Telefonía móvil
Enviado por Lucia123gff • 20 de Mayo de 2014 • 1.941 Palabras (8 Páginas) • 156 Visitas
Trabajo de NTICx
Telefonía móvil
Índice mío
BLOQUE 3*
3.1 – Cambios el uso del teléfono móvil a partir de su popularización
3.2 - El nuevo lenguaje de los SMS
3.3 - Adicción/dependencia
3.4 - Testimonios y artículos periodísticos
Si bien podemos considerar al celular como una herramienta, tenemos que tener presente que hay pros y contras relacionados con su uso, y que esto depende de nosotros. Todo instrumento valioso, puede perder su razón de ser si se le da un mal uso:
La pregunta por los potenciales usos educativos de los celulares, y las experiencias innovadoras que desarrollan algunos docentes en este sentido, surgen a partir del uso generalizado de estos aparatos por parte de los chicos y adolescentes. En pocos años, el celular ha dejado de ser sólo el medio para que los padres puedan localizar a sus hijos; con los mensajes de textos (SMS), y su “oralidad escrita”, el celular se convirtió en una forma de comunicación entre pares.
3.1 – Cambios el uso del teléfono móvil a partir de su popularización
Cronología atravesada por las principales motivaciones por las que los adolescentes usan el celular, adaptándolo a sus necesidades e intereses.
Fines de los ‘90: “Mi mamá me llama”
El uso que los adolescentes hacían del celular en estos años solía limitarse a recibir llamadas, básicamente de sus padres, con el objetivo de localizarlos inmediatamente. Comunicarse entre pares era algo poco usual, ya que no todos los integrantes de su grupo de pares tenían un teléfono –esto tardaría 5 años en resolverse-.
Año 2000: Si sólo fuera un mensajero portátil
La posibilidad de intercambiar mensajes de texto comienza a ser vista, por sus potenciales usuarios, como un “ICQ portátil”, dada la convivencia de los adolescentes con la mensajería instantánea.
Año 2003, antes del boom: uso limitado y compartido con otro integrante de la familia
Por lo general, el uso del celular se limitaba a ciertas salidas nocturnas o durante el fin de semana. Al obstáculo tecnológico de contar con un equipo no apto, se sumaba la falta de interconexión entre distintos operadores y la poca cantidad de interlocutores posibles entre su grupo de pares. No obstante, los jóvenes mostraban gran receptividad a los SMS, aunque más no fuera para experimentar.
Año 2004, año del despegue: comienza el efecto de red
Para este entonces, las ventas de celulares crecieron notablemente, llegando a sectores que nunca antes habían podido acceder al servicio. Así, el celular dejó de ser visto como un elemento suntuario. A medida que el celular se iba propagando entre sus pares, los adolescentes comenzaron a utilizarlo más para socializar, ampliando su uso. La capacidad de enviar y recibir mensajes se convirtió en la principal atracción, siendo la voz un requisito paterno y casi accesorio. El uso de los mensajes de texto comienza a propagarse entre los pares “por contagio”.
Año 2005: objeto personal
En el último año, el celular en este segmento deja de ser percibido como un medio de comunicación complementario para ocupar cada vez más el lugar de un dispositivo personal. Los SMS quedan claramente establecidos como la forma de comunicación que define a este segmento -lo que más extrañarían si tuviesen que prescindir del celular-. Además, el celular se consolida como poli-funcional -la alarma cumple la función de despertador, el reloj del celular desplaza al de pulsera y los juegos y SMS ayuden a “matar el tiempo”-. La estética y accesorios de personalización cobran especial importancia, con lo cual el celular se convierte en un ícono adolescente, que reafirma la identificación y pertenencia con un grupo. Los jóvenes ya no se conforman con tener un móvil sino que buscan actualizarlo constantemente.
Así, esta generación de usuarios de SMS encuentra en el celular el dispositivo ideal para satisfacer sus necesidades de comunicación, pertenencia, personalización y privacidad. Los SMS tienen sus códigos, centrados en la función de contacto; por eso, el primer mensaje tiende a generar un diálogo con sus idas y vueltas, reciprocidad e inmediatez. A esto se suma que esta última tecnología se adecua perfectamente a la movilidad que caracteriza al adolescente. El celular es valorado porque brinda la ilusión de no perderse nada, de estar al alcance del grupo de pares, siempre disponible.
Asimismo, el uso del celular por parte de los más jóvenes convive con una dualidad: por una parte, su uso es alentado por sus padres que ven en él una herramienta de localización de sus hijos; mientras que para los adolescentes el celular es visto como algo que favorece su privacidad e independencia
3.2 - El nuevo lenguaje de los SMS
Existe una cierta preocupación respecto al uso que los jóvenes hacen del lenguaje chat, fundamentalmente fuera de su debido contexto. Sin necesidad de salir de Internet, sistemas de comunicación como los blogs, el correo electrónico o los foros, no requieren del dinamismo extremo de los chats ni sufren las limitaciones de los mensajes cortos, y aun así, muchos usuarios insisten en el uso de abreviaciones y errores tipográficos comúnmente aceptados en esos otros contextos.
El lenguaje SMS, consiste en acortar palabras, sustituir algunas de ellas por simple simbología o evitar ciertas preposiciones, utilizar los fonemas y demás. La principal causa es que el SMS individual se limita a 160 caracteres, si se sobrepasa ese límite, el mensaje individual pasa a ser múltiple, lógicamente multiplicándose el coste del envío. Por esa razón se procura reducir el número de caracteres, para que de un modo sencillo de entender, entre más texto o bien cueste menos.
A algunos analistas sociales les preocupa que estos mensajes, con su jerga ortográfica y sintáctica, lleven a que la juventud no sepa escribir bien.
3.3 - Adicción/dependencia
Los motivos que llevan al adolescente a adoptar nuevas tecnologías se deben en gran parte a que facilitan las necesidades de afiliación. Es así que a lo largo de los últimos diez años ha ido haciendo propio tanto al email como a la mensajería instantánea y la
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