Parque Eolico

La potencia del viento es innegable. Mientras que el viento suave agita las hojas de un árbol y una buena brisa eleva barriletes, los vientos de tormenta derriban árboles y arrancan techos de las casas. Las personas han aprovechado esa energía durante siglos. Se ha utilizado para bombear agua, moler granos y mover barcos por los océanos.

El uso más reciente del viento: generar electricidad. El medio para hacerlo: una turbina de viento, un tipo especial de molino utilizado para tal fin. La energía eólica tiene muchas ventajas. Por ejemplo, no produce emisiones de dióxido de carbono (CO2). No se acaba.

Los molinos de viento tradicionales, como los que tienen aletas aerodinámicas de madera en los Países Bajos, velas de tela en España, o los solitarios ventiladores de metal al oeste de los Estados Unidos, no atrapan la cantidad de viento suficiente como para generar electricidad. En cambio, una turbina de viento, que es más alta que un molino de viento tradicional, sí lo hace. Una turbina de viento se ve como una gigantesca rueda de piñón, con un altísimo poste y enormes aletas propulsoras ajustadas en la parte superior. ¿Por qué tan altas? El viento es más fuerte más arriba en la atmósfera.

Cómo funciona

El proceso de generar electricidad por medio del viento es muy simple. Comienza a partir de una torre muy elevada en la parte superior, que puede llegar a ser de 67 m (200 pies), la altura de un edificio de 21 pisos. Un montante especial en la parte superior conecta las aletas propulsoras con la torre, sobre un eje horizontal. El montante también contiene un generador y un eje. El viento hace girar las aletas propulsoras, que a la vez hacen girar el eje. Éste se conecta con el generador que produce electricidad. Generalmente, se ubican grupos de turbinas a lo largo de un área extensa y éstos forman una planta de energía eólica o parque eólico.

Las turbinas y los parques eólicos generan diferentes cantidades de energía. En usos regionales, las empresas de energía requieren que cada turbina produzca 100 kilovatios o más, incluso megavatios, para cubrir la red de suministro de energía. Los parques eólicos más grandes tienen hasta 200 turbinas, e incluso se está considerando la construcción de otros más grandes. Los parques eólicos más pequeños y los molinos de viento individuales utilizan turbinas que generan menos de 100 kilovatios que se aprovechan para usos menores, como por ejemplo la energía destinada a los hogares, antenas de telecomunicación y bombas de agua.

¿Dónde se ubican los parques eólicos?

Puede resultar difícil encontrar un lugar para ubicar un parque eólico. El primer requisito: el viento. Un lugar potencial para un parque eólico debe contar con vientos constantes y continuos, para lograr que se genere energía de forma regular. La velocidad del viento de una región para que un parque eólico sea exitoso debe ser de un promedio de 5.5 m/segundo (12 mph).

Muchos lugares pueden cumplir los requisitos, pero además un parque eólico debe tener un gran espacio abierto. Las turbinas deben estar a una distancia adecuada entre sí para funcionar correctamente. Un mayor espacio abierto, junto con un terreno relativamente plano da como resultado una mayor velocidad del viento, ya que habrá menos edificios, árboles o colinas para que exista fricción durante el paso del viento sobre la superficie de la tierra. Las ubicaciones a alturas superiores ofrecen también velocidades mayores del viento y es por esto que las turbinas eólicas son muy altas. Asimismo, las turbinas altas aprovechan un flujo de aire más suave, lejos del suelo. Las turbinas eólicas hacen ruido, por lo tanto el parque eólico debe estar en un área donde no se moleste a las personas con los ruidos.

Una solución para el problema de la ubicación: parques eólicos marítimos. Los parques eólicos marítimos tienen muchas ventajas. La velocidad de los vientos sobre el océano es superior y los vientos soplan constantemente. Estos parques no necesitan terrenos que puedan ser aprovechados para otros usos; tema de gran importancia en países densamente poblados. Además, el océano plano ofrece menos fricción para detener el viento. Muchos de estos parques se están construyendo o planificando donde la cantidad de tierra abierta es limitada. Asimismo, como las aguas cercanas a la costa son relativamente poco profundas, se reduce el costo de la construcción de los cimientos y el apilamiento necesario para las torres.

Todo esto hace que la energía eólica sea impredecible en cierta medida: quienes la producen no pueden garantizar la cantidad real de la electricidad que genera el viento en un momento dado. Por eso, los proveedores de electricidad generada por el viento con frecuencia construyen plantas eléctricas de energía derivada de combustible fósil junto con los parques eólicos con el fin de garantizar que el suministro de energía sea constante. Es posible que con el tiempo los parques eólicos se vinculen a la red de suministro de energía de una región.

La construcción de un parque eólico requiere de una gran inversión financiera inicial, que quizás no se recupere rápidamente. Quienes trabajan en este tipo de parques deben planificar su actividad comercial a largo plazo. Las enormes turbinas deben contar con un gran espacio abierto. Estas granjas generalmente se construyen sobre áreas rurales abiertas. Sin embargo, si esas áreas se desarrollan aún más, los terrenos donde se encuentran los parques eólicos tendrán más valor para la construcción de viviendas que para la producción de energía.

Las empresas que producen energía eólica desearían resolver el problema de lo imprevisible del suministro de este tipo de energía. Una forma de lograr esto: encontrar la manera de almacenar la electricidad adicional generada por los vientos más fuertes. Los investigadores de Estados Unidos están analizando diversas metodologías. En una de ellas, la energía adicional se utilizaría con el fin de crear el combustible para células de combustible del hidrógeno.

Otro método ha combinado el trabajo de quienes suministran energía eólica con el de quienes se encargan de la energía hidroeléctrica, ya que estos últimos pueden controlar la producción de energía. En las épocas de vientos más fuertes, la electricidad generada por el viento se utilizaría en reemplazo de la electricidad derivada de plantas hidroeléctricas. Cuando se calma el viento en el verano, se utilizaría más energía hidroeléctrica.

Los investigadores también están trabajando con una técnica que utiliza la electricidad adicional generada por el viento para crear aire presurizado. Este aire comprimido se almacenaría en cavernas

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