Tecnologia De Rojas
Enviado por atalledo • 29 de Agosto de 2012 • 1.155 Palabras (5 Páginas) • 323 Visitas
Byron Rojas muestra su tecnología
Texto: Moisés Pinchevsky|
Los piqueros de las islas Galápagos son una hermosa maravilla de la fauna ecuatoriana. Y los pikeros de Byron Rojas son una muestra del intelecto y la dedicación de los nacidos en esta tierra. Esas aves despiertan la admiración de los turistas extranjeros. Los pikeros de Byron Rojas también han captado la atención internacional. Los piqueros de las islas Galápagos alzan el vuelo orgullosos bajo el cielo celeste del Archipiélago. Y los pikeros de Byron Rojas mueven diariamente por el aire millones de dólares en transacciones seguras realizadas en Venezuela a través de 600 centros hípicos donde se realizan apuestas “en línea” con los hipódromos, y en Ecuador por medio de 200 puntos de venta que autorizan pagos con tarjetas de crédito.
Dejemos que los simpáticos piqueros de las islas Galápagos sigan adornando los cielos del Archipiélago, pero hagamos aterrizar a los pikeros de Byron Rojas para conocerlos mejor. Según palabras de su inventor, “bauticé como pikeros a mis equipos de comunicaciones que pueden ser conectados a computadoras, puntos de venta, cajeros automáticos, medidores de energía eléctrica u otro aparato que maneje información para transmitirla de forma segura por la red celular a otro dispositivo electrónico”. Quizás podamos complementar esa explicación al comparar ese invento con el mostrado en la película estadounidense La Mosca (1986), en la que una cabina teletransportaba a un ser humano hacia otra cámara en un viaje que le costó la vida al desafortunado científico, porque al probar su invento consigo mismo fue fusionado a una mosca que por error lo acompañó en esa singular experiencia. El pikero es lo mismo, pero sin mosca. Y en lugar de teletransportar materia orgánica su propósito es transmitir datos de forma segura y sin ningún tipo de cambio. “Se imagina qué sucedería si en una transacción de tarjeta de crédito un bit (pulso eléctrico que transporta información) llegue con errores y eso provoque una variación en el monto; sería un caos”, explica Rojas, quiteño criado desde muy pequeño en la ciudad de Guayaquil.
¿Sí se puede?
La sombra del derrotismo a menudo acompaña a los ecuatorianos. Por eso caló tanto la frase del “¡Sí se puede!” entre los hinchas durante las anteriores eliminatorias de la selección nacional al mundial de fútbol. Pero mientras los fanáticos gritaban a rabiar el ¡sí se puede!, Rojas reflexionaba por el curioso hecho de que los ecuatorianos todavía debemos autoconvencernos de algo que para otras culturas es obvio: que ganar sí es posible. “No acepto que el Ecuador pierda en algo. Tenemos las mismas posibilidades para triunfar que cualquier otro país y el éxito puede acompañarnos en cualquier propósito que deseemos conseguir”, comenta este ingeniero electrónico graduado en la Espol que acepta que durante sus primeros dos años de universidad fue un alumno menos que regular, dedicado principalmente a su enamorada, los deportes y a tocar la guitarra. Pero eso cambió cuando su bajo promedio de calificaciones le impidió especializarse en Ingeniería en Computación, por lo que decidió que si mantenía ese descuido académico terminaría por arruinar su carrera profesional. “Incluso me echaron del rectorado cuando fui a insistir para que me dieran un cupo en esa especialidad”, recuerda Rojas como una anécdota difícil de enfrentar, pero que la vida le enseñó a superar cuando seis años después, ya graduado y trabajando en una empresa de servicios tecnológicos, se encontró con el mismo catedrático que lo había desalojado del rectorado. “Ese profesor casualmente solicitó asistencia técnica telefónica a la empresa donde trabajaba. Mi jefe me pidió que lo atendiera porque yo
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