Sociedad De La Información. Caso Cuba

Sociedad de la Información. Caso Cuba

Análisis de los avances sociales, científicos y educativos propiciados por las TIC’s en la isla caribeña

Por Lesmi Marín y Angélica Ocando. Punto Fijo, abril de 2012.

Introducción

Analizar la Sociedad de la Información de la República de Cuba conlleva describir las políticas públicas implementadas en esa nación caribeña y cómo se desarrollan las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) en la sociedad.

Este archipiélago, ubicado en América Central, y cuya capital es La Habana, tiene una superficie total de 110.860,6 kilómetros cuadrados, formada por la Isla de Cuba, (104.946 km2), la Isla de la Juventud, con 2.199,6 km2, y otros 4.195 cayos e isletas. Limita al Norte con el Estrecho de La Florida y el Canal de las Bahamas; al Oeste con la Península de Yucatán en México; al sur, se encuentra Jamaica y al Este, Haití.

Sus atractivos naturales y la estratégica ubicación geográfica la convierten en uno de los territorios más importantes del continente. Está dividida en 15 provincias, 168 municipios y un municipio especial: Isla de la Juventud. Y la población supera los 11 millones de habitantes.

Actualmente es gobernada por Raúl Castro, hermano y sucesor de Fidel Castro, quien comandó desde 1959. Ambos orientados por la corriente izquierdista y defensores de lo que catalogan como revolución. Entre sus instituciones más importantes destaca la Asamblea Nacional del Poder Popular. La Constitución Nacional advierte que el poder reside en el pueblo, ejercido directamente o por medio de las Asambleas del Poder, Popular conformadas por los delegados de cada comunidad.

En el siguiente texto se detallan estadísticas, el acceso a internet de los cubanos y los intentos del gobierno castrista por mejorar la conexión.

Uno de los temas intrínsecos a Cuba es el bloqueo económico que supera ya los 50 años. Se citan a medios de comunicación, personalidades y organizaciones que manifiestan abiertamente su repudio a esta medida estadounidense.

Asimismo se mencionan los avances científicos producidos en el territorio cubano con la aplicación de las nuevas tecnologías. Además de la relación de las TICs con la educación y la necesidad de éstas para potenciar los avances y esa forma aplicar nuevos conocimientos.

El turismo, una de las actividades económicas más resaltantes de la isla, también hace uso frecuente de las redes de información. Por lo que se presenta en esta investigación.

Finalmente se hace una mención especial a la cultura del blogger, en la que destaca la disidente cubana Yoani Sánchez y sus textos publicados en el espacio digital Generación Y.

Sociedad de la información y políticas públicas en Cuba

El concepto de sociedad de la información se refiere a las mutaciones societales ligadas a la revolución tecnológica que atraviesa, por primera vez, tanto nuestra idea como la realidad del mundo, pues no se trata sólo de lo que le sucede a la parte de la población conectada, sino, tanto o más, a la desconectada. (Barbero 2004).

Según la Oficina Nacional de Estadística (ONE) de la República de Cuba, en la isla, por cada mil habitantes sólo 64 tienen una computadora personal y 159 son usuarios de internet, es decir están online. El resto permanece alejado de los constantes cambios tecnológicos que suceden en el mundo. Tales datos fueron publicados en el documento Tecnología de la información y las comunicaciones en cifras. Cuba 2010, emitido por la ONE.

Otra estadística indica que de 11.087.330 habitantes, 1.605.000 son usuarios de internet. Mientras que el porcentaje de penetración es de 14,5. El segundo más bajo de América Latina, después de Nicaragua.

El libre acceso a la red de redes en la isla es un privilegio del que únicamente gozan académicos, diplomáticos, turistas, funcionarios gubernamentales y algunos estudiantes, a pesar de que en 2008 –mediante la resolución 43/08- el gobierno de Raúl Castro autorizó la compra y venta de computadoras, reproductores de DVD y otros electrodomésticos. Sin embargo, las limitaciones económicas aún impiden a los cubanos esta adquisición, debido a los precarios sueldos.

Uno de los programas impulsados por el Estado cubano es el Joven Club de Computación y Electrónica. Se trata de una red de centros tecnológicos establecida en 1987 con el objetivo de contribuir con la socialización de las tecnologías y la informatización de la sociedad. Actualmente existen 610 centros diseminados en cada uno los municipios del país. Todos ofrecen de manera gratuita una biblioteca digital, galería de videos y de imágenes, además de cursos a distancia. Pero éstos no tienen acceso a la web, sino a una intranet con contadas páginas del dominio .cu, debido a los “filtros ideológicos”, como son llamados por quienes adversan al gobierno.

La persistente restricción no tiene –según el régimen castrista- un trasfondo político, sino técnico. La velocidad de conexión a la red es lenta y costosa: la isla dispone de internet desde 1996 mediante un enlace por satélite, con un ancho de banda que le permite apenas 323 megabytes por segundo (mbps) de bajada y 209 de subida.

Con el fin de mejorar la calidad de la conexión, el gobierno cubano estableció una alianza con Venezuela el 27 de enero de 2007. El propósito del acuerdo es poner en funcionamiento un cable submarino de fibra óptica que conectaría a ambas naciones, con una inversión de 70 millones de dólares y una longitud de 1602 kilómetros. El 22 de enero de 2011 arrancó la extensión del cable desde el estado Vargas y tocó la isla 19 días después.

La promesa gubernamental indica que este mecanismo multiplicará 3000 veces la velocidad de transmisión de datos, imágenes y voz desde la isla.

No obstante, investigadores consideran que este proyecto de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA) es una utopía. En el análisis de Luis Carlos Díaz (2012), indica que los cables submarinos no son suficientes para mejorar el acceso a internet en la región “mucho menos para Venezuela que ha conectado un cable de fibra óptica con Cuba cuando su propio ancho de banda es uno de los tres más lentos en Latinoamérica, rondando 1 mbps”.

La afirmación de Díaz explica las críticas difundidas por Ray Walser y Marc Wachtenheim en la revista digital El ojo digital. Ambos aseguran que la revolución tecnológica ha pasado de largo en Cuba. Además advierten que el cable no ha tenido impacto en el aumento de la conectividad para la población.

Otro intento del gobierno castrista se materializó en marzo de 2012 con la inclusión de Cuba a la Organización de Telecomunicaciones

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