos. La transformación abarca perspectivas humanas, estratégicas, tecnológicas y socioculturales, causando grandes y positivos efectos en las organizaciones que logran establecerla.

Sí, el DO es parte de la transformación organizacional, pues para que esta última pueda llegar a establecerse, es necesario empezar por implantar una serie de cambios, previamente planificados, en cuanto a las actitudes, valores, conductas; que hay al interior de una organización, con el objetivo de alcanzar el éxito y eficiencia

        Cabe recalcar, el Desarrollo Organizacional o "Cambio organizacional" no es igual que transformación, pues el desarrollo se centra en obtener resultados, en presentar a los "skateholders" lo que se quiere lograr; por otro lado, la transformación es más profunda, pues requiere de una reinvención total, logrando afectar los procesos mentales sobre las perspectivas de cómo se aborda el trabajo.

Aun así, el DO es un buen punto de partida para alcanzar la transformación, solo basta institucionalizar los cambios comportamentales a un largo plazo y abarcar perspectivas humanas, estratégicas, tecnológicas y socioculturales para causar grandes y positivos efectos en las organizaciones.

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