La autogestion como una herramienta de innovación

[pic 1]                                                Octubre de 2015.

DOCTORADO EN ALTA DIRECCIÓN

Materia:        “Seminario De Dirección Estratégica”

Tema:         “La Autogestión como una Herramienta de Innovación”                                        

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Profesor:        Dra. Ariadna Montaño

Alumno:        Edgardo Huertas Neri

Introducción

Hoy en día he escuchado tanto hablar de globalización que me parece ya un tema de moda no solo en la industria, en la economía, en la salud, la tecnología, la ecología, la ciencia y la cultura; lo cierto es que en éste mundo incierto determinado por un entorno cambiante inmerso en un sistema de muchos jugadores, los cuales se encuentran sometidos a una drástica competencia y un belicoso entorno económico así como unos cambios veloces de ritmo tecnológico, una creatividad de alta fluidez con ciclos de vida de los productos cada vez más cortos; donde el desafío principal parece la supervivencia de las organizaciones.

Pero aun cuando esto sucede en la modernidad producto del quehacer diario, se parece al recuento de cuando la humanidad siempre se ha hecho notar por su adaptación al medio natural y lo hostil de su manifestaciones, teniendo que remediar de alguna forma las distintas necesidades del momento (quitarse el frío, cazar animales de mayor tamaño, organizarse socialmente, etc.) preparándose para enfrentar el reto con mayor eficacia o satisfacer una necesidad de la mejor manera en relación a su experiencia anterior, implicando una carrera por el desarrollo hasta nuestros días.

Esta adaptación al entorno vertiginosamente cambiante ha sido posible gracias a la innovación de productos, procesos, bienes y servicios, en todos los ámbitos de la nuestra vida; hasta el de la educación por difícil que parezca, sobre todo en nuestro país.

La innovación ha sido considerada por muchos, no sé si afortunada o infortunadamente como sinónimo de ideas, creatividad, vanguardia, desarrollo, haciéndonos pensar en automático en ciencia y tecnología; y todo ello integrado a las organizaciones como una herramienta para asegurar una ventaja competitiva, estableciéndose como una cultura de toda organización inteligente que asegura su supervivencia en el mercado volátil al que nos enfrentamos; es por ello que este breve ensayo tiene la finalidad de darnos un enfoque sencillo del porque la innovación juega un papel preponderante en el éxito de las empresas, no solo como herramienta sino como parte de una cultura actual de supervivencia.

Pero no podemos iniciar nuestro ensayo sin establecer el concepto básico de innovación determinado por la Real Academia de la Lengua Española quien establece: “mudar o alterar las cosas induciendo novedades”.^[1] De este modo: es la creación o modificación de un producto y su introducción en el mercado.

Sin embargo ante esta realidad relativa determinada por la velocidad con que cambia, surgen varias interrogantes:¿la innovación es una necesidad para sobrevivir o solo una herramienta más para incrementar la productividad de las empresas? ¿Debemos sumarnos al cambio? ¿Cómo entramos al juego? ¿Cómo innovar y que impacto tiene en las organizaciones al interior y exterior?

Desarrollo

Técnicamente^[2] hablando la innovación se define como "la transformación de una idea en un producto vendible, nuevo o mejorado, en un proceso operativo en la industria y en el comercio o en un nuevo método de servicio social" (Frascati). Muchos otros autores han tratado el tema y han dado sus propias definiciones por demás elaboradas y complejas de donde se rescatan ideas de que es un proceso propio de las organizaciones que depende del conocimiento de toda la empresa y su entorno, abarcando desde las ideas creativas hasta la presentación de conceptos, procesos o productos nuevos, mediante saltos grandes apoyados por la tecnología.^[3]

Sin embargo innovar no necesariamente significa éxito o ganar, por lo tanto no necesariamente significa sobrevivir, ya que muchos caen en el camino; lo cual nos demuestra que no solo es tomar la decisión de innovar, sino que habrá que pensarla y priorizarla para elegir la mejor opción así como planearla estratégicamente contemplando los recursos existentes en la empresa que incluya el talento humano y de esta manera lograr materializarla y comercializarlo exitosamente; lo cual involucra no solo la innovación tecnológica sino cambios organizacionales, gerenciales y comerciales.^[4] Esto es gerenciar el cambio por lo que se debe adquirir destrezas y habilidades para gerenciar el proceso del cambio.

Distintos estudios acerca de las características de las empresas más innovadoras se han realizado por autores como Jaruzelski, Kevin Dehoff, Alan Robinso y Sam Stern donde predominan la generación de estímulos intelectuales que impulsarán la creatividad de las personas sobre todo en los niveles jerárquicos superiores (la alta dirección, ya que si el talento humano se percibe como un recurso traído para seguir instrucciones, difícilmente aflorará su capacidad creativa para contribuir a la innovación; por lo que hoy en día las economías más poderosas son aquellas que han sabido fortalecer y administrar su capacidad de innovación, esto es, su capacidad para generar conocimientos y cristalizarlos exitosamente en el mercado.^[5]

Algunas de los atributos de las empresas más innovadoras y exitosas se encuentran: la capacidad de adaptabilidad a los cambios en el mercado, la agilidad interna para desarrollar nuevos productos y servicios, comparten una visión a largo plazo destinada a cambiar el status quo de una industria y finalmente crean ventajas competitivas que son abrumadoramente arrolladoras.

Al respecto diversos pensadores de esta última corriente consideran que la creatividad y la innovación solo pueden provenir de la libertad y la conexión entre experiencias diferentes, saberes e ideas procedentes de las personas. Tom Peters en un discurso de cierre del de World Innovation Forum León, Guanajuato 2012; externó que “cuando hablas de innovación hablas de enfoques inteligentes, y puedo intentarlo muchas veces, pero nada hace una diferencia si no hay ejecución por parte de las personas”, manifestó que está convencido de que el éxito de una compañía depende de la felicidad y calidad de los empleados, y sin este factor clave, la innovación no sería posible.

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