Ingenieria
Enviado por eduardoac14 • 16 de Febrero de 2012 • 1.806 Palabras (8 Páginas) • 339 Visitas
GEOLOGÍA DEL PETRÓLEO
Investigación I “Ciclo de las Rocas y Tectónica de Placas”
31 de enero de 2012
CATEDRATICO: ING. AGUILERA HERNANDEZ ENRIQUE
ALUMNO: ARVIZU CABRERA EDUARDO
GRUPO: 1PM5
1. ¿Qué es la teoría? R= Definición científica ““una teoría es un grupo de conceptos, definiciones y proposiciones relacionadas entre si, que presentan un punto de vista sistemático de fenómenos especificando relaciones entre variables, semejante a leyes que interrelacionan dos o más conceptos con el objeto de explicar y predecirlos fenómenos”
2. TEORÍA DE LA TECTÓNICA DE PLACAS
Los continentes se mueven
El primero en proponer la idea de que los continentes podían haber estado unidos en el pasado geológico fue Alfred Wegener en 1910, él se basó en el hecho de que las costas de América del Sur y de África coinciden al juntarlas. A esto se aunó la semejanza en cuanto a los organismos que vivieron en uno y otro continente. De esta idea se desprendieron otras teorías sobre la formación de las cadenas montañosas. Originalmente se pensaba que las cadenas montañosas se habían formado por el enfriamiento y contracción de la Tierra. Pero la existencia de montañas muy elevadas dio pie a pensar que su origen era otro, así surgieron teorías que ponían al movimiento de los continentes como el mecanismo que dio origen a las montañas. Otras posibles pruebas eran las variaciones climáticas drásticas en algunos lugares como las evidencias de glaciaciones en el ecuador y la existencia de carbón mineral en la Antártida.
Controversia sobre la deriva continental
A pesar de las evidencias sobre la deriva continental, quedaba un factor muy importante sin resolver: el mecanismo que ocasionó el movimiento de los continentes. Aunque no se conocía el mecanismo de la deriva continental, esta idea siguió en la mente de muchos investigadores. Por ejemplo, F. B. Taylor (1910) sugirió que la formación de cadenas montañosas convexas hacia el sur se debía a que los continentes habían derivado hacia el sur.
Otro científico, Du Toit, propuso que los continentes navegan sobre el manto movidos por la fuerza de hundimiento que producía el depósito de sedimentos al pie del continente debida a la erosión (geosinclinal), la cual provoca que el continente se incline y comience a moverse, este movimiento a su vez ocasiona fracturas que utiliza el magma para salir produciendo una fuerza de tracción que también empuja al continente.
Entre 1923 y 1926, el científico irlandés John Joly propuso que a causa de la mala conductividad térmica de la corteza, el calor radiactivo que se genera en la Tierra se acumula debajo de la corteza y funde el manto, lo que provoca una convección térmica, la hipótesis de Joly fue la base de la teoría de la convección en el manto, cuyo principal exponente: Griggs (1939), la aplicó a la deriva continental. Posteriormente A. Holmes (postuló que la convección también podía llevarse a cabo en el manto sólido
El magnetismo terrestre
La incógnita fundamental sobre el magnetismo terrestre es: ¿Por qué la Tierra tiene un campo magnético? La primera explicación fue que el núcleo de la Tierra era un enorme imán permanente, pero la alta temperatura en el núcleo hacía esto poco probable.
La teoría más interesante fue la de considerar el centro de la Tierra como una dínamo autoexcitable propuesta por Edward Bullard en 1955. Esta idea de la dínamo involucraba la existencia de convección térmica en lugar de bobinas y escobillas como las dínamos comunes. Esta teoría es la de más aceptación en la actualidad.
La expansión del fondo oceánico y la migración polar
Cuando se comenzó a estudiar el fondo de los océanos después de la segunda guerra mundial. Se descubrieron en el fondo marino largas cordilleras que dividen los grandes océanos y varias fallas de desplazamiento lateral que cortaban a estas cordilleras. Además se dieron cuenta que en las cordilleras oceánicas, en las fallas laterales y en las largas depresiones del piso oceánico conocidas como trincheras, era donde ocurría la gran mayoría de los eventos sísmicos. Arthur Holmes y posteriormente J. Y. Wilson, basados en la hipótesis de la expansión del fondo oceánico de H. Hess, aportaron una idea que revolucionó las ciencias de la Tierra: que el suelo oceánico no es una formación inmutable, sino que se crea nuevo suelo oceánico constantemente en las cordilleras submarinas, también llamadas dorsales, y termina por hundirse en el manto en las trincheras movido por las corrientes de convección en el manto. La teoría de la expansión del fondo oceánico dio impulso al estudio oceanográfico y del magnetismo de dicho fondo. Las mediciones magnéticas de la corteza oceánica arrojaron una distribución en bandas de anomalías positivas y negativas.
La explicación a esta distribución se buscó en la diferente composición de las rocas, hasta que F. Vine y D. Matthews por un lado, y L. Morley y A. Larochelle por otro, atribuyeron el bandeamiento a la inversión del campo magnético y la expansión del fondo oceánico. Con estos bandeamientos se pudo conocer la historia del campo magnético terrestre, sus inversiones y la duración de cada episodio en el que el campo fue positivo o negativo. Vine y Wilson calcularon los perfiles teóricos de las anomalías magnéticas en el fondo oceánico con valores razonables para la cronología de las inversiones y la expansión del fondo oceánico. Al estudiarse las fallas laterales en el suelo marino se llegó a la conclusión de que no son fallas transcurrentes ordinarias, y se les llamó "fallas de transformación". J. Heirtzler y sus colegas analizaron datos del fondo oceánico tomados durante 20 años y vieron que las anomalías en casi todos los océanos son muy similares, así pudieron unir puntos con igual anomalía magnética. La mejor forma de acoplar los continentes no es por la línea de costa sino por la curva batimétrica de 900 m, esto es tomando en cuenta la plataforma continental.
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