La Internet Y El Desarrollo Social
Enviado por evis06 • 13 de Febrero de 2012 • 5.118 Palabras (21 Páginas) • 623 Visitas
INTERNET, HERRAMIENTA PARA EL DESARROLLO SOCIAL
Resumen
Este Trabajo explora el rol potencial de la Internet en la promoción del desarrollo sostenible y equitativo en los países del tercer mundo. Las posibilidades de usar la Internet de una forma que beneficie a la sociedad en su conjunto y a los grupos vulnerables en particular son analizadas dentro del marco más amplio de las actuales necesidades y la infraestructura existente en estas comunidades. Entre los temas que trata el trabajo se analizan los alcances del uso actual de Internet y cómo puede ser adaptada para mejorar la educación, la salud y los procesos políticos.
El trabajo evalúa el proceso de cambio social que estas iniciativas representan y discute aspectos a ser considerados, incluyendo la cuestión de las prácticas comunicativas modernas vs. tradicionales y el rol del lenguaje.
La autora sostiene que la Internet puede convertirse en una herramienta para el desarrollo social sólo si es aplicada de una manera tal que los complejos desafíos de mejorar la calidad de vida de los menos privilegiados y más necesitados millones de personas en el mundo está contemplada. El desarrollo social es visto aquí como el progreso alcanzado en el mejoramiento de la calidad de vida y el bienestar general de todos los miembros de cualquier sociedad dada. De acuerdo con esto, si la Internet está llamada a ser socialmente beneficiosa, necesita ser puesta a resolver las tareas de alivio a la pobreza, mejoramiento del acceso a la salud y la educación, un uso más sostenible y más equitativa distribución de recursos, y al fortalecimiento de la participación en los procesos de toma de decisiones.
Por lo tanto, el éxito de la Internet no debería ser medido en términos del mero número de individuos conectados y sí en términos de accesibilidad y contribución al progreso social.
Resaltando algunas de las cuestiones a ser consideradas y analizadas en un contexto social y global más amplio, la autora espera contribuir al diálogo entre todas las partes involucradas. Desde los usuarios y proveedores de Internet hasta los decisores tanto del sector público como privado sobre la cuestión del la responsabilidad social en el desarrollo, aplicación y uso de la Internet en el Tercer Mundo.
Palabras clave
Conectividad, cuestiones culturales, desarrollo, revolución digital, educación, procesos políticos, salud, sociedad de la información, cuestiones sociales.
La nueva Era
A mucha gente le gusta pensar que la naturaleza humana está en los albores de una nueva era, la edad del auge de la comunicación. Abundan profecías acerca de cómo el advenimiento de la tecnología digital cambiará la forma en que vivimos, trabajamos, comerciamos e interactuamos[1]. Es creencia común que la así llamada era de la información traerá aparejados cambios y mejorías, y los países de todo el mundo están ocupados construyendo la infraestructura necesaria, las "superautopistas de la información", para enfrentar los desafíos de la sociedad de la información del siglo XXI.
A pesar de que los adelantos de la tecnología digital son impresionantes, no debemos olvidar que la tecnología en sí misma no es un determinante de cambio, es sólo un facilitador. Como con cualquier otra tecnología, es el contexto social en el cual estas tecnologías son introducidas y, sobre todo implementadas lo que determina su uso y su impacto. De acuerdo con esto, no estamos envueltos fatalmente en una ola de cambio histórico, somos los que estamos protagonizándolo. La revolución de la información tiene menos que ver con los bits y los bytes, que con las realidades y las aspiraciones de la gente común.
Dadas las herramientas disponibles, está en nosotros determinar qué tipo de cambio tendrá lugar, y a quienes afectará[2].
¿Estamos actualmente construyendo una "Sociedad de la Información Global" no excluyente, o un mundo estratificado de "ricos en información" y "pobres en información"? ¿Quiénes tendrán acceso a la sociedad de la información y quiénes quedarán atrás? ¿Serán sólo los jóvenes, ricos, educados y expertos en computación que sepan inglés, los que calificarán como miembros de esta nueva sociedad?, y si fuera así, ¿en qué situación queda el remanente constituido por la mayoría de la población mundial? ¿Cómo puede la tecnología de la información atender los muchos problemas que el mundo enfrenta hoy, un mundo caracterizado por crecientes brechas entre ricos y pobres, inequidad, guerra y disrupción social?[3] ¿Estamos actualmente encaminándonos hacia un nuevo Renacimiento, una era de la Ilustración, o es probable que continuemos en el sendero actual de la marginalidad y la desintegración social?[4]. ¿Están las desigualdades existentes siendo rediseñadas, o se están reforzando, esta vez con el agregado del acceso y el no acceso a la información?.
La Internet está jugando un rol muy importante en la evolución de la tecnología digital, pero a pesar de que ha sufrido un crecimiento notable en los últimos años, su distribución permanece altamente asimétrica. Es imposible medir el número exacto de usuarios, pero las estimaciones actuales arrojan un rango de entre 40 y 60 millones, en un total de 130 países a lo ancho del mundo[5].
Se espera un crecimiento mayor, y en el reciente Foro Económico Mundial de Davos, en Febrero de 1997, Bill Gates vaticinó que Internet tendrá 500 millones de usuarios en los próximos 10 años. El crecimiento exponencial de Internet puede sonar impresionante, pero estas cifras son menos impactantes cuando se ponen en perspectiva de un mundo cuya población es superior a los 5 mil millones de habitantes.
Más aún, más de tres cuartos de las computadoras conectadas a Internet están situadas en los Estados Unidos, seguido por Europa y las economías emergentes. Los usuarios de Internet en los países en desarrollo sólo constituyen un pequeño porcentaje del total de usuarios. Así, mientras que un estimado 3,1% de la población de los países de altos ingresos usa la Internet, sólo el 0.0002% de la población de los países pobres está conectado, una relación de aproximadamente 1 a 15.000 (ITU, 1995). A pesar de que más y más países en desarrollo se están conectando con redes electrónicas, muchos de ellos no cuentan aún con total acceso a Internet, y como era esperado, Africa, el continente más pobre, es el menos conectado[6].
Hay también diferencias en el acceso dentro de los países, ya que la mayoría de los usuarios de Internet pertenecen a sectores sociales muy restringidos, sugiriendo que la Internet de hoy es
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