Deficit Tecnologico
Enviado por Josemanuelromero • 14 de Junio de 2014 • 463 Palabras (2 Páginas) • 291 Visitas
Dr. José Manuel Romero Ibáñez
DÉFICIT TECNOLÓGICO
Estamos viviendo una verdadera redistribución de valores y posiciones a nivel planetario debido a la dificultad de adaptarse a los cambios de paradigma.
No hay duda de que, frente a las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) , los ricos y los que tienen acceso a la educación superior salen favorecidos. Pero la inversión mínima requerida para acceder a ellas baja más rápido que ciertas barreras culturales, como lo ilustran las dos anécdotas vívidas durante un viaje reciente.
La primera tiene como cuadro una cena de intelectuales y artistas. La situación nacional monopolizó la mayor parte de las discusiones pero, también se habló de tecnología. Bendita idea que permitió volver a encontrar concenso y, casi , unanimidad para rechazar las TICs, juguetes de ricos y de gringos. Escritores y profesores las utilizan como si fueran máquinas de escribir – a las cuales les tienen menos cariño que a las de “antes”- pero desconocen a los módems, instrumentos superfluos y hasta peligrosos que contribuyen a destruir el arte epistolar.
Esta gente que vive bien, si quiere tomar en cuenta la situación de la mayoría de los mexicanos, vacila antes de dedicar una parte importante de su presupuesto a este rubro, a pesar de los reclamos de sus adolescentes. No están convencidos que constituya una inversión necesaria. Para justificar sus reticencias, innovan auténticos problemas como la dominación el inglés n el Internet y el hecho que los pobres tienen poco acceso.
Usuarios reticentes, prefieren rechazar el fenómeno más que combatir sus fallas desde adentro.
El mismo tema fue abordado en un tono distinto al día siguiente en un taxi que me llevaba al Tec. de Monterrey donde iba a dar un curso. Apasionado por el tema, el chofer me contó cómo, cuando era empleado en una oficina editorial, un día se descompuso su computadora. Su jefe le pidió que la compusiera , no tenía ni idea. Pero, debido a que era esto o traer un ingeniero desde lejos, se aventó con el manual en la mano y lo logró.
Fue como una revelación, aprendió más y fundó una pequeña compañía de servicios computacionales a empresas. Quebró a raíz de la crisis de diciembre del 94, y tuvo que dedicarse a taxista. Un promedio de 12 horas diarias le permitieron comprarse 5 computadoras y está a punto de mudarse a un municipio del estado de México donde quiere montar un café internet. Está fascinado por su hija de 6 años que ya juega ajedrez con la computadora y le acaba de pedir que le explicara como funciona la máquina. Lo hizo con gusto y está convencido de que ella entiende.
Junio 2004
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