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Volquetes sobrecargados y sobre preciados


Enviado por   •  8 de Junio de 2021  •  Tarea  •  1.950 Palabras (8 Páginas)  •  99 Visitas

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Volquetes sobrecargados y sobre preciados

Después de la satisfacción que casi a todos nos produjo la recuperación del jeep municipal – con excepción del dueño del taller y del eventual dueño del vehículo-, con renovadas energías di mayor énfasis al análisis sobre el rubro de los activos fijos.

Al parecer constituía un latente riesgo, que actualmente se conoce como un hallazgo de una área critica, cuando de antemano se detecta una desviación o irregularidad a causa de debilidades del control interno. No podían desaparecer tan fácilmente los bienes municipales, sin que ningún funcionario o empleado haga algo por averiguar, reclamar o reportar las novedades, la ubicación o el destino de los mismos.

De los dos volquetes recientemente adquiridos por el Municipio, solamente uno era utilizado en la recolección de la basura de la población y en el acarreo de materiales. El otro, según me soplaron, estaba dedicado a otros menesteres que nada tenían que ver con las operaciones u obras municipales. Un concejal, había dispuesto su traslado a una finca bananera de su propiedad, imponiendo su autoridad y haciendo valer la bandería política de mayoría en el Concejo Municipal.

Mientras esto sucedía, en posesión de la información obtenida, hice las gestiones para que tal volqueta volviera al servicio de esa Municipalidad.

Revise las facturas de compra de aquellas volquetas. Al comparar los precios facturados con los del mercado, a leguas se veía que el pago efectuado estaba sobre facturado. Tome nota de la dirección del proveedor. Se localizaba en la encantadora ciudad de Cuenca y diligentemente me desplace a ella, con el fin de verificar y enterarme in situ de lo sucedido.

En la metrópoli de la monarquía, me entreviste con el proveedor de los vehículos del Municipio. Pedí que me explicara el hecho inexplicable del sobreprecio pagado, que se había desprendido luego de realizar deducía que el precio pagado por el Concejo era manifestante más alto que los que regían en el mercado.

El entrevistado, de manera cortes e inalterable, expuso en forma muy contundente que las facturas que le presente eran autenticas, pero que los precios de las volquetas vendidas al ilustre Municipio de Arenillas eran aun inferiores a los del mercado nacional. Lo sucedido, subrayo, es que la Comisión de Adquisición del Consejo Municipal, encargada de la selección y compra de los vehículos, fue la que en definitiva fijo el precio. Aceptado lo cual, el proveedor debía reconocer la diferencia, mediante el pago por concepto de “comisiones ocasionales” con lo que explicaba el sobreprecio pagado.

A continuación me exhibió los registros contables del negocio, en los que se asentaron los pagos a cada uno de los concejales, incluso el concejal líder de la bandería partidista dominante y a la vez usuario y beneficiario particular de uno de los volquetes sobre valorados. Este proveedor no se andaba por las ramas, fue directo a especificar a los autores intelectuales del robo perpetrado. Además, puso ante mis ojos las copias de los respectivos cheques nominativos, que correspondían al pago de las respectivas comisiones. Entonces reflexione del porque esos puestitos de elección “popular” son disputados con gran vehemencia y mucha plata.

Con las debidas gracias por la colaboración prestada me despedí del proveedor y retorne luego a Arenillas con rumbo directo hacia mi provisional residencia: aquella con divisiones de bahareque donde me alojaba, que debido a ello se podía escuchar el mínimo ruido o bullicio procedente de cualesquiera de las habitaciones contiguas.

Cansada y fatigado por el largo y penoso viaje concilie el sueño de inmediato. Ya en la madrugada empecé a oír ruidos extraños a los que se unía una delicada voz femenina que jadeante en crecimiento tono repetía una y otra vez: “…bueno mi hijito, bueno corazoncito… veras que no grito… veras que no griii…to  …!”. Al escuchar tales alaridos, por repetidas ocasiones me acerque a la puerta de mi habitación y con recelo la abrí para ubicar de donde mismo provenían tales lastimeras exclamaciones. De la misma manera habían procedido los demás forasteros alojados en la residencial.

Con mímicas y desde el pasillo señalaban la puerta exacta desde cuyo interior provenían los lamentos y gemidos. Esto se repitió una y otra vez, hasta cuando el propietario de propietario de la pensión, muy molesto por cierto, toco aquella puerta y pidió silencio en consideración del descanso que merecidamente teníamos sus huéspedes. Por fin una voz masculina respondió y ofrecía disculpas por el alboroto, dando a conocer que se encontraba alojada con su novia y en plena luna de miel.

La réplica del dueño fue inmediata. Le dijo: -no es la primera vez que se alojan novios en mi prestigioso hotel, pero nunca provocaron tamaño alboroto o quejidos que escuche, les botaría de patitas a la calle. Con la promesa de ya no se volvería a repetir lo sucedido, el novio cerró la puerta, al igual que las demás puertas de las habitaciones del hotel. No paso mucho tiempo, cuando de pronto se oyeron nuevas exclamaciones, pero esta vez provenían de una fuerte voz masculina e indudablemente provenían del flamante esposo que con una especie de suplica, no gemía, gritaba una y otra vez: … me muero, me… muero, me… mueee…ro por Dios…, me muero por Dios que rriiiii….co!.

Cualquiera persona podrá imaginar primeramente el susto causado por semejas alaridos, y luego nuestra reacción e hilaridad provocadas por el insólito proceder de esa par de novios oriundos del Cañar, que ellos si por Dios casi nos matan de la risa.

Comentando lo sucedido no hubo más remedio que salir al parque y continuar con las especulaciones consiguientes, hasta que aclaro el día.

Muy temprano y malanochado proseguí con la fiscalización. Para ello disponía de nuevas evidencias recolectadas en Cuenca. Los concejales comisionados habían cobrado jugosas comisiones al 100%  del valor real de las volquetas adquiridas. Seguramente habían confundido los términos: comisión de servicios en Cuenca, que en Cuenca cobraremos la comisión.

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