Globalización
Enviado por Mako56 • 25 de Mayo de 2014 • 523 Palabras (3 Páginas) • 143 Visitas
Antes de pasar a ver qué octava o enésima definición propone El grupo de Lisboa, hay que decir que las siete anteriores en modo alguno son capaces de ofrece una teoría general y a la vez concreta de lo que está pasando en la actualidad. Vemos que, además del método típicamente burgués de no penetrar nunca en la totalidad del problema, todas esas definiciones tienen los típicos tópicos de la ideología burguesa en su forma contemporánea cuales son, de un lado,. el culto a las tecnologías desligadas de todo contexto socioeconómico y político; de otro, la loa de la financierización y de la especulación, forma actual de la esencial ideología burguesa de que "el dinero fabrica dinero" que ya descuartizó Marx; además, el idealismo culturalista que en vez de comprender la globalización como efecto de la materialidad de la explotación de la fuerza de trabajo lo invierte y niega al sustituirlo por el proceso de ampliación cultural abstracta y, por último, la actualización de la ideología del "ciudadano" esencial a la burguesía, como método de embaucamiento interclasista del Trabajo, pero ahora desde la engañifla de la "nave espacial Tierra", de que "todos somos igualmente responsable de su situación", etc.
Aunque hay muchas más definiciones parciales de la globalización y que algunas de ellas desarrollan otras características secundarias de la ideología burguesa, no se puede negar el mérito al Grupo de Lisboa al haber sintetizado tan sucintamente ese bloque básico. Desde luego que la insistencia en el desarrollo tecnológico, en la financierización, en el idealismo culturalista y en la ideología del "ciudadano del mundo", con otros añadido sobre la interculturalidad y el mestizaje cultural, sobre la desaparición del trabajo asalariado y de la sociedad industrial, sobre la aparición de la "sociedad informacional", etc., estas y otras explicaciones de la globalización en absoluto rozan siquiera el poder cognoscitivo y transformador del método marxista que hemos intentado describir. Se quedan en la superficie más superficial y se limitan a invertir uno de los fenómenos y una de las formas, que ni siquiera todas o la mayoría de ellas, fenómeno por la esencia y por el contenido.
Pero el propio Grupo de Lisboa no llega tampoco a ningún lado sino que él mismo reactiva y rescata un esencial componente de la ideología burguesa democraticista, en concreto la de la "sociedad civil" que Hegel se empeñó en mantener por sus simpatías hacia la Revolución burguesa francesa, y que Marx abandonó bien pronto en su evolución, nada más ponerse a estudiar con algún detalle la "anatomía interna de la sociedad, es decir, su proceso de producción material. El Grupo de Lisboa hace una diferencia entre competitividad y competencia, echando la culpa a la primera y salvando a la segunda. Y propone cuatro "contratos
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