Politica En Medios Masivos

En cuanto a los debates, se pueden considerar como el elemento más importante, atractivo y eficaz de las campañas electorales actuales. Los programas conocidos como debates televisivos, normalmente pueden llegar a tener un gran impacto, por la gran difusión que reciben, despiertan tanto el interés del público, ya que animan el voto y pueden llegar a decidir unas elecciones. De esta forma los políticos presentan sus propuestas en vivo a la ciudadanía, y los electores tienen la oportunidad de valorarlas de manera más objetiva, y así nosotros poder crear nuestro propio juicio más apegado a la realidad sobre la capacidad y honestidad de los que pretenden ser nuestros representantes.

La televisión como medio masivo tiende a enfocar la política desde una perspectiva centrada en la lógica del consumo y el espectáculo. El filtro de espectacularidad que la cobertura televisiva aplica al mundo electoral y de la gestión pública genera en el sistema político una suerte de representación teatralizada de sus principales roles. El dirigente se convierte en un actor que cumple un papel. Sin embargo, la televisión ofrece a gobernantes y candidatos una proyección de su imagen tan masiva que resulta inigualable como recurso propagandístico y publicitario. Para ello cuenta con la capacidad de crear, como efectiva ficción, la existencia de una relación directa casi personal entre los líderes y la gente, entre los postulantes y los votantes. En verdad, el mayor beneficio que la televisión brinda a los actores políticos es su llegada simultánea a todos los grupos sociales y demográficos.

Además de ser el principal transmisor de información utilizado para llegar a los ciudadanos, la televisión es en sí misma una virtual productora de hechos políticos. Estos hechos son, en realidad acontecimientos de generación mediática y repercusión política. Por aplicación de su lógica del espectáculo, la televisión evalúa los acontecimientos políticos de acuerdo con parámetros de rating más que con criterios de calidad institucional. En consecuencia, la televisión privilegia la presencia en sus pantallas de individuos que sea por polémica o por diversión logran atraer a los espectadores, aún a sabiendas de que no representan el pensamiento mayoritario de la sociedad.

La divulgación por televisión de las campañas y puntos de vista de los partidos, ciertamente mejora la convivencia política y fortalece las convicciones democráticas, porque promueve en los ciudadanos conciencia de sus derechos y obligaciones relativos a la integración democrática del gobierno y los informa sobre cuestiones nacionales. Además, al margen de las opciones políticas y electorales que los ciudadanos tomen, se fortalece la unidad nacional en tanto se suscita la solidaridad para participar responsablemente en problema de interés general.

Para el gobierno es de gran importancia disponer de la octava parte del tiempo

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