Impacto Del Ajedrez En El Desarrollo De Habilidades Intelectuales
Enviado por valentincv • 6 de Mayo de 2012 • 1.178 Palabras (5 Páginas) • 786 Visitas
Impacto del ajedrez en el desarrollo de habilidades intelectuales
Son cada vez más, en distintos ámbitos, quienes hablan del ajedrez como un medio eficaz de contención de los alumnos, sobre todo de aquellos que – por alguna razón – están lejos de ambientes que permitan la reflexión como parte importante de la resolución de situaciones problemáticas de la niñez y de la adolescencia.
Dice una conocida “Web” argentina de Ajedrez Escolar que hay que desarrollar la capacidad de reflexión y, sin embargo, no dejar que se atrofien las valiosas fuerzas instintivas. Hay que hacer emplear a fondo la inteligencia, pero sin perjudicar la fuerza de voluntad. No hay que recargar la memoria, pero sí establecer sobre ésta el fundamento de todo el tesoro espiritual. Hay que hacer perseguir el encanto de la variedad y, sin embargo, encauzar el espíritu y la voluntad hacia la constancia. Hay que exigir solamente aquello que esté en concordancia con la edad del niño y, sin embargo, hacer que las fuerzas innatas vayan superándose a sí mismas. Ordenar un trabajo ligero pero, al mismo tiempo, proporcional y regularmente difícil.
Por lo expuesto, vale la pena reiterar que lo relacionado con el ajedrez no basta por sí solo.
Se ha dado en creer que si un grupo juega al ajedrez, por ejemplo en una escuela, durante los recreos, automáticamente se está haciendo ajedrez escolar y esto ya resulta en alto beneficio para esos grupos de estudiantes que lo juegan. Y si aparece algún “descarriado”, mejor porque se buscaría demostrar que el mero hecho de haberlos puesto a jugar les ha cambiado para bien sus comportamientos violentos y fugaces.
Con el juego de mesa, se afirma, los intereses y ocupaciones de provecho intelectual y conductual aparecen por añadidura. Cuando alumnos naturalmente revoltosos consiguen estar tranquilos o absortos en un juego pacífico, los docentes y directivos celebran la aparición del ajedrez en las escuelas, sin demasiadas preocupaciones, o con una comprensión parcial del rédito pedagógico o formativo que ello deja.
Que se hayan visto resultados de ese tipo en numerosas oportunidades y, en casos especiales con particular incidencia en el aprendizaje, no autoriza a sostener esto como una regla ni como algo probado sistemáticamente. Muchas veces se ha visto y experimentado la útil misión del ajedrez en la escuela pero su verdadero valor va más allá de estos ocasionales resultados.
Esa múltiple caracterización del ajedrez como juego, deporte, ciencia y arte da, sin duda, márgenes a la complejidad de los resultados que el mismo hace posible.
El uruguayo Maiztegui Casas (1) define con maestría al ajedrez cuando expresa: “Tarea difícil, si las hay, la de definir qué es exactamente el ajedrez. Sin duda, se trata de un juego, pero los que padecemos su hechizado embrujo sabemos que es mucho más que eso. Es deporte porque implica una competición, es ciencia pues contiene elementos exactos de índole matemática, verificable e investigativa según métodos científicos y es arte porque puede golpear el espíritu con la inaudita potencia de la belleza abstracta. Es, en definitiva, un microcosmos que reproduce, según ciertas normas convencionales, el universo que habita la especie humana, con su turbulencia de ideas y pasiones.”
Sin lugar a dudas que aprovechar toda esa maravillosa y compleja riqueza en el aprendizaje que la escuela ofrece permitiría el desarrollo sistemático de las habilidades intelectuales que se desarrollan más abajo pero, además, fortalecería la creatividad del alumno.
Es tiempo de rodear al ajedrez escolar de otra idoneidad, de complementarlo con todo un conjunto de elementos que permitan transformarlo en un instrumento del currículo para incorporarlo a la tarea de formación integral que debería asumir cada vez con más fuerza la escuela.
El Ajedrez y el desarrollo de las habilidades intelectuales
Los acertijos, juegos de palabras, de números, de imágenes y de otros pueden ser complementarios
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