Energía Atómica

La energía ATÓMICA o NUCLEAR

Es una forma de energía que, según las maneras de aprovecharla, se utiliza desde mediados del siglo XX para generar corrientes eléctricas, curar el cáncer, esterilizar material médico, pero también, lamentablemente, para producir terribles bombas.

El átomo y sus fuerzas

Todos los átomos tienen un núcleo con dos tipos de partículas: protones, de carga eléctrica positiva; y neutrones, sin carga. A su alrededor giran los electrones, de carga negativa

En condiciones normales, un átomo tiene igual número de protones y de electrones; por lo tanto, la carga eléctrica de un átomo es cero. Es decir que las cargas positivas y negativas se equilibran.

Los electrones son los responsables de que se unan los átomos en las moléculas o en otras estructuras complejas, como los sólidos cristalinos.

En el núcleo, los protones con carga positiva se repelen y tienden a expandirse; así el núcleo se agranda. Esto en realidad no ocurre, pues los neutrones mantienen a los protones reunidos, desplegando una fuerza enorme que los "pega". Esa fuerza se llama fuerza hadrónica o nuclear. En síntesis, los neutrones son una especie de "pegamento" que permite mantener estable el núcleo.

En núcleos muy pesados, como el plutonio y el uranio-235 (usados para obtener energía eléctrica), la fuerza de los neutrones no es suficiente para lograr la estabilidad del núcleo cuando los golpea un neutrón y se vuelve inestable y puede partirse en dos (fisión nuclear) y sus partes chocan con los átomos vecinos que, a su vez, también se rompen, durante este proceso se produce una explosión de calor y radiaciones peligrosas. Pero el proceso puede controlarse; entonces, el calor se utiliza para mover generadores eléctricos, y ciertas radiaciones se usan para eliminar tumores, esterilizar agujas hipodérmicas, etc.

Desde su descubrimiento, la energía atómica no fue bien vista a causa de su aplicación en el campo militar: basta con recordar las detonaciones de Hiroshima y Nagasaki, y sus horrorosas consecuencias, como también el peligro que implica para la humanidad la presencia de arsenales nucleares en países que tienen intenciones bélicas.

La energía nuclear presenta aspectos positivos, relacionados con su uso para la obtención de energía eléctrica, medicina, y en la producción agraria; también se emplea para la esterilización de otros productos tecnológicos. Cuando la energía atómica se aplica con estos objetivos, se hace referencia a la "utilización pacífica de la energía atómica".

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