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Factores Del Medio Ambiente


Enviado por   •  10 de Diciembre de 2013  •  3.360 Palabras (14 Páginas)  •  509 Visitas

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Hemos hablado de unas exigencias que presentan los animales en lo que se refiere a la instalación del conejar.

Ahora vamos a tratar las necesidades de confort de estos animales orientadas a la regularidad productiva.

La máxima productividad no se debe conseguir en épocas determinadas, sino que debería ser una constante anual y para ello es necesario evitar las alteraciones debidas a la estacionalidad y a la climatología, así como privar el paso a la numerosa problemática patológica que estará más al acecho cuánto más industrialicemos la actividad.

En definitiva, el cunicultor debe procurar un máximo confort ambiental para conseguir un buen desarrollo de la actividad y para ello protegerá a los animales de las posibles agresiones físicas o biofísicas y patológicas.

Los factores relacionados con los animales y que determinan el confort del conejar son: la temperatura y la humedad, ambas interrelacionadas con la ventilación que permite regular la temperatura, reducir la humedad producida por los animales y evacuar los gases tóxicos. Añadiremos la iluminación tan necesaria como útil para el estímulo reproductivo.

Temperatura

La temperatura ambiental de un conejar se debería situar entorno los 18º C.

Se pueden considerar temperaturas óptimas en maternidad de 15 a 24º C con extremos de 8º C y 28º C. En el engorde, situamos el óptimo en función a los rendimientos, tolerando una variación térmica entre 6º C y 30º C teniendo en cuenta que por debajo los 15º C los gazapos consumirán más alimento diario lo que repercutirá en incrementar el costo de producción y por encima de los 24º C consumirán diariamente menos alimento lo que repercutirá en atrasar su peso al sacrificio manteniéndose más días en el engorde.

Se puede considerar a la temperatura como el factor más importante. Su influencia abarca aspectos muy diversos:

Sanidad: El frío es el máximo responsable de la mortalidad en los nidos así como suele ser buen promotor del síndrome respiratorio de los conejos. Favorece la agalactia y las mastitis. El calor, por su parte, influye negativamente en exceso desarrollando problemáticas entéricas, desequilibrios digestivos y la muerte a 40º C.

Reproducción: El calor tiene efectos negativos tanto en las hembras como en los machos reproductores. A partir de unas temperaturas elevadas se observa en los conejares que la fertilidad decrece, pudiéndose correlacionar con una alteración de la espermatogénesis en los machos, los cuales presentan una esterilidad temporal o bien una gran irregularidad en la cantidad y calidad del semen. En cuanto a las hembras, éstas se manifiestan poco receptivas (vulvas blancas y sin turgencia) o bien infecundas. Diversos autores lo atribuyen al notorio descenso en el consumo de alimento (proteína-energía) durante la estación veraniega, con potenciación de la problemática debida al fotoperíodo (día-noche). La mortinatalidad es otro aspecto negativo a considerar.

Conversión: El conejo precisa de una energía para regular su temperatura corporal. Es importante señalar que el costo de la kilocaloría alimenticia es superior al de la Kcal de calefacción, lo cual debe predisponer al cunicultor a usar fuentes de calor en épocas frías. Se observa que con bajas temperaturas el consumo de alimento (ración seca) aumenta para decrecer a medida que el grado térmico aumenta. El conejo produce calor gracias a la oxidación de los alimentos consumidos o de sus reservas para mantener constante la temperatura corporal. También, como necesidad vital, puede evacuar calor y lo hace como:

Calor sensible, emitido por la superficie corporal y expresada en Kcal./hora: por irradiación en emisión directa ya que la temperatura del cuerpo es superior a la de los materiales y local, por convexión al estar los animales en contacto con las capas del aire y por conducción como transmisión directa por contacto con el material.

Calor latente, expresado en g/hora de vapor de agua, fruto de la respiración.

Es imprescindible para mantener la temperatura corporal que el calor recibido y producido sea igual al calor emitido y perdido. Para ello, el conejo tiene varios medios:

Sus extremidades, cola y principalmente orejas, regulan la temperatura corporal por vasoconstricción y vasodilatación cuando la temperatura ambiental es inferior a la del cuerpo (39-39,5º C).

Emisión de calor sensible gracias a su actitud, reduciendo (encogido) o aumentando (estirado) la superficie corporal en contacto con el ambiente.

El ritmo respiratorio, gracias al cual reduce o aumenta la producción de calor latente.

En definitiva, significamos la importancia de la temperatura en período frío que tiene su punto clave en los nidos, cuyo valor se sitúa por encima de los 30º C y en el equilibrio entre el coste de la alimentación y el coste de la calefacción. Para evitar el defecto en la temperatura, el cunicultor puede recurrir a la calefacción que se instalará de acuerdo con el diseño del conejar, con aparatos distribuidos por el local, generadores de aire caliente en un extremo o bien precalentando una sala aneja desde donde parte la ventilación dinámica.

En cuanto al verano o época de calor, el objetivo debe ser reducir al máximo la temperatura y para ello el cunicultor puede optar por una adecuada ventilación en la que incorporará sistemas de evaporación de agua (en humedades bajas), así como aislar cubiertas, encalarlas, regarlas, protegerlas de la radiación directa y/o aislarlas, todo ello sin olvidar la posibilidad de un arbolado o protección vegetal. Encalar paredes y puertas exteriores también suele ser un buen consejo.

Humedad

La higrometría es la medida de la humedad del aire. La capacidad del aire en agua aumenta con la temperatura y conlleva a un descenso de la humedad en valor relativo, es decir, lo que se llama el grado higrométrico.

A 0º C y 100% HR, 1 m3 de aire contiene 3’8g de agua.

A 30º C y 100% HR, 1 m3 de aire contiene 27’3g de agua.

A 30º C y 80% HR, 1 m3 de aire contiene 21’7g de agua.

El grado higrométrico es la relación entre el peso real de vapor de agua contenido en el aire y el peso máximo de agua que puede contener, estando saturado a la temperatura considerada.

Cuando la temperatura desciende, la humedad tiende a aumentar. Es por ello que en invierno y cuando en los conejares no existe calefacción, la higrometría puede ser elevada. Cuántas veces, entrando en granjas cuya temperatura es baja pero superior a la del exterior, tenemos una sensación de frío

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