CONSUMISMO TECNOLÓGICO

CONSUMISMO TECNOLÓGICO.

En la actualidad estamos inmersos en un mundo globalizado donde el consumo de aparatos tecnológicos no cesa, con la implementación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en todos los ámbitos nos vemos obligados a estar al día con los artefactos electrónicos y tecnológicos.

No importa el nivel social, cultural o económico de cada individuo, al estar ligados directamente al desarrollo tecnológico que día a día está renovándose, el ser humano busca tener a su alcance los artefactos o dispositivos tecnológicos que le permitan interactuar y desarrollarse en la sociedad, sin embargo, no se toma en cuenta el costo que implica estar al día con los avances tecnológicos, por esta razón cito a continuación ciertos conceptos que nos harán entender un poco más de esta condición actual y tendencia de la humanidad.

“El consumismo es un término que se utiliza para describir los efectos de igualar la felicidad personal con la compra de bienes y servicios o al consumo en general”^[1]. También se refiere al consumo desmedido de bienes y servicios en la sociedad que impacta en los recursos naturales, en el equilibrio ecológico, en las condiciones sociales y económicas.

El consumismo surge a partir de la implantación del Capitalismo durante el siglo veinte y hasta la actualidad, a partir de la acumulación de capital con el que se puede satisfacer las necesidades del hombre.

La Tecnología es “el conjunto de conocimientos y técnicas que aplicados de forma lógica y ordenada, permiten al ser humano modificar su entorno material  o virtual para así satisfacer sus necesidades. Esto es un proceso combinado de pensamiento y acción con el objetivo de crear soluciones útiles”^[2].

Consumismo electrónico.

En la última  década la producción y fabricación de artefactos, equipos y dispositivos electrónicos se ha diversificado y expandido, ya que en la actualidad, todo el mundo hace uso de la electrónica de una forma habitual pudiéndose llegar a decir que forma parte de nuestras vidas hasta tal punto que no podríamos vivir sin ella.

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El consumo de la tecnología se ha ido renovando, cuando se empezaron a producir aparatos y equipos electrónicos, estos eran más grandes y en ciertos casos costosos, al mismo tiempo eran más fiables y duraderos, es decir, cuando cualquier equipo electrónico se deterioraba o tenía algún tipo de avería, se lo podía enviar cualquier servicio técnico donde se reparaba la pieza o cuando no había más remedio se sustituía por una nueva.

Actualmente, esto ya no es conveniente, “es más fácil cambiar el equipo entero que reparar la pieza afectada, es por ello que el consumismo de equipos electrónicos es diario y constante”^[3]. Al no ser tan duraderos como antes, y debido al constante avance tecnológico, donde todos los meses se están produciendo y sacando al mercado versiones mejoradas a la versión que había el mes anterior, nos estamos acostumbrando a no valorar el equipo que compramos y que nos cuesta una importante suma de dinero, la ilusión es tener un aparato electrónico completamente nuevo, sin darnos cuenta que nos dura el mismo tiempo que tarda en salir al mercado su versión mejorada. Esto llega hasta tal punto, que la despreocupación de mantener en buen estado y de no estropear nuestro equipo desaparece casi por completo, porque cuando esto suceda tendremos la excusa perfecta para poder comprar el nuevo modelo muchísimo más completo y actualizado.

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Televisores de alta definición, teléfonos móviles inteligentes, consolas de videojuegos que detectan el movimiento del usuario, ordenadores portátiles con conexión sin cables. La lista de productos electrónicos es interminable. La tecnológica, basada en la digitalización de distintos aparatos domésticos y personales, y la masificación del mercado han permitido la aparición de numerosos modelos de audio y vídeo, que ofrecen mayor calidad a un mejor precio. Una tendencia que continuará gracias a las nanotecnologías, que permiten aumentar la densidad de los chips. También se debe tener en cuenta la tremenda competitividad, que estimula a los fabricantes a comercializar nuevos productos con mayores prestaciones y menor precio. La revolución digital no hay quien la pare, a pesar de la crisis.

La economía y la globalización ciertamente han cambiado nuestra vida positivamente, pero a la vez en algunos aspectos también en forma negativa, ya que se da un uso excesivo de estos avances, desechamos productos que consideramos que ya no sirven, esto afecta gravemente el medio ambiente provocando contaminación tecnológica, el más claro ejemplo de esta contaminación es  la contaminación que dejan los desechos de la computadora. En muchos casos se da, por qué se desechan equipos únicamente con el propósito de tener lo último que ofrece la tecnología, sin hacer una valoración adecuada de lo que realmente se requiere, por ejemplo, a menudo se quiere el último modelo de celulares sin que por ello podamos utilizar todas las herramientas que ofrece, por tal razón es importante cuidar un poco más el medio ambiente.

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La tecnología es una buena herramienta para la vida humana, razón por la cual, debemos analizar muy bien que deseamos adquirir y hacer un uso racional de nuestros bienes, pues a pesar de todo, también el exceso de uso como por ejemplo: de la computadora, que nos afecta la vista, el celular, que emite radiaciones que son malas para el cerebro, entre otros, nos afectan la salud y el bienestar propio.

El propósito de un uso adecuado y medido de los artefactos, equipos y dispositivos tecnológicos va a ser muy difícil alcanzarlo por cuánto el uso desmedido en nuestro medio lamentablemente obedece más a modismos y aspectos socioculturales que generalmente no surgen de un análisis racional que responda a cuestiones como:

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