Tecnología Agencia Internacional de Energía

La acelerada demanda de energía a nivel global, la rápida disminución de las

reservas de recursos energéticos convencionales, principalmente los de origen

fósil, así como la incidencia de variables políticas, económicas, tecnológicas y

ambientales, conforman un panorama energético no muy claro para el futuro, que

permite entrever la imposibilidad de atender la demanda energética mundial a

mediano y largo plazo, bajo lineamientos de sostenibilidad económica, social y

ambiental.

La Agencia Internacional de Energía –EIA1, en su estudio “International Energy

Outlook 2011” expone que, sin tener en cuenta la prospectiva legislativa o políticas

que puedan afectar el mercado energético, la demanda energética a nivel global

crecerá un 53% entre el año 2008 y el 2035. En general, la mayor tasa de

crecimiento ocurre en los países fuera de la Organización para la Cooperación y

Desarrollo Económico - OECD2, donde el uso de la energía crecerá en un 85%,

mientras que en las economías dentro de la OECD crecerá en un 18%. El

consumo mundial de energía crecerá desde 505 cuatrillones de Btu en el 2008

hasta 619 cuatrillones de Btu para el 2020, y 770 cuatrillones de Btu en el 2035.

Este contexto permite visualizar la necesidad de desarrollar e implementar nuevas

tecnologías para generar energía eléctrica, fuerza motriz y fuentes de calor, las

cuales sean económicamente viables, amigables con el medio ambiente y de bajo

impacto social; a la vez que permitan sostener un adecuado equilibrio entre oferta

y demanda de energía.

La implementación de la tecnología de Gasificación Integrada al Ciclo Combinado

- IGCC en una central termoeléctrica, puede ser una alternativa viable en

Colombia, tanto desde la perspectiva de crecimiento de la capacidad efectiva neta

de generación de electricidad, buscando un mayor nivel de flexibilidad,

confiabilidad, competitividad del sistema y mitigación de las emisiones de gases

de efecto invernadero, como para el reemplazo de centrales térmicas a base de

carbón que pudieran ser desmontadas en los próximos años debido al

agotamiento de su vida útil operativa, lo que resulta en altos costos de generación

y un alto impacto ambiental.

La tecnología IGCC permitiría lograr un aprovechamiento más sostenible del

recurso energético en términos económicos, sociales y ambientales, al poseer una

eficiencia de transformación superior que las centrales de generación de potencia

a base de carbón, actualmente instaladas en el país. De igual manera, al generar

electricidad mediante una tecnología más eficiente que las actualmente instaladas

en Colombia, se reduciría la emisión de

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