Diseño de la cadena de suministro
Enviado por JORGE WALKIRIA • 4 de Julio de 2021 • Documentos de Investigación • 11.058 Palabras (45 Páginas) • 126 Visitas
UNIDAD 1
Localizar y reporta la información sobre el nivel de competitividad de México según la OCDE.
¿Qué es una estrategia de habilidades? Mejores competencias, destrezas y habilidades para mejores empleos y mejores condiciones de vida. En el siglo XXI, las competencias, destrezas y habilidades se han convertido en el factor clave para lograr el bienestar individual y el éxito económico de una sociedad. Sin una inversión adecuada en estos ámbitos1 , la población languidece al margen de la sociedad, el progreso tecnológico no se transforma en crecimiento y los países son incapaces de competir en una economía mundial que se basa cada vez más en el conocimiento. La Estrategia de Habilidades de la OCDE representa un marco a través del cual los países pueden analizar sus fortalezas y debilidades para emprender acciones concretas relacionadas con los tres pilares de un sistema nacional de habilidades:
1) desarrollo de competencias relevantes, desde la infancia a la edad adulta;
2) activación de esas competencias en el mercado laboral, y
3) uso de las competencias de manera eficaz para la economía y la sociedad. Además de estos tres principios relacionados entre sí, el marco de la Estrategia de Habilidades de la OCDE busca promover el fortalecimiento del sistema general de competencias a fin de desarrollar aquellas con potencial para traducirse en mejores empleos y condiciones de vida.
México enfrentará a ocho desafíos fundamentales en materia de competencias. México reconoce la necesidad de un enfoque integral que involucre a los tres niveles de gobierno en materia de formación, activación y uso eficaz de habilidades. La importancia de las competencias y del capital humano ha sido reconocida por el Gobierno mexicano como una prioridad. Por lo anterior, el Comité Nacional de Productividad (CNP), un órgano consultivo público-privado facultado para realizar recomendaciones vinculantes con el fin de incrementar la productividad, acordó trabajar en una estrategia de formación de habilidades con una visión a largo plazo. Después de Noruega, México es el segundo país miembro de la OCDE que emprende el proceso de articulación de una estrategia nacional de competencias con la OCDE que combina tanto fases de diagnóstico como de acción. El presente Informe de Diagnóstico presenta ocho desafíos para México en términos de competencias. Estos desafíos se identificaron a través de dos talleres interactivos —en los que participaron representantes del sector empresarial laboral y la academia—, reuniones bilaterales con funcionarios públicos y expertos en la materia, respuestas a cuestionarios específicos de la OCDE así como debates internos con expertos de la OCDE, y a través del análisis de documentos e información de esta organización , la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Gobierno mexicano. Los primeros seis desafíos identificados se ubican dentro de los tres pilares del marco de análisis elaborado por la Estrategia de Competencias de la OCDE: (1) desarrollo, (2) activación y (3) uso efectivo de competencias. Los últimos dos desafíos versan sobre cómo propiciar las condiciones que fortalezcan el sistema de competencias en su conjunto
Todos los desafíos identificados están estrechamente interrelacionados. Si los esfuerzos se reducen a políticas sectorizadas se corre el riesgo de no ayudar integralmente a grupos específicos en México, como las mujeres y los jóvenes. De la misma forma, una acción coordinada dentro del gobierno, en plena comunicación y cooperación con otros agentes sociales, es necesaria para fortalecer la capacidad de la economía y de la sociedad de sentar bases sólidas para un futuro próspero. Estos vínculos se destacarán a lo largo del informe
Todos los desafíos identificados están estrechamente interrelacionados. Si los esfuerzos se reducen a políticas sectorizadas se corre el riesgo de no ayudar integralmente a grupos específicos en México, como las mujeres y los jóvenes. De la misma forma, una acción coordinada dentro del gobierno, en plena comunicación y cooperación con otros agentes sociales, es necesaria para fortalecer la capacidad de la economía y de la sociedad de sentar bases sólidas para un futuro próspero. Estos vínculos se destacarán a lo largo del informe
correctamente y contar con oportunidades de desarrollo profesional a lo largo de su carrera. La reciente Reforma Educativa que recompensa a los docentes con alto rendimiento y ofrece oportunidades de desarrollo profesional a aquéllos que requieren más apoyo, deberá fortalecer la calidad de la educación en México. Los sistemas de información y de orientación profesional pueden ayudar a los estudiantes a tomar decisiones conscientes sobre su progreso en el sistema educativo. El gasto anual por estudiante ha aumentado en México; sin embargo, el gasto destinado a educación primaria y secundaria en términos absolutos sigue siendo el más bajo de la OCDE. La distribución de fondos puede ser más eficaz: las diferencias en la calidad de los recursos educativos entre escuelas más favorecidas socioeconómicamente y las más desfavorecidas son de las mayores de la OCDE. Desafío 2. Aumentar el acceso a la educación superior a la vez que se mejora la calidad y la relevancia de las competencias desarrolladas en dicho nivel educativo
∙ La educación superior ofrece una gran cantidad de beneficios a las personas y a la sociedad. Los egresados de educación superior cuentan con mejores competencias y una mayor productividad, lo que significa que tienen más posibilidades de encontrar trabajo en la economía formal y de ganar salarios más altos. Asimismo, suelen disfrutar de una mejor salud, registran una menor tasa de delincuencia y participan de manera más plena en los procesos políticos y la sociedad. Una población más formada se asocia con un sector formal amplio, mayores ingresos fiscales, menores costos de las prestaciones sociales y menor delincuencia, así como con una mayor productividad, lo que fomenta la prosperidad económica y mejores niveles de vida.
∙ Un porcentaje reducido de estudiantes mexicanos concluyen sus estudios de nivel superior. El 16% de la población entre 25 y 64 años había cursado educación superior en 2015; porcentaje muy por debajo de la media de la OCDE de 36%. El acceso varía de forma considerable por regiones, con una tasa de participación elevada en la Ciudad de México y una tasa mucho menor en la mayor parte del resto de las entidades federativas. El índice de participación en educación superior es similar entre hombres y mujeres, aunque hay algunas diferencias por área de estudio. El índice de participación entre determinados grupos vulnerables es preocupante, tal es el caso de los estudiantes indígenas. Mejorar el acceso de manera generalizada entre regiones fomentaría el bienestar de los egresados, pero también el del país en su conjunto. Asimismo, fomentar el acceso de los grupos vulnerables podría contribuir a la movilidad social y a mejorar la cohesión social.
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