BET Y SU CAPA

Se desarrolla en el siglo XII. Comienza con el luto de Balian un herrero, ya que su mujer ante la muerte de su hijo se hunde en la tristeza y se suicida.

Un grupo de cruzados llega y entre ellos estaba el Barón Godofredo de Ibelin quien resulta ser el padre de Balian, viaja para reconocerlo y eventualmente dejarlo como sucesor pero Balian no lo acepto de momento hasta que la angustia que siente por el alma de su esposa es desatada por el sacerdote del pueblo quien le dice que la decapitaron por su suicidio y que ardera eternamente en las llamas del infierno, Balian cegado por su dolor y el coraje asesina al sacerdote y acepta seguir a su padre a Jerusalén esperando que sus pecados y los de su mujer sean perdonados.

Su padre en una lucha por Balian y librarlo de ser enjuiciado por el asesinato es gravemente herido y eventualmente muere, pero no sin antes le entrega su espada y lo hace jurar: “no muestres temor cuando estés ante el enemigo, se valiente y recto para que Dios te ame, di siempre la verdad aunque te conduzca a la muerte, protege a los indefensos y sé justo”; Tras la muerte de su padre, hereda su tierra y su título en Jerusalén, ciudad en la que los cristianos, musulmanes y judíos han conseguido alcanzar una convivencia pacífica (frágil) durante la tregua entre la 2ª y 3ª cruzada resultado del gobierno del Rey cristiano Balduino IV (el leproso le llamaban) (él era un rey bueno y justo condenado a morir joven a causa de la lepra, enfermedad que le causó tanto daño que debió taparse la cara con una máscara de plata) y la moderación militar del legendario líder musulmán Saladino. Muere Balduino antes de la edad de 30 y Guy de Lusignan (él era miembro de la orden de los templarios, una orden de carácter religioso y militar; que no querían mantener ninguna relación con los musulmanes), se coronó Rey y busco la guerra por cualquier motivo posible así tuviera que provocarlo.

Balian toma la espada y entra en la historia convirtiéndose en líder y al final con ese ímpetu, fuerza, habilidad y todas las enseñanzas de su padre defiende la ciudad contra Saladin quien lo supera en número; Da batalla y prueba su honor aunque finalmente pierde la guerra y entrega Jerusalén, nunca entregó al pueblo ni sus creencias y valores.

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