La Manufactura Esbelta

Manufactura Esbelta

El termino aun que tiene más de 100 años de haberse empezado a utilizar, ha continuado a evolucionar a través del tiempo, desde las líneas de ensamble continuas de Henry Ford para el Modelo T Ford, hasta el concepto de partes intercambiables usado por Eli Whitney y Samuel Colt, hasta el sistema de producción Toyota. Esos conceptos, en adición con una multitud de otros, se han integrado unos como lo que conocemos hoy en día como manufactura esbelta.

El objetivo principal es la maximización del valor del cliente (satisfacción) mientras se minimiza los desperdicios, de este modo se obtiene la excelencia de manufactura a través de la creación de un mejor valor con menos recursos. Desperdicio se puede definir como una actividad que no agrega ningún valor al producto. A través de la eliminación de desperdicios a lo largo del todo el proceso manufacturero, en vez de puntos aislados, las compañías pueden crear procesos que necesitan menos esfuerzo humano, menos espacio, menos capital, y menos tiempo para producir productos de mayor calidad y costo más bajo comparados con sistemas de negocios comunes.

Puntos de partida de esbelto

Dado los cambios hacia el ambiente céntrico de clientes mientras se enfrenta competencia cada vez más agresiva, muchas compañías manufactureras están implementando principios esbelto para ayudar a eliminar desperdicios e incrementar eficiencias, en vez de depender de procesos y procedimientos que han sido utilizados en el pasado.

Los autores James Womack y Daniel Jones en su libro Pensamiento Esbelto, desarrollaron un ciclo de cinco pasos para la mejora continua:

1. Especificar valor. Identificar el valor de un producto en específico desde la perspectiva de un cliente.
2. Identificar el flujo de valor. Identificando todo el flujo de valor para cada producto casi siempre revelará tres tipos de acciones a lo largo del flujo de valor, incluyendo pasos que crean el valor, pasos que no crean valor pero son inevitables con la tecnología a disposición y bienes de producción, y pasos que no añaden valor alguno que pueden ser eliminados.
3. Crear flujo. Una vez que el valor ha sido especificado precisamente y el flujo de valor para un producto específico totalmente trazado, hacer que los elementos de trabajo fluyan continuamente con colas mínimas y no trabajo repetido o paradas es el siguiente paso hacia la transformación esbelta.
4. Establecer llamado (pull). Después de haber removido pasos ineficientes, y el flujo ha sido establecido, la habilidad de enviar sólo lo que es pedido por el cliente, y sólo cuándo ellos lo necesitan, es el cuarto principio de pensamiento esbelto: llamado.
5. Buscar perfección. Así como las organizaciones llevan sus procesos a través de los cuatro principios iniciales, especiando con precisión el valor, identificando el flujo de valor y removiendo pasos ineficientes, creando flujo, y dejando que los cliente tiren del valor de la iniciativa, es de esta manera que el quinto principio, perfección, se convierte alcanzable

Eliminando los siete desperdicios fatales

Los siete desperdicios fatales de la manufactura son actividades que han sido identificadas como eventos o procesos que no añaden valor alguno que obstaculizan la ganancia de utilidades de una compañía.

...