¿quién Dirige A Quién?

Hacia una Nueva Generación de Robots Domésticos

29 de Octubre de 2010.

Ya hay robots que barren, aspiran y friegan suelos. Pero hay otras tareas que los robots de esta clase no pueden realizar. Se trata de labores que son ordinarias pero que resultan un incordio, como ordenar un cuarto desordenado, montar una estantería de las que se venden desmontadas o llevarle algún utensilio a un familiar a quien le resulta dificultoso ir a recogerlo al cuarto donde está guardado. ¿Y si un nuevo robot pudiera ocuparse de estas tareas?

Ashutosh Saxena está trabajando para llevar esos robots del campo teórico a la realidad en hogares y oficinas. Él dirige el Laboratorio de Robótica Personal de la Universidad Cornell, el cual desarrolla software para robótica compleja de alto nivel. Entre los objetivos del laboratorio está el de programar robots que puedan adecentar una habitación desordenada, montar esa estantería, traer los objetos deseados de un cuarto a otro, y hasta cargar y descargar un lavavajillas, sin intervención humana alguna.

Uno de los mayores retos técnicos es dotar a los robots de la capacidad para aprender en entornos que no les resultan familiares. Una cosa es hacer que un robot haga cosas simples como agarrar un bolígrafo, moverlo 30 centímetros a la izquierda, y dejarlo caer dentro de un cajón abierto, y otra muy distinta es hacer que un robot deduzca cómo agarrar un objeto que no ha manipulado antes, o moverse por una habitación que nunca ha visto.

Saxena, quien dirige el grupo especializado en manipulación robótica de objetos en el proyecto STAIR (por las siglas en inglés de Stanford Artificial Intelligence Robot), en la Universidad de Stanford, ha investigado cómo hacer que los robots perciban información útil en entornos desordenados y desconocidos. Su trabajo también ha permitido que los robots estimen la profundidad a partir de una sola imagen.

Éste y otros avances en las habilidades de navegación y reconocimiento que deberá poseer todo robot que aspire a realizar las tareas cotidianas antes mencionadas, están siendo logrados poco a poco por el equipo de Saxena. La meta puede incluso que esté ya más cerca de lo que podría parecer. El propio Saxena es muy optimista al respecto: "Preveo que de aquí a entre 5 y 10 años, las personas podrán comprar un robot asistente que tendrá un precio parecido al de un automóvil o que incluso será más barato que éste".

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