Contabilidad y Administración de Empresas
Enviado por jorgecons • 11 de Agosto de 2013 • 2.394 Palabras (10 Páginas) • 379 Visitas
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Eduardo Bueno Campos es Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid (1971); Catedrático de Economía de la Empresa (Área de Organización de Empresas) en la Universidad Autónoma de Madrid, donde ha sido Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (1977-1982); y vicerrector de Asuntos Económicos (1982-1985).Fue fundador del Instituto Universitario de Investigación de Administración de Empresas–IADE (1982), siendo Director del mismo hasta 1997, y volviendo a dirigirlo desde julio de 2002 hasta el presente. Ha sido consejero del Banco de España (2000-2004); Presidente y Director de Euroforum Escorial (1997-2001), miembro de la Comisión Redactora del Informe Olivencia de Buen Gobierno de las Sociedades (1997-2001); y del Grupo de Trabajo de Expertos de la OCDE en el Gobierno de las Sociedades (1998-2000).
Actualmente es Director del Área de Gestión del Conocimiento y Consejero de Innovación del Parque Científico de Madrid, Vicepresidente Primero de la Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA) y Presidente de su Comisión de Principios de Organización y Sistemas. Asimismo, es Presidente de Honor de la Red Iberoamericana del Conocimiento, miembro del International Council (INSEAD) y forma parte de la Junta Directiva del Club Financiero Génova. Lleva más de cuarenta años dedicado a la docencia y ha dirigido numerosas tesis doctorales a destacados profesores y profesionales y participado en diferentes tribunales en universidades europeas. Ha sido docente de la Universidad de la Sorbona de París, de la Universidad Autónoma de Lisboa, y de la Escuela de Estudios Superiores de Comercio de Nantes, entre otras.
En palabras del Catedrático de Economía de la Empresa, D. Eduardo Bueno Campos, la estrategia empresarial es la " respuesta que representa la utilización de los recursos disponibles de acuerdo a unas capacidades específicas poseídas para alcanzar la misión y objetivos fundamentales, teniendo en cuenta determinados condicionantes de un entorno y una situación de rivalidad entre los participantes en el ámbito de referencia." Es decir, nuestra capacidad para anticiparnos a los acontecimientos y conseguir que nuestro entorno empresarial nos sea beneficioso. Sus líneas de estudios van en ayuda de los análisis de las decisiones empresariales, dirección estratégica de la empresa, organización de empresas: estructura, procesos y modelos, dirección eficiente,
Dentro de su aporte en cuantos a estrategias ha planteado sus ideas en espacios del diario donde menciona sus aportes en relación a las industrias y su integración en la CCE. La situación por la que atraviesa la economía mundial por ejemplo caso de España está obligando a una revisión profunda de los análisis y de las soluciones conocidas. La intensidad del cambio tecnológico y social de los últimos y recientes años y la aparición de nuevos partícipes en la división internacional del trabajo hacen diferente y peculiar la presente crisis económica. En consecuencia, diferentes deberán ser las estrategias y políticas a seguir por los agentes del sistema económico, enfrentados a una competencia internacional -producto de la mundialización de la economía- cada vez mayor y más difícil, lo que conduce a una marginación de las empresas que no han podido adaptarse a las nuevas exigencias de la industria y del mercado actual. Esta situación exige un claro conocimiento de la estructura industrial, así como del nivel de competitividad en el mercado mundial de cada agente. En este sentido se están planteando y aplicando en los últimos años procesos de ajuste y políticas de reestructuración de sectores y de empresas, tanto en cuestiones de tecnología y de inversión como organizativas y de gestión. Pero no basta con esta política si no se saben generar las "estrategias de salida de la crisis", las cuáles pasan necesariamente por una evidente puesta al día en el terreno tecnológico y en el campo de la dirección y organización, esfuerzo innovador que ha de ir acompañado de buenas dosis de creatividad e imaginación que permitan un acertado aprovechamiento de las fuerzas y una reducción de las debilidades de la estructura productiva y comercial del país, analizado a nivel sectorial y empresarial.
La nueva encrucijada de los países en problemas de crisis podría ser que Los empresarios han de definir unas estrategias y unas políticas adecuadas al nuevo escenario, que precisamente por ser nuevo dificultará aún más la elección estratégica, en cuanto que incorpora mayor incertidumbre, la cual se reducirá si antes se profundiza en la evaluación comparativa de los sectores y de las empresas. De los estudios realizados en comparación con la CEE se desprenden los siguientes rasgos: a) una estructura productiva menos desarrollada, caracterizada por el menor aprovechamiento de inputs dinámicos y estratégicos, intensivos en capital, junto a una clara dependencia exterior; b) una mayor utilización de mano de obra, y c) una menor productividad total. Rasgos que hacen necesario definir una adecuada política industrial y comercial para aprovechar las ventajas comparativas de algunos productos a corto plazo y potenciar las que se deriven de la política de ajuste a medio plazo.
En cuanto al estado actual de la estrategia empresarial, hay que señalar dos cuestiones que dificultan su elaboración, al menos con un grado de eficacia deseable: a) la inestabilidad o turbulencia del entorno, y b) la de la organización. En definitiva, estos dos fenómenos caracterizan la crisis industrial actual: conflicto de intereses, pérdida del liderazgo en la dirección, disminución de la capacidad de decisión del empresario, inadecuación de las estructuras actuales de organización ante la movilidad del cambio tecnológico y social, etcétera.Si la incorporación de la actividad estratégica a la dirección es relativamente moderna, la aparición virulenta de la crisis ha producido el retraimiento de la misma, lógica en una primera etapa, pero improcedente una vez superados los momentos iniciales, pues si algo puede ayudar a salir de la crisis es la citada actitud estratégica, si bien sus soluciones puede que sean distintas a las que conocía la ortodoxia de la planificación estratégica de finales de los sesenta. La necesaria adaptación al entorno actual exige la respuesta a la siguiente cuestión: ¿puede existir una estrategia empresarial sin una política industrial de Estado? Creo que hay que aceptar su complementariedad, la idea de que representan las partes de un proceso negociador. Es decir, primero se debe definir la política industrial en el contexto de la planificación económica, definición que se explicita en unas estrategias de industrialización a corto, medio y largo plazo, que implican
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