Historia Ordenadores MArk
Enviado por Ikaros32 • 14 de Julio de 2011 • 1.171 Palabras (5 Páginas) • 1.304 Visitas
La historia de los ordenadores Mark
En 1939 comenzó el desarrollo del ordenador electromecánico de propósito general Harvard Mark I en los laboratorios de IBM. La empresa ponía a disposición del proyecto dinero, técnicos y el espacio de trabajo, pero la dirección estaba a cargo de Howard Aiken, un matemático de Harvard. Claramente influenciado por la Máquina Analítica de Babbage, en las tripas del Mark I habia 760,000 engranajes y más de 800 kilómetros de cables. Capaz de resolver cálculos complejos de ecuaciones relativas al movimiento parabólico de proyectiles, almacenaba sus datos y programas en cinta de papel. Comenzó a funcionar en mayo de 1944.
La guerra que se estaba desarrollando en Europa requería de los matemáticos todo el esfuerzo posible. La industria bélica había puesto a puntos maquinas y cañones increíbles, pero hacia falta resolver complejos cálculos de trayectorias para que toda esa chatarra sirviese realmente de algo. La solución era, por supuesto, la automatización. En 1939 la informática se encontraba dando los primeros pasos, y en varios lugares del mundo se trababa contrarreloj para poner a punto un ordenador digital de propósito general que funcionase lo suficientemente rápido y bien como para resultar útil. Existía una gran cantidad de trabajo teórico previo que demostraba que era posible construir algo semejante, pero en la practica solo se habían fabricado un puñado de “ordenadores analógicos”, sumamente complejos y poco más potentes que una calculadora.
Vista del lado izquierdo del Mark I.
En 1939, en los laboratorios que la IBM poseía en los Estados Unidos comenzó el desarrollo del Mark I, que se convertiría en el primer ordenador digital electromecánico construido en ese país. Oficialmente llamado Automatic Sequence Controlled Calculator y diseñado por el matemático de Harvard Howard Aiken, el Mark I era lo que se conoce como un “ordenador de propósito general”, es decir, podía ser programado a gusto para que resolviese diferentes problemas. Obviamente, y dada las circunstancias, su trabajo estaría restringido básicamente a la resolución de cálculos complejos relativos al movimiento parabólico de proyectiles. Si bien el trabajo de desarrollo y construcción de la máquina se realizó con la financiación y el personal de IBM, el diseño era de Aiken, quien se había inspirado fuertemente en la Máquina Analítica concebida por Charles Babbage. En 1944, luego de casi cinco años de trabajo, el Mark I estuvo listo.
Mark I era físicamente imponente. Estaba contenida en una caja de cristal que media unos quince metros y medio de largo por dos y medio de alto, con unos sesenta centímetros de profundidad. En su interior se apiñaban unas 760 mil ruedas y engranajes, más de 800 kilómetros de cables y miles de relés. Las “tripas” del ordenador se mantenían juntas gracias a unos tres millones de conexiones. El conjunto pesaba más de cinco toneladas, y estaba provista de unidades lectoras de cinta de papel, que convertían las peroraciones existentes en el soporte en señales eléctricas . Estos periféricos permitían a los operadores introducir los datos y programas necesarios de forma relativamente rápida, casi sin errores. Una vez ejecutado el programa, los resultados eran impresos mediante maquinas de escribir eléctricas provistas por la misma IBM o volcados en tarjetas perforadas, el “soporte estrella” de la época.
Los datos y programas podían cargarse desde cintas de papel.
A pesar de que utilizaba una gran cantidad de componentes eléctricos, muchas de las piezas fundamentales del Mark I eran de naturaleza mecánica. En el panel frontal
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