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Sudafrica - Política E Historia


Enviado por   •  12 de Mayo de 2014  •  1.408 Palabras (6 Páginas)  •  204 Visitas

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Política e historia

Los problemas actuales de Sudáfrica tienen raíces

históricas profundas. Aunque los asentamientos humanos

en el subcontinente se remontan a miles de años

atrás, el conflicto racial empezó con la llegada de los

holandeses al cabo de Buena Esperanza en 1652, cuando

la Compañía Holandesa de las Indias Orientales

estableció allí un enclave para reabastecer a las flotas

que viajaban de Holanda a los territorios colonizados en

el sur y el sudeste de Asia. Los primeros 150 años de

control de El Cabo por parte de la Compañía determinaron

algunas de las características más persistentes de

la sociedad colonial. La colonia se amplió con la llegada

de más colonos de origen holandés, francés y alemán

y se convirtió en una ruta comercial estratégica

cada vez más importante, con Holanda, Francia y Reino

Unido disputándose su control. La adquisición británica

de El Cabo en 1795 acentuó las divisiones entre

los colonos locales y los gobernantes metropolitanos y

amplió el abismo racial entre blancos y negros.

Desesperados por conseguir más tierras y ansiosos por

establecer sus propias comunidades lejos del dominio

británico, en 1830 los agricultores europeos de procedencia

holandesa (conocidos como bóers) se dirigieron

hacia el interior iniciando la “Gran Marcha”, ladeando

las poblaciones africanas más densas. Una vez en el

interior, los bóers formaron dos repúblicas: la República de Sudáfrica (también conocida como el Transvaal)

y el Estado Libre de Orange. Sin embargo, el

descubrimiento de diamantes en 1867 y oro en 1886

transformó de manera decisiva el panorama económico

y político del sur de África. La floreciente industria

mineral acentuó todavía más las divisiones entre británicos

y bóers, blancos y negros, ricos y pobres. Por primera

vez, Sudáfrica tenía un recurso enormemente valioso

que atraía importantes cantidades de capital extranjero

y migración a gran escala. En el Transvaal, la zona

con los yacimientos auríferos más ricos, la población

blanca se incrementó ocho veces, mientras que cientos

de miles de africanos buscaban trabajo año tras año en

las nuevas minas y en las áreas que experimentaban

una rápida industrialización y urbanización.

Las tensiones entre los británicos y los bóers alcanzaron

su punto culminante en las Guerras Anglo-Bóer

que estallaron entre 1899 y 1902, unas guerras cuyo

objetivo principal era el control del oro pero que dejaron

un gran número de personas desplazadas, una economía

en crisis y un legado de amargura entre los

protagonistas del conflicto. Una de las consecuencias

más importantes de éste fue que los británicos abandonaron

su retórica antibóer y proafricana de los tiempos

de guerra y negociaron una solución política a largo

plazo que permitiera a la comunidad blanca local tomar

las riendas de una Sudáfrica unida y autónoma.

En 1910, la Unión Sudafricana se convirtió en un

Estado independiente dentro del Imperio Británico,

donde los derechos políticos y de propiedad quedaban

ampliamente limitados a los blancos, sentando las

bases de la arquitectura del apartheid. Tras la unión

surgieron dos movimientos nacionalistas: uno era

racial y étnicamente exclusivista y el otro más dispar en

cuanto a miembros y objetivos. El movimiento nacionalista

afrikáner se creó alrededor del Partido Nacional

(NP) y atrajo a los afrikáners (los antiguos bóers), que

todavía estaban resentidos por los sufrimientos de la

guerra y frustrados por la pobreza endémica de sus

condiciones de vida. El movimiento nacionalista negro,

dirigido principalmente por el Congreso Nacional

Africano (ANC), se creó en 1912 para hacer frente a la

multitud de injusticias contra los africanos.

Los nacionalistas afrikáners se definían a sí mismos

como el pueblo elegido, cuyo destino era gobernar

Sudáfrica. Establecieron sus propias organizaciones

culturales y sociedades secretas y determinaron que

Sudáfrica debía gestionarse según los intereses de los

afrikáners, y no de los empresarios ingleses o los trabajadores

africanos. Entre 1920-1940, el movimiento

nacionalista afrikáner alcanzó una gran popularidad,

nutrido por los temores de la competencia negra por

los trabajos, la antipatía hacia los magnates mineros de

habla inglesa, la memoria del sufrimiento pasado y el

impacto de la Segunda Guerra Mundial, especialmente

la urbanización negra a gran escala. En 1948, con

el apoyo de una mayoría afrikáner (que representaba el

60% del electorado blanco), el NP ganó las elecciones con su plataforma apartheid. En lo sucesivo, Sudáfrica

estaría gobernada por un partido que pretendía configurar

una política gubernamental que favoreciera a los

blancos en general y a los afrikáners en particular.

Conforme a esta lógica, los africanos, los asiáticos y los

mestizos nunca podrían obtener la ciudadanía completa

ni participar plenamente en el proceso político.

Como resultado de ello, el movimiento nacionalista

negro se encontró cercado. Para los negros, la privación

de los derechos civiles significó que no pudieron

organizar un partido político efectivo, sino que tuvieron

que confiar en las apelaciones, delegaciones y peticiones

al Gobierno británico, solicitando un trato igual

ante la ley. Como Sudáfrica era ahora independiente,

les dijeron a los

...

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