ANTECEDENTES DE LA OPTICA
Enviado por ricatinoco • 1 de Diciembre de 2014 • 4.755 Palabras (20 Páginas) • 862 Visitas
ANTECEDENTES DE LA OPTICA
La óptica, al igual que las demás ciencias, ha necesitado de muchos siglos de lenta y progresiva evolución, para llegar a ser lo que es hoy en día, el cual se rige por leyes que nos permiten un conocimiento más exacto de ella. Las nociones que tenemos de la óptica en la antigüedad, son muy escasas y mal documentadas, lo que no nos permite hacer afirmaciones concretas sobre el tema.
Partiremos con esta breve historia de la óptica, mencionando que en el siglo XV antes de Cristo, durante el reinado de Tumes III, aparecen los primeros vasos de vidrio y esmaltes artísticos de este material. Mencionamos este hecho, debido a la gran importancia y conexión que tiene este material con la óptica propiamente dicha. En el año 1928, el arqueólogo Beck encuentra lentes planos convexas y biconvexas, procedentes de la Antigua Mesopotamia de más de 3000 años antes de Cristo. En Creta se hallan lentes biconvexas de una antigüedad, comprendida entre los años 3000 y 1200 antes de Cristo. Sin embargo, estas lentes no fueron auxiliares de la visión, sino que fueron utilizados como objetos sagrados para encender fuego. De hecho, son numerosas las lentes positivas encontradas que tienen una gran antigüedad. En Pompeya se halló una lente de 5 cm. de diámetro. En Creta se encontró una caja con seis lentes convexos, la mayor de 0.8 pulgadas de diámetro y de 10 aumentos. En el Museo Arqueológico de Berlín, hay una lente positiva de 7 mm de espesor y un foco de 152 cm. Las lentes positivas, fueron usadas como lupas, desde tiempos muy remotos. No puede admitirse de otro modo, como fueron hechas las pequeñas y delicadas inscripciones, en objetos hallados en las esfinges de la Tumba de Minos, en Egipto. Los hallazgos arqueológicos lo confirman. En el siglo V antes de Cristo, los Griegos, Romanos. Árabes, Hindúes y Chinos, usaron lentes positivas en medicina, como cauterios en el tratamiento de heridas. Plinio igualmente se refiere a las esferas de vidrio llenas de agua, que servían para encender fuego, como así también al hecho que los objetos vistos a través de ellas se ven más grandes.
En el año 455 comienza la penetración de los Bárbaros y la caída del Imperio Romano. La ciencia se centra en Europa, Norte de África y Asia Menor. La fabricación del vidrio, que Roma había extendido por todo el Imperio, se pierde con su caída, sobre todo en Egipto y Siria, debiéndose esperar su renacer en el sigo XI, en Venecia y Murano. Aetius de Amida, educado en la Universidad de Alejandría, en sus escritos científicos, a modo de enciclopedia, hace mención de la miopía designándola como "Vista Corta" señalando, que algunos miopes tienen los ojos saltones, indicando además que se trata de un fenómeno irreparable.
Tras la caída del Imperio Romano, entramos a la Edad Media. En esa época todo lo que significa cultura y civilización, sufre un colapso, motivo por el cual no encontramos referencia al tema de óptica, hasta que los Arabes inician nuevos estudios ampliando el conocimiento. Al Razi en el siglo X, escribió varias obras de Oftalmología. En el mismo siglo, se destaca como una de las más grandes figuras de la Óptica de todos los tiempos, Abú Alí Al-Hasan Ibn Al-Haytam, llamado por los Latinos Alhazem, quién realiza importantísimos trabajos sobre la Óptica, Astronomía y Matemáticas. En su tratado "Tesoro de la Óptica", obra que tiene gran repercusión tanto en Oriente como en la Latinidad y que es traducida y editada en varios idiomas, en la parte más importante de ella, en lo que a la óptica fisiológica se refiere, considera que los rayos luminosos van de los objetos al globo ocular, lo que suponía romper con la creencia generalizada de aquellos tiempos de que la luz procedía del ojo. Alhasem plantea su teoría sobre la visión binocular, haciendo interesantes estudios sobre la reflexión y la refracción de la luz, realizando experimentos que se aproximaron al descubrimiento de las propiedades ópticas de las lentes.
Algunos tratadistas, suponen que Alhazem llegó a construir lentes planas convexas, hecho que no ha podido ser demostrado. Importantes aportes hace Averroes en el siglo XII y Vitelio, referente a los rayos luminosos y a la óptica en general. En el siglo XIII, empiezan a aparecer las primeras lentes provistas de cristales convergentes, como ayuda a los présbitas, al parecer en el norte de Italia, en la región Veneciana.
En un comienzo fueron lupas de forma plano convexas, las cuales se colocaban sobre la lectura, permitiendo ver las letras más grandes. A esta primera lupa, se le agregó un mango, haciendo más fácil su manejo. Uniendo dos de estas lupas, se llegó a un lente manual que se denominó "Lentes de Remache", el que se extendió por todas partes. A varios estudiosos se les ha atribuido el hecho de ser los inventores de los lentes, entre ellos al monje franciscano inglés Roger Bacon del siglo XIII, también a Alejandro della Spina, otro monje franciscano del mismo siglo, ya que fue el primero en comunicar el secreto de la fabricación de los lentes, que él hacia para su uso y para sus amistades. Rivalta, un monje florentino, en un sermón que predicó en 1305, dice que no hace 20 años que se inventó el arte de fabricar lentes, uno de los más maravillosos artes. Todo lo antes expuesto, nos lleva a la convicción de que los lentes ópticos hacen su aparición a fines del siglo XIII, o a comienzos del XIV en la región de Venecia, y que parecen proceder de los monjes de algún monasterio desconocido. Los primeros lentes se fabricaron para la presbicia y eran convexos. Un siglo después aparecieron los lentes cóncavos para la miopía. Petrarca en 1364, dice que debió usar anteojos debido a su edad. En 1461, el poeta francés Villon, legó sus lentes de lectura para los pobres.
En la iglesia de San Nicolás de Treviso, existe el primer cuadro de una persona con lentes, se trata del cardenal Hugo de Provenza, pintado por Tomás de Modena en 1352. En el año 1436, cuando Gutemberg inventa la imprenta, se produce una verdadera revolución en la lectura de libros, y con ello una mayor demanda de lentes. Fue entonces cuando aparecen los primeros talleres dedicados a fabricarlas, dejando de ser un arte monacal. Estos primeros talleres se ubicaron en Nuremberg, Haarlem y Venecia, fundándose en Nuremberg, en el año 1438, el primer gremio de maestros fabricantes de lentes ópticos.
Grandes aportes a la óptica hicieron, Leonardo Da Vinci, Francisco Maurolius, y Juan Bautista Porta, que en sus escritos habla de los vicios de refracción y su corrección, como de la fabricación de lentes. Así también de la combinación de lentes positivos y negativos, pareciendo describir el anteojo terrestre de Galileo.
En cuanto al anteojo de Galileo o telescopio, fue atribuido al holandés Lipperbey,
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