Desempleo, desocupación, cesantía o paro
Enviado por melissal • 11 de Julio de 2013 • 2.973 Palabras (12 Páginas) • 291 Visitas
1.1 DESEMPLEO
Desempleo, desocupación, cesantía o paro, en el mercado de trabajo, hace referencia a la situación del trabajador que carece de empleo y, por tanto, de salario. Por extensión es la parte de la población que estando en edad, condiciones y disposición de trabajar -población activa- carece de un puesto de trabajo.
Para referirse al número de parados de la población se utiliza la tasa de desempleo por país u otro territorio. La situación contraria al desempleo es el pleno empleo.
Además de la población activa, en la que se incluye tanto a los que están trabajando como al conjunto de los parados o desempleados de un país, la sociedades cuentan con una población inactiva compuesta por aquellos miembros de la población que no están en disposición de trabajar, sea por estudios, edad -niños y población anciana o jubilada-, enfermedad o cualquier otra causa legalmente establecida.
Para que exista el desempleo se necesita que la persona desempleada desee trabajar y que acepte los salarios actuales que se están pagando en un momento dado. Las causas de esta situación son múltiples, produciendo como consecuencia distintos tipos de desempleo (cíclico, estructural, frIccional y monetario). Además existe el desempleo tecnológico que se origina cuando hay cambios en los procesos productivos que hacen que las habilidades de los trabajadores no sean útiles.
1.1.1 TIPOS DE DESEMPLEO
Existen cuatro tipos fundamentales de desempleo:
$ Desempleo estructural.
$ Desempleo cíclico.
$ Desempleo friccional.
$ Desempleo monetario.
En economías periféricas y en sectores que sufren períodos de baja y alta actividad (agricultura, hostelería,...) puede considerar un quinto tipo:
$ Desempleo estacional.
Además de estos tipos puede hablarse de desempleo de larga duración, desempleo abierto, desempleo en iniciadores y desempleo oculto entre los inactivos o trabajadores desalentado.
1.1.1.1 DESEMPLEO ESTRUCTURAL
El desempleo estructural corresponde técnicamente a un desajuste entre oferta y demanda de mano de obra (trabajadores). Esta clase de desempleo es más pernicioso que el desempleo estacional y el desempleo friccional, además no depende del tiempo sino de la capacidad de absorción de fuerza de trabajo que tiene el capital constante, cuya acumulación promueve un aumento de la productividad de la fuerza de trabajo y contradictoriamente promueve un mayor desempleo estructural. En esta clase de desempleo, la característica de la oferta suele ser distinta a la característica de la demanda lo que hace probable que un porcentaje de la población no pueda encontrar empleo de manera sostenida. Por lo anterior, los economistas ligados al Estado no pueden admitir que un país esté bajo este tipo de desempleo pues se trata de una situación grave para una población asalariada de un punto o sector determinado. Además, en un contexto de libre mercado, se suma a la crisis de las masas asalariadas la de las medianas y pequeñas empresas que no logran adaptar su respuesta a la crisis cíclicas del sistema capitalista en la que sólo los grandes conglomerados empresariales- holdings- pueden funcionar.
Por otro lado, el factor tecnológico es un elemento a considerar permanentemente en las crisis capitalistas. La fusión de las empresas motrices del sistema (que incurren en monopolio) y el constante progreso tecnológico hace que la mano de obra sea menos requerida en alta tecnología, desplazándose grandes masas hacia trabajos informales o de carácter trabajo precario. Coinciden dos fenómenos: sobreproducción y desempleo estructural (con subempleo). Las respuestas neoliberales tradicionales, en una economía globalizada no resuelven el desempleo estructural y requieren medidas keynesianas y otras de caracter estructural como la reducción del tiempo de trabajo y la implantación de modelos de redistribución de la renta entre los subempleados y desempleados (renta básica universal, rentas de inserción, salarios sociales o ingreso ciudadano).
Las características principales que advierten de un desempleo de tipo estructural son:
$ Desajuste sostenido entre la calidad y características de la oferta y la demanda.
$ Desadaptación del conjunto de los actores económicos respecto a la economía externa e incapacidad del mercado interno para paliar esa diferencia.
$ Obsolescencia gráfica de un modelo productivo determinado.
CEPAL y Anibal Pinto Santa Cruz han venido desarrollando durante los últimos 60 años el enfoque estructuralista respecto del funcionamiento de las economías latinoamericanas. Este enfoque ha sido fuertemente atacado por la visión económica denominada neo liberal. Anibal Pinto desarrolló en concepto de heterogeneidad estructural para poder entender el por qué en la economías latinoamericanas no se han cumplido los postulados neo liberales, no obstante la enorme cantidad de ensayos realizados para ponerlos en práctica.
El Programa Regional del Empleo (PREALC) de la OIT desarrolló el concepto de segmentación de los mercados de trabajo a objeto de incluir en el instrumental de análisis la heterogeneidad estructural que planteaba Pinto y la CEPAL.
En el enfoque el PREALC se sostiene la existencia de profundas diferencias de comporamiento entre los mercados de trabajo rurales y los urbanos; y entre las franjas modernas y tradicionales de la economía. De modo que en lugar de existir un mercado de trabajo único, homogéneo, competitivo, atemporal y aespacial como sostiene la visión neoliberal, existirían al menos cuatro segmentos diferenciados al interior del mercado de trabajo como un conjunto: el sector tradicional rural, el sector informal urbano, el sector moderno rural y el sector moderno urbano.
1.1.1.2 DESEMPLEO CICLICO
Este tipo de desempleo ocurre sólo por un ciclo, en este caso, sus consecuencias pueden llevar a países con instituciones débiles a la violencia y finalmente la desobediencia civil. En países desarrollados la situación puede provocar vuelcos desde las políticas de Estado hasta definitivamente la adopción de un sistema económico distinto como pena del debilitamiento institucional. Un caso de desempleo cíclico ha sido la crisis mundial de 1929.
Para economistas como Arthur Cecil Pigou el desempleo prácticamente ocurría sólo por razones del ciclo económico, y durante la crisis de los años treinta sostuvo aquello y tuvo que enfrentar a un duro opositor a su visión económíca neoclasica de parte del economista británico de la Universidad de Cambridge John Maynard Keynes.
De Cecil Pigou se suele decir
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