Tecnologías de la Información y de la Comunicación

Tecnologías de la Información y de la Comunicación

Profesora: Viviana J. Mercorillo

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Introducción:

A partir de la propuesta teórico-práctica de la Dra. Estela N. Muelas queda conviene recordar que no es lo mismo Técnica que Tecnología y no todos los autores tienen la misma opinión respecto de qué se entiende por Tecnología. Pero, se acordó utilizar la palabra tecnología como “el campo de los conocimientos que se ocupa tanto de inventar, diseñar y producir dispositivos como de definir los procedimientos y los medios –planificar su realización, operación y mantenimiento- para lograr un resultado deseado “(Jorge Grau, Módulo 1, FUNDEC)( esto por ejemplo, involucra enseñar a leer imágenes o sonidos).

Es indudable la importancia del avance tecnológico, en un mundo que demanda cada vez más versatibilidad de conocimientos predominantemente tecnológicos y mayor capacidad de resolución de problemas. Por ello, la gestión educativa de contenidos tecnológicos, en lo que atañe a los docentes, aparece como un requerimiento propio de la etapa que nos toca vivir. La innovación tecnológica en el ámbito educativo no es un tema en el cual la opinión de los intelectuales o especialistas sea homogénea. Sin duda, la mayoría de los pensadores estiman que es una realidad sumamente compleja. Esto no es mérito exclusivo de las características de la institución escuela, sino que a eso hay que agregar los componentes ideológicos, políticos, económicos, culturales y vinculares, éticos que entrecruzan el tejido social donde está inserta la escuela y donde se desarrollan estas nuevas tecnologías.

Es fundamental capacitar a los docentes en esta gestión y tomar conciencia de que brindar Educación Tecnológica significa enseñar a nuestros alumnos a” actuar como usuarios inteligentes o como consumidores críticos, de técnicas y productos tecnológicos” (Jorge Grau. Módulo1, FUNDEC), es decir, hacer una práctica social. Pedagógicamente, esto significa ayudar al alumno a mejorar la comprensión del entorno tecnológico para actuar racionalmente sobre él; reunir saber y saber hacer, en un solo proceso didáctico y prepararlo para el trabajo y/o estudios superiores.

Un docente hoy, debe – y uso un imperativo- porque no considero que sea opcional, incorporar las TIC’S para formar alumnos que participen de manera efectiva, eficaz, eficiente y relevante; enseñar a los alumnos a ubicarse en el contexto socio-económico, hoy “naturalmente” tecnológico, a describir por alternativas, a satisfacer necesidades y a enfocar los problemas con una perspectiva más tecnológica, que permita su posterior inserción en el mundo del trabajo o en la universidad, como ya expuse anteriormente. La escuela no puede garantizar que sus alumnos tengan un lugar en el mercado del empleo, pero el aporte puede ser la enseñanza con y de nuevas tecnologías para que se conviertan en aliadas para el desarrollo de procesos de integración social y comunitaria. Claro, no es tarea sencilla. Es un verdadero desafío.

Un docente actualizado sabrá que hacer tecnología incluye decisiones humanas fuertes, relativas a finalidades que van más allá de lo tecnológico. En este sentido, la tecnología es un componente esencial ya que la finalidad básica de la acción docente consiste en diseñar entornos en los que la riqueza de las interacciones- docente-alumno; alumnos entre sí; alumnos-contenido posibilite la apropiación del conocimiento, el aprendizaje significativo (constructivo).

Para ello, el docente debe poseer y accionar ciertas competencias para luego, promoverlas en sus alumnos :” capacidad para percibir nexos entre necesidades y recursos, entre recursos y procedimientos, y entre procedimientos y resultados; organizar situaciones: captar los componentes y las relaciones, e idear la configuración más satisfactoria en función de una meta; transformar ideas en procedimientos, desarrollos, aplicaciones concretas(pasar de la verbalización de una alternativa, a imaginar y concretar cursos de acción); perseverar en la búsqueda de resultados, generar argumentos y flexibilidad para modificarlos, generar estrategias personales de solución de situaciones reales; adquirir una actitud crítica y constructiva respecto de las soluciones; inventar, como percepción e identificación de problemas e imaginación para generar soluciones alternativas.” También, ciertas habilidades para: “utilizar herramientas, explorar y desentrañar dispositivos y artefactos, seguir secuencias de instrucciones, interpretar esquemas, diagramas, planos; representar gráficamente procesos y dispositivos, materializar ideas; crear procedimientos; construir o fabricar artefactos simples.” (Estela Muelas –Jorge Grau, Los mitos de la tecnología en la educación, FUNDEC)

Si se puede lograr todo, o parte, ya está por buen camino. Y se logra actuando, haciendo. Uno se hace en la práctica. Y entiendo, que desarrollar competencias nos permite mejor comunicación, y hoy, sabemos que los alumnos adquieren un contacto con la tecnología, casi inmediato , al nacer. En general, el mundo piensa hipertextualmente, a lo cual los docentes no estamos acostumbrados.

En una sociedad donde la cultura multimedial de la televisión e Internet son muy relevantes, una escuela todavía anclada en la cultura tradicional del libro deja fuera una parte importante de los marcos culturales en que se mueven los niños y adolescentes. Algunos analistas indican el peligro de saturación informativa, planteando nuevos desafíos a la

escuela. La sobre abundancia de información y sobre todo, de la información visual provocada por la televisión genera el riesgo de anestesia o indiferencia política y ética frente a sucesos que deberíamos conmovernos. Entonces, nos preguntaremos qué hace la escuela respecto a esta suposición. Creemos que la escuela debe asumir el compromiso de enseñar a seleccionar información, distinguir y utilizar distintas fuentes y medios, identificar la información confiable de la que no lo es, enseñar a leer, en definitiva, los signos de estos tiempos…

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