Tópico seleccionado: Formación y tecnologías de la información

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Tópico seleccionado: Formación y tecnologías de la información

Desarrollo:

La evolución de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) ha impactado en todos los ámbitos de la sociedad provocando profundos cambios. La educación no está ajena a éstos y, como base de la formación del ciudadano, se ha visto inmersa en la discusión de qué es lo que se debe enseñar y cómo se aprende.

Vivimos en la  “Sociedad del Conocimiento”, con preponderantes rasgos característicos: el primero se refiere a la relevancia y el exceso de información, y el segundo a la omnipresencia de las TIC. La información se constituyó en la materia prima de todos los aspectos: sociales, culturales y económicos, es abundante, requiere de capacidades para gestionarla y tratarla. En segundo lugar, las TIC atraviesan todos los escenarios de la vida, por lo cual el ciudadano del siglo XXI no está ajeno a estas y debe aprender a utilizarlas, ya que demandan adquisición de competencias inherentes a su uso y manejo.

Para la satisfacción de estas demandas, los futuros ciudadanos deberán poseer nuevas habilidades. En este contexto no basta con reacomodar lo aprendido por el individuo, se requiere del desarrollo de nuevas competencias.

Teniendo en cuenta las necesidades a las que la educación debe superar, la formación continua surge hoy con renovada importancia, a pasado de ser una elección a una obligación para quienes deseen no solo mantenerse actualizados sino también competitivos en un mercado laboral cada vez más exigente.

En este contexto se plantea el siguiente interrogante:

¿El sistema educativo tiene la capacidad de brindar formaciones para actualizar las profesiones existentes y adecuarlas las nuevas demandas?

Si se tiene en cuenta la continua evolución de la sociedad y las TIC, parece que formar ciudadanos para el futuro no es posible, ya que siempre estarán en discordancia sus competencias con las que la sociedad les demande. Por lo tanto, la educación deberá encontrar la manera de enseñar al educando a que sea capaz de formarse continuamente, logrando así adecuarse a los desafíos de una sociedad cambiante. Esta nueva capacidad se denomina “aprender a aprender”.

Los cambios realizados en educación atentos a las demandas descriptas  anteriormente se tradujeron en políticas educativas aplicadas en diferentes países latinoamericanos, que apuntan a reestructurar las instituciones educativas desde la actualización de las currículas, así como también en la formación del profesorado.

Por su parte la proliferación de las TIC han logrado vencer ciertos obstáculos como el tiempo y el espacio en cuanto a la comunicación y el acceso a la información; sin embargo la llamada “brecha digital” surge a raíz de la diferencia entre los que pueden acceder y los que no a las tecnologías. Teniendo en cuenta estos factores, las políticas educativas han buscan acortar la brecha digital para lograr una educación “equitativa”.

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