Una mirada a la cultura desde la radio

Erika Gutiérrez Púlgarín

Investigación II

Una mirada a la cultura desde la radio

Si bien es cierto que la radio fue preferida durante mucho tiempo por su inmediatez y la facilidad de llegar a todas partes por su gran cobertura del espacio geográfico a través del espectro electromagnético, en pleno siglo XXI, año 2013, no se puede hablar de la radio tal como se concibió inicialmente en el siglo XIX, porque se deben tener en cuenta los adelantos tecnológicos,  la transformación de las necesidades y la evolución de las sociedades.

Para acortar grandes distancias y hacer posible una comunicación más cercana y efectiva detectando primeras necesidades desde la navegación, la radio fue evolucionando a través del cable submarino, el  telégrafo, el descubrimiento de las ondas hertzianas para lograr configurarse en lo que es y significa para nosotros hoy en día.

En primera instancia debo resaltar que las necesidades de los seres humanos después de las básicas (techo y comida)  han sido tan variadas,  que han llevado a idearse inventos muy útiles para la sociedad, pero a medida que agotamos las novedades, nuestras necesidades se crean a partir de necesidades pasadas satisfechas sólo parcialmente. Es allí donde surge una nueva configuración en la que una vez cumplidas las necesidades básicas como comida y techo, pasamos a otro tipo de necesidades que nos generan seguridad, confort y todo esto según Maslow^[1] nos lleva a la escala última de la pirámide de las necesidades, en la que hallamos la autorrealización personal. Durante el camino a escalar de estas necesidades, encontramos las posesiones y posiciones sociales.

Lo que comenzó como una necesidad de comunicación,  se fue transformando en una necesidad de perfeccionamiento de este medio o vehículo por medio del cual el mensaje ha sido movilizado hasta llegar a su destino. Indudablemente la radio se convirtió antes de la llegada de la televisión en el medio por excelencia de identificación cultural y afición a la tertulia tan común en nuestra vida cotidiana.

En este punto de familiarización de la sociedad con la frecuencia modulada y la amplitud modulada, la cultura experimenta transformaciones en los conglomerados sociales gracias a este artefacto que en muchos casos pasó a convertirse en un miembro más de la familia.

El lenguaje radiofónico

La radio llega en un momento pertinente abordando una cultura completamente oral, donde los relatos, la voz las reuniones familiares y de amigos cobraban más importancia que en la actualidad. No existían los distractores o artefactos de entretenimiento que tenemos actualmente como el computador, la televisión, los celulares etc.

En este punto se encuentran la cultura, la tecné^[2] o tecnología de la comunicación  con la sociedad,  establecen relaciones y hasta me atrevo a decir que los tres elementos anteriores se imbrican, instaurando una relación muy estrecha que produce modificaciones multilaterales. El cambio que da la sociedad a través del medio de comunicación radial, es de tal magnitud, que advierte cambios en las clases sociales, el comercio y genera grupos y subgrupos o lo que denomina…. como subculturas en torno a los contenidos que este medio emite..

Los medios de comunicación han arrojado teorías y paradigmas sustentados en minuciosos análisis que integran varias disciplinas de las ciencias sociales. Todas las teorías de la comunicación, son susceptibles de analizar aplicadas a la radio; pero me centraré en los estudios culturales que marcaron la ruptura del consumo mediático en clases sociales. Estos estudios permitieron observar los primeros gérmenes de rebelión en la relación de cultura y poder; rompe con la hegemonía de una cultura dominante y un pensamiento alienable para ser más flexible y dar paso a las numerosas prácticas culturales y de comunicación presentes en la sociedad.

Su principal gestor fue Richard Hoggart, profesor de literatura en la universidad de Birmingham y autor de “La cultura du pauvre” (1957). Las condiciones de la clase obrera en la década del 50 no eran las mejores, por lo tanto el obrero buscaba refugiarse en el entretenimiento, los  juegos y su vida íntima y familiar. Si bien la radio fue una novedad en las primeras décadas del siglo xx, pronto pasó a ser muy familiar para los hogares y para algunas personas hasta objetos de lujo.

Las conversaciones en la sala del hogar, junto a la cocina o al comedor eran amenizadas con el sonido de la radio que además de permitirnos la cercanía con otras voces que transmitían contenidos orales, también establecían el ambiente musical, convirtiéndose en el principal medio de esparcimiento para las personas.

Así como la radio emitía nuevos contenidos informativos y musicales, se fue generando una resignificación y una fragmentación de las identidades culturales, según la edad y el estrato social. Stuart hall sucesor de los postulados de Hoggart, advierte que existen tres procesos de decodificación del mensaje:

1. El modo hegemónico: El receptor recibe el mensaje tal cual como se le emite.
2. El modo negociado: Recibe el mensaje modificando en parte las significaciones establecidas.
3. El modo oposicional: Hace aparecer referencias a la codificación o contrariarlas^[3].

Hall dice “No hay razón para que un mensaje sea automáticamente  descodificado como fue codificado”

Hall no se equivocaría incluso en esta época respecto a su teoría de la descodificación y recepción de los mensajes. Actualmente son cada vez más ricos y variados los conceptos y pensamientos autónomos que cada ser humano maneja, teniendo en cuenta que fenómenos como la globalización^[4] los adelantos tecnológicos, la invisibilidad de las fronteras de la información y las herramientas audiovisuales y multimediales^[5]; han permitido ampliar la percepción de los seres humanos frente a los estímulos de los medios de comunicación y otras fuentes de entretenimiento que considero estímulos del medio ambiente.

El marco de referencia y la formación social han sido modificadas, ampliando el espectro de información contenida en cada persona, lo que sugiere y se supone que tiene más elementos para deconstruir el mensaje adaptarlo y emitir un nuevo contenido. Cabría apreciar que podríamos ser el resultado de muchos hipertextos que viajan a través del nano segundo, los satélites y la fibra óptica, pero que únicamente en el cerebro y la memoria personal y colectiva, el hipertexto transmuta convirtiendo la descodificación de hall en una nueva codificación, completando el ciclo comunicacional.

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