La independencia de los territorios centroamericanos del reino Español empieza a visualizarse una base importante del proceso de integración

Luego de la independencia de los territorios centroamericanos del reino Español empieza a visualizarse una base importante del  proceso de integración,  pues a partir de 1821 pasarían a ser territorios con autonomía, libres del control Español y de la pertenencia a la capitanía general de Guatemala. Con estos cambios económicos, sociales y culturales empezaría a gestarse un plan de unión entre los estados,  el cual dictaría el futuro de los mismos.  El nombre que se acogió fue “Provincias Unidas del Centro de América”.  Esta unión lo conformaban los territorios  de Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y El Salvador. Para 1824, pasaría a llamarse República Federal de Centroamérica.

la idea era superar sus limitaciones aspectos como  la pobreza, el  atraso, debilidad que históricamente han tenido, Se había visto  las posibilidades agrícolas, industriales y de desarrollo que Europa poseía.  Uno de los aspectos buscados era la inversión extranjera, se quería que estos explotaran las tierras, trayendo capital y conocimiento, para lo cual la unión implicaría mayor seguridad para estos. Tiempo después, lo que para muchos fue una buena idea, llegaría a su fin producto de contiendas entre las regiones que convivían dentro de la federación que derivaron en una constante guerra civil entre grupos liberales y conservadores.

Varios años después se establecería otra unión importante entre los países centroamericanos.  Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, se establecen en la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos. En esta ocasión se buscó crear un organismo supranacional que pudiera unir a los países miembros, es una iniciativa interesante y más acorde con el deseo de ser independiente que permite no estar atado a una federación.

Otro hecho sucedido, que colaboro en el intercambio comercial y en el desarrollo regional, fueron los tratados bilaterales, en los cuales la idea era comerciar algunos productos previamente seleccionados a través de la política de 0 impuesto.  Un país podía retirar un producto si esto le convenía más. Como se vio que este tipo de relación estaba funcionando, se empezaron a crear relaciones más complejas y multilaterales entre la región.    Estos aspectos se presentaban en el Tratado Multilateral de Libre Comercio e Integración Económica y el Convenio sobre el Régimen de Industrias Centroamericanas de Integración. En este tratado se puede ver una lista amplia de grupos de productos (se incluía a productos que formaran parte de un grupo) que se comercializaría, separadas por códigos que identificaban a cada producto.

Poco después se firmó el Convenio de Asociación Económica entre estos tres países, en dicho documento se establece que es necesario incrementar el consumo de artículos producidos en la región, facilitar su intercambio por la vía del libre comercio y acelerar el Programa de Integración Económica de Centro América.

A partir de entonces, se dejó el anterior sistema de libre comercio basado en listas y el mismo se extendió y generalizó a todos los productos originarios o manufacturados de los cinco países de la región.

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