Filosofía Política y Ciencia Política

Filosofía Política y Ciencia Política

Ética y política

1.1. Etimología y conceptos de política y de ética

Se refiere a la ciudad-estado. Actualmente evoca a los partidos políticos y a los modos de gobernar. Restrictivamente se refiere a las actividades del poder para el gobierno de la comunidad, para acceder a ese poder o para conservarlo. En sentido amplio abarca cualquier conducta que influya en los asuntos públicos.

Ética significa en griego comportamiento o carácter adquirido. Se traduce al latín como moral (costumbre). Ambos términos no son del todo sinónimos, pues la ética se usa para la reflexión teórica y la moral para la realización práctica. La ética no debe confundirse con el civismo o con las convenciones sociales. La ética no afecta sólo a las decisiones individuales, sino que se relaciona también con modelos sociales y con las normas morales que ofrece.

En las relaciones entre ética y política se dan opciones entre las siguientes concepciones teóricas:

Anarquía: niega la posibilidad de relación entre ética y política porque todo poder político es en sí mismo injusto.

La filosofía política y la ciencia política (o politología) tienen por común objeto de estudio el Estado y su funcionamiento, pero el propósito de su disciplina seria predominantemente normativo, mientras que el de la politología seria sobre todo descriptivo y explicativo. Esta se ocuparía de conocer como es la organización política, y aquella en prescribir como debe ser. Lo que no hace la ciencia, es tematizar sus estándares normativos y valorativos para someterlos a una reflexión crítica, ni siquiera para distinguir precisamente entre el orden nomológico y axiológico.

La filosofía política es necesaria sencillamente porque hay una dimensión filosófica de la política y su comprensión interesa a todos objetivamente para no malentender la cosa pública.

El autor expresa que la mayor parte de la ideas de la filosofía política eran conocidas previamente por los ciudadanos, ya que estos podían adquirirla sin necesidad alguna de poseer algún conocimiento superior, ya que en estas sociedades “racionalizadas” se puede adquirir con una simple socialización. Pero el problema surge debido a que este conocimiento es erróneo e incierto, y las personas lo comparten creando así confusiones y creencias dispersas que no encajan entre sí.

Por ello la tarea del filósofo es la de corregir estas incoherencias y contribuir a los criterios o estándares compartidos produciendo así la tarea de definir de esta manera la filosofía política.

¿Qué es la Política?

Para Hannah Arendt, la filosofía no ha encontrado respuesta a esta pregunta, ya que se debe a que todos los grandes pensadores se han ocupado del hombre, siendo así que la política se basa en el hecho de la pluralidad de los hombres.

Según Arendt en sus escritos el hombre es a – político. La política nace en – entre – los hombres, por lo tanto fuera del hombre. La política surge en el entronizado y se establece como relación. Donde quiera que los hombres se junten, se abre un paso entre ellos un mundo y es en este “espacio entre” donde tienen lugar todos los asuntos humanos.

En su libro Introducción a la Política de Hannah Arendt (1950): Aristóteles con su expresión de que el Hombre es un Zoon Politikon, establece al hombre como si la política fuera parte de él, o sea, parte de su esencia, el hombre como animal político, y es aquí donde surgen diversos puntos de vista filosóficos sobre la filosofía política.

La filosofía política el arte de hacer políticamente posible lo que parece imposible

Friedrich Hayek, premio Nobel de Economía (l974) que cultivo la filosofía política como culminación obligada de la ciencia social. Se habla de la filosofía política como culminación obligada de las ciencia social ya que toda interacción social (acción – reacción) es objeto de estudio de la ciencia sobre lo social y lleva a encontrar como punto final a la filosofía política. El filósofo político dimite de su tarea si se permite las limitaciones positivistas de aquellos científicos que reducen su función a explicar el estado de cosas y vedan toda discusión sobre lo que debería ser. Es el filósofo político el que en su esfuerzo teórico por ofrecer una discusión coherente encuentra a menudo que hay valores antagónicos. Dice Hayek que la mayoría de la gente desconoce,

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