Expresion

A lo largo de los dos cuentos existen puntos a los que se regresa más de una vez, como un movimiento circular u obsesivo de volver a la misma idea, de volver a la misma pregunta; como una manera de reafirmar la fe, Revueltas duda de ella, como una forma de materializar lo abstracto, Revueltas encuentra en los sentidos lo aparentemente sinsentido, lo irracional del amor lo encuentra en la materia: “¿Cuándo llegarían? Eran aguardados con ansiedad y al mismo tiempo con un temor lleno de cólera…” (Revueltas 13) “¿Cuándo llegarían? ¿Cuándo y cómo? Dos entidades opuestas, enemigas, diversamente constituidas, aguardaban allá: una masa nacida en la furia…” (Revueltas 15) “Tiene color y aroma el recuerdo. Es azul como los cielos de mayo al mediodía, y huele a cosas de la vida: huele a casa, a besos, a vestidos, a todo lo vulgar y todo lo extraordinario.” (Revueltas 75) “Tiene color y aroma la existencia feliz, el amor. Un color de cielo en primavera; un aroma a cosas diarias, hermosamente triviales y lejanas.”(Revueltas 78)

Estos dos cuentos de Revueltas son un ejemplo de la visión que permeó en su vida y su obra. Un regreso a lo elemental, el agua es vida. Una vuelta a lo terrenal, Dios se manifiesta en el nacimiento. Lo único que separa a la vida y la muerte, a Dios y al hombre, es la materia; pero los separa para volver a unirlos. Todo es luz o ausencia de ella: “Se puede morir después de que la luz se abra sobre nuestras frentes”. (Revueltas 81)

Revueltas logra lo que en ocasiones parece imposible, reconciliar lo divino y lo humano, pero ¿qué divinidad más evidente que el mismo hombre? Todo hombre es prueba viviente de la existencia de Dios. Dios habita en el hombre, en su llegada al mundo, pues cada nacimiento es milagroso. Dios está en la sed del hombre, Dios está en el agua, Dios está en la sed saciada. Mayor prueba de Dios que una mujer embarazada es una mujer dando a luz. Una mujer que da a luz, es una mujer que da vida, como Dios ha dado vida, la mujer ha dado vida y de la expresión dar a luz podemos deducir que la vida es luz, lo mismo que el agua es vida. El agua y la luz como pruebas físicas de la existencia de Dios.

El instante del nacimiento y de la muerte como el umbral que une lo humano con lo divino. Dios es un instante continuo, Dios el amor que fue un instante y que se ha extendido hasta dar una nueva vida: “Mientras el pasado había sido un segundo, un eterno y maravilloso instante, ese cuerpecito del hijo era un siglo, el tiempo, la tierra presente.” (Revueltas 80) Lo irracional del amor, de un eterno instante se convierte en materia, en carne, en tierra.

Dios existe en la tierra, Dios existe en una mujer, una mujer existe en la tierra y Revueltas quien también pasó por la tierra encontró, después de una exhaustiva búsqueda, de una mortal búsqueda; las palabras para materializar sentimientos humanos tan profundos como confusos.

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