El Impacto de la digitalización en el sector eléctrico
Enviado por Ricardo Palacios • 18 de Junio de 2017 • Ensayo • 603 Palabras (3 Páginas) • 232 Visitas
Impacto de la digitalización en el sector eléctrico
- Introducción
En este ensayo hablaremos del impacto de la digitalización empresarial, los retos y oportunidades que esta conlleva.
Hablamos con frecuencia de digitalización, de impacto de las tecnologías asociadas a internet en nuestras vidas y en el devenir de nuestras empresas. Un reto y una oportunidad o un riesgo en función de cuál sea nuestra actitud y los recursos que dediquemos a la transformación digital de nuestra compañía. Digitalización significa transparencia, velocidad de transmisión de la información, reducción del time to market, incremento de la competencia, etcétera, pero también significa simplificación de procesos y de costes asociados, apertura de nuevos mercados, mejor conocimiento de nuestros clientes, mejora continua, innovación, etcétera. Digitalización es sinónimo de futuro inmediato, prácticamente de presente en las empresas. Da poder al cliente, sin duda, pero apoya simultáneamente la capacidad de competir de las compañías. Y no es una opción. El consenso de los analistas estima que un 40% de las empresas desaparecerán en los próximos 10 años si no afrontan la digitalización de forma proactiva. (Gascó, 2016)
Las compañías saben que las nuevas tecnologías han transformado su relación con los consumidores y no quieren quedarse rezagadas en esta carrera de fondo. (LÓPEZ, 2016)
- Desarrollo
Las tecnologías de la información y comunicación han hecho posible el cambio de la lógica del negocio a nivel empresarial, dotándolas de herramientas para mejorar su rendimiento y eficiencia en todos sus niveles. Con la llegada de las tecnologías de la información y comunicación llega la digitalización empresarial y en el sector eléctrico no ha sido la excepción causando una revolución del sector energético.
La transformación de las redes eléctricas en inteligentes o ‘smart grids’ mejora la calidad del servicio y permite a los usuarios gestionar su consumo en cualquier momento. Las redes inteligentes son capaces de integrar las decisiones que adoptan todos los usuarios del sistema gracias a que los flujos de energía van acompañados de flujos de información. En este esquema, los consumidores tienen un papel activo con capacidad para tomar decisiones que modulen sus necesidades y sus costes energéticos. El carácter bidireccional del sistema permite mantener un control continuo de la demanda y de las incidencias en la red, prevenir eventuales problemas, reducir pérdidas y minimizar las emisiones de CO2. En definitiva, mejorar la calidad y la sostenibilidad del servicio. La mayor tecnificación de las redes de distribución permite que sean capaces de gestionar sistemas y elementos más complejos, y abrirá la puerta, por ejemplo, al despliegue a mayor escala de centrales de generación distribuida como microcogeneración, minieólicas y fotovoltaicas. (VANGUARDIA, 2016)
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