Ciencia Y Tecnologia En RD

La ciencia y tecnología en República Dominicana

Cuando se habla de las palabras ciencia y tecnología muchas personas tienden a confundirse creyendo que son similares, es decir, sinónimos. Aunque no sean lo mismo es muy cierto que están estrechamente relacionados entre sí. Resulta sencillo dar ejemplos definidos de cada uno de estos dos términos, tales como la astronomía por un lado y las computadoras por el otro, pero, ¿Cómo se pueden dividir estos dos términos? Realmente es imposible, debido a que una depende de la otra y viceversa. John Ziman en su libro “Introducción al estudio de las ciencias”, plantea que: “Así, todas las tecnologías se hallan en vías de generar sus ciencias respectivas al igual que las ciencias se hallan en vías de generar sus tecnologías respectivas”. Con esto Ziman reafirma la gran dependencia que existe entre estas dos áreas.

En nuestro país, la ciencia y la tecnología son temas de muy poca importancia. Es evidente la falta de apoyo e inversión del Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT) a este sector lo que ha provocado un desarrollo muy mínimo de ciencia y tecnología en República Dominicana. Para contrarrestar esto, en el 2008 presentó su “Plan Estratégico de Ciencia, Tecnología e Innovación”, pero hoy en día parece ser un tema dejado en el olvido. Lamentablemente en nuestro país son pocas las instituciones que tratan de fomentar estos sectores, pues reconocen el papel determinante que juegan en el desarrollo de un país.

El dominicano tiene una peculiaridad muy penosa la cual es la de exaltar o preferir lo extranjero por encima de lo nacional o muestra preferencia en el trato hacia los ciudadanos de otro país, lo que se conoce como el complejo de Guacanagarix. Es una realidad de que todo dominicano e incluso las empresas prefieren utilizar tecnología extranjera, pero no es de culpar debido al mal desarrollo de nuestra tecnología. Esta es una costumbre que se hace notar inclusive en la prensa, donde se aprecia la falta de interés de publicar noticias sobre ciencia y tecnología que se desarrolla en nuestro país, es una pena leer los periódicos y que en dos meses solo encontrar cuatro artículos sobre ciencia y tecnología dominicana. En cambio resaltan los avances tecnológicos de otros países, enfocándose solamente en tecnología móvil (celulares, red 4GLTE, etc.) e informática.

Pero este problema es algo que viene arrastrándose desde muchos años atrás, tal como el Ing. Eulogio Santaella (1978), en su artículo publicado en la revista del INTEC “Ciencia y Sociedad” afirma que: “resulta inquietante, el poco interés que muchos profesionales dominicanos de ingeniería han depositado en el estudio pormenorizado de la ciencia y tecnología aplicadas al desarrollo”. No existe reparo en declarar que el ingeniero está llamado como profesional de las ciencias y tecnologías aplicadas que es, a desempeñar un rol de primera magnitud dentro de esta problemática planteada.

Con esto se debe poner de manifiesto el grave error que, por omisión, cometen los ingenieros y las empresas al no participar en forma determinante en una corriente de acción que debería tener como uno de sus propósitos fundamentales la definición de objetivos básicos para ser contemplados dentro de una política nacional de ciencia y tecnología.

Y es que si no se crean fondos para el fomento de las ciencias en nuestro país, seremos incapaces de producir tecnología y por ende, no estar al nivel de países desarrollados. Por eso es de mucha importancia desarrollar nuestras ciencias para poder aportar nuestros conocimientos al mundo. Como indica Ralph Gomory (1984) en su ensayo “El desarrollo de la tecnología” que: “el desarrollo tecnológico es sensitivo al detalle y a la cultura en la cual está inmerso… debemos seguir adelante con ella, gran parte de nuestro bienestar individual y nacional depende del éxito que tengamos con ella.

En República Dominicana este es un tema muy ignorado, será por hecho de preferir la tecnología extranjera porque aunque sea más cara la calidad es superior a los productos nacionales. Por una parte es muy cierto, pero hay que reconocer que son consecuencias de la falta de recursos y de apoyo que se le brindan a este sector. Por ejemplo, no poseemos de maquinarias ni instrumentos sofisticados para la investigación científica ni producción

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