La Vida Agitada de una Madre Cabeza de Familia
Enviado por Ween Silva • 3 de Mayo de 2017 • Apuntes • 2.084 Palabras (9 Páginas) • 304 Visitas
La Vida Agitada de una Madre Cabeza de Familia
Weendy Dayana Silva Palacios
Nota de autor
Weendy Dayana Silva Palacios, estudiante de tercer semestre de tecnología en Gestión Gastronómica, Fundación universitaria Cafam, Bogotá Colombia
Resultados de investigación cualitativa para cumplir con la competencia en la materia Metodología de la Investigación para la profesora Sandra Enríquez
Agradecimiento a mi abuela Ana Celmira Rodríguez viuda de Zamora por dedicar su tiempo a contarme su historia de vida y enseñarme a hacer la mazamorra de maíz pintado
Dirección de correo electrónico: weendy.silva@unicafam.edu.co
La Vida Agitada de una Madre Cabeza de Familia
En la vida cotidiana solo vemos los rostros de las personas, pero jamás nos imaginamos que hay detrás de una sonrisa o una palabra amable de un ser tan querido y cercano como un abuelo tendemos a pensar que siempre fueron así de felices y de tranquilos como los conocemos pues muy pocos tenemos la fortuna de tener abuelos a cierta edad donde los viejitos ya están cansados de vivir sus vidas muchas veces agitadas, locas, dolorosas o muy provechosas según su historia.
Mi abuela se llama Ana Celmira Rodríguez viuda de Zamora más conocida como la señora Anita abuela de cinco nietas, un nieto y tres bisnietos nació el 3 de marzo del año 1944 tiene 73 años, su mamá se llamaba Celmira Prado de Rodríguez ella era dueña de la carbonería de Bogotá, posteriormente vendió el negocio y compro una flota de buses en la universal, su papá se llamaba Vidal Rodríguez, ella nunca conoció a su padre pues cuando tenía una muy corta edad este murió, estudio hasta 1ro de bachillerato debido a la muerte de su mamá, la señora sufría de la tensión alta y un infarto fulminante le dio fin a su vida dejando a sus cuatro hijos, Manuel Alberto rodríguez, Luis Guillermo rodríguez, Ligia rodríguez y mi abuela a la deriva de su padrastro Manuel Ortiz, los muchachos siguieron viviendo en la casa de la señora Celmira pues creyeron que Manuel se haría cargo de ellos como cuando su madre estaba en vida, la señora Anita como era de las mujeres la mayor tomo el papel de mamá y termino de criar a sus hermanos respondiendo como toda un ama de casa preparando comidas y arreglando la casa, atendía a su padrastro mientras él se hacía cargo de los negocios de la familia y traía el sustento del ¨hogar¨, don Manuel se fue después de dos años de convivencia con los muchachos las edades de los hijos de la señora Celmira oscilaba entre los 13 y 17 años fue entonces donde todos se separaron y cada uno tomo su camino quedándose Manuel con todos los bienes de la familia Rodríguez Pardo.
La vida con la señora Celmira para ellos era muy cómoda ya que se encontraban en una posición económica favorable, mi abuela estaba acostumbrada a tener bastante mercado en la casa, iban a la plaza cada 8 días a mercar en familia, los víveres como papa, tomates, yuca, calabazas, pepinos entre otro productos se guardaban en un cuarto especial de la casa que se utilizaba solo para almacenar el mercado, las proteínas como la carne, el pollo y el pescado se salaban y se ponían a secar porque en ese entonces no habían neveras y la conservación de los alimentos era con sal, doña Celmira les enseño a hacer el chocolate de los siete granos que llevaba maní, arveja, frijol, garbanzo, cacao, maíz y clavos de olor todo esto se tostaba se molía y se compactaba con un melao de panela según ella ese fue el chocolate más delicioso que probo en su vida, tomaban chocolate los domingos al desayunos y no muy a menudo a la hora de las medias nueves entre semana.
La señora Anita estudio en un colegio de monjas su uniforme de gala constaba de una jardinera azul con una combinación de cuadritos de colores más claros, medias blancas, camisa de cuello tortuga, un delantal azul claro, una boina azul oscura y zapatos azules los cuales mandaban a hacer porque en ese entonces quien tenía zapatos era porque tenía medios para darse esos ¨lujos¨ tal seria el costo que solo contaban con dos pares de zapatos que les tenían que durar si o si el año escolar completo pues unos eran para el colegio y otros eran para los domingos, entraban a las siete de la mañana les daban dos centavos para las onces y salían a almorzar a las once de la mañana a la casa tenían que llegar a las once y media de la mañana y el almuerzo ya tenía que estar listo para ellos, tenían una señora que les ayudaba con los que haceres de la casa que se llamaba Rosita , las mujeres estudiaban en un colegio femenino y los hombres en uno masculino en ese entonces era impensable un colegio mixto.
El sueño de ella era casarse de blanco y salir de la casa y lo cumplió junto al señor Juan Zamora quien tenía 28 años y ella 16 cuando se casaron, se fueron a vivir juntos y un año después tuvieron su primer hijo Pablo Enrique Zamora Rodríguez, paso un año y nació Manuel Zamora Rodríguez, le siguió Gabriel Zamora y por ultimo naco Juan Zamora, vivieron felices los primeros tres años de convivencia porque después don Juan conoció la bebida y justo hay se desarmo el hogar los problemas y peleas eran el pan diarios y finalmente él se fue con otra mujer y la dejo junto con sus cuatro hijos, ella debió salir a trabajar para darles estudio y alimentación a sus hijos aunque su suegra doña Martina nunca los olvido y les ayudo hasta su último momento, trabajo en una fábrica, después se conoció con Jorge Silva el joven tenía muchos negocios y tenía dos buses trabajando en la flota universal el conducía de vez en cuando un bus y hacia el recorrido pero era algo esporádico, se conocieron porque era amigo de su hermano, salieron durante dos meses y se hicieron novios ella tenía 25 años y el 26 estaban en una edad contemporánea el sueño de Jorge era ser papa así que después de tres años de novios decidieron irse a vivir juntos doña Anita no dejando nunca de lado sus hijos, tiempo después viviendo todos juntos en la misma casa llega Jorge David Silva Rodríguez mi papá el ultimo hijo que tuvo la señora Ana, el menor, el consentido de la casa, la adoración del papá, Jorge le dijo que él se hacía responsable de los hijos y de la casa y ella volvió a ocupar el lugar de ama de casa.
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