La revolución mexicana
Enviado por cabe16 • 26 de Octubre de 2012 • Ensayo • 1.817 Palabras (8 Páginas) • 307 Visitas
La revolución mexicana, fue un proceso, en el que se peleó por la causa sublime de un
pueblo subyugado que clamaba justicia, sólo justicia, y que por el contrario de recibir una
respuesta favorable a su demanda, sólo fue reprimido, pues se proclamaba en contra de un
gobierno que a sus consideraciones –de las autoridades-, laboraba correctamente, a favor de
la comunidad. Esto se convertía en un elemento a contraviento para los perseguidores de la
causa.
Hoy en día, el recordar las hazañas de aquellos valientes reconocidos y de los anónimos,
por qué no, esos que sin esperar un monumento o una placa en plazas públicas, combatieron
tenazmente, arriesgando su vida y las de sus familias, solamente persiguiendo un sueño que, tal
vez inalcanzable y estratosférico se llegó a consumar; es de suma importancia, ya que, sin
imaginárnoslo puede ser que algún día, no deseado, tengamos la obligación o el deber de
ponernos en el lugar, que un día fue ocupado por un hombre o una mujer como nosotros, con
un sentimiento de amor y compromiso por su patria, dejando atrás prejuicios para unirse en un
solo sentir, el sentir de México que nos necesita.
Hablar de Porfirio Díaz, no es sinónimo de maldad, reprensión y privilegios personales
solamente, pues, también es hablar de un hombre con deseos de progreso y trascendencia,
palpable en el impulso que dio a la industria, el ferrocarril y el telégrafo; combatió la deuda
externa para hacer notar a países del extranjero que México era un país seguro para invertir,
esto, trajo grandes empresas que pusieron en nuestro territorio la confianza para crecer y
brindar a al población servicios de alto rango, posicionando al país a la par de naciones
netamente industrializadas. Tal vez, el dictador visionaba grandes proyectos, pero no le fueron
del todo fructíferos, pues la incorporación de México al comercio internacional hizo que al país
le afectaran las crisis internacionales.
Gran parte de la prosperidad fue producto de las masivas inversiones extranjeras. El
capital mexicano no se aventuró hasta muy tarde en la agricultura de exportación y en la
industria fabril, por lo que no pudo establecerse el equilibrio, esto produjo que los beneficios
para el país fueran menores, pues la cultura y la educación europea, que entonces nos
influenciaba, siempre fueron menores que las estadounidenses, era ahí donde se veía una
marcada distancia, entre un mexicano y un norteamericano. Aunado a esto, la prensa
comenzaba a hablar duramente de Porfirio Díaz por ello, fue cesada. Pero el mayor de los 3
delitos del dictador, fue haber prometido una democracia en las elecciones de 1910, lo cual,
cómo es visto hoy en día sólo sería un trámite más para reelegirse, esto inquietó aún más a
Madero y a sus seguidores, por dicho motivo, decidieron levantarse y en unas nuevas
elecciones, ganó el revolucionario con un aplastante 99% de los votos. Aún existía ese actuar
errado, basado en el terror, la opresión y la coartación de derechos a los que todos debían
tener acceso, motivo principal por el cual, nuestros paisanos llegaron a esos extremos. Como
olvidar la ya famosa frase de don Porfirio Díaz como: “Mátenlos en caliente” haciendo
referencia a sus opositores.
Ahí fue donde entraron en marcha hombres como el supersticioso Madero, que en
confianza con su hermano fallecido, luchaba por su ideal, llegar a la presidencia y derrocar al
Dictador; pero no olvidar que era de una de las familias más ricas de Coahuila, y era eso, lo
que le hacía pensar, además, en favorecer a los latifundistas, que en ese tiempo poseían la
mayoría del territorio nacional. Su capacidad de convocatoria era increíble pues aún desde los
Estados Unidos, invitó al pueblo a levantarse un 20 de noviembre en contra del gobierno, por
más paradójico. Era un hombre cauteloso y ambicioso al mismo tiempo, era tanto su deseo por
llegar a la presidencia, que al estar ahí, cometió varios errores, como formar un parlamento que
sólo favorecía a los porfiristas, ya que, ni obreros ni zapatistas estaban representados, esto le
provocó que su imagen decreciera mucho popularmente hablando, pues quienes en un
tiempo confiaron en él como una esperanza, para eliminar el antiguo régimen, ahora se
oponían rechazándolo y criticándolo en periódicos y revistas, libertad que fue puesto en
marcha nuevamente con él en el poder, pero que sólo le sirvió para desprestigiarlo.
Otros como Zapata quien como estandarte del campesino, del peón y del gañán, se
levantó por una de las más sublimes causas de la revolución, la repartición de tierras a quienes
las habían trabajado, a quiénes realmente, supieron exprimir todos los beneficios que, sólo la
tierra es capaz de brindarnos. Él que ingenuamente confió en que Francisco I. Madero se
ocuparía de responderle favorablemente, sólo vio cómo, fue ignorado, pues fue más el peso
de la burguesía latifundista que, el reclamo mudo de una clase baja, la cual, sólo reclamaba lo
que le pertenecía, su tierra, su México. Quién mejor que ellos merecían ser poseedores de lo
que la divina gracia del Dador de la vida, se plació en otorgarnos, la tierra, la flora y la fauna…
El campesino, ese oprimido y a la vez seguro de sí, trabajador, que con sus manos
alimentaba a un país, creando el sustento diario y, que nunca antes se había atrevido a alzar la
voz, que no había podido hablar o quejarse, pues no había surgido un estandarte,
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