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ÁSICO – LENGUAJE Y COMUNICACIÓN


Enviado por   •  8 de Agosto de 2013  •  Examen  •  2.137 Palabras (9 Páginas)  •  326 Visitas

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ENSAYO SIMCE N°2

6° BÁSICO – LENGUAJE Y COMUNICACIÓN

Instrucciones: Ennegrece la opción de respuesta en la hoja de respuesta.

No rayes esa hoja, sólo la hoja de respuesta.

Una vez terminado el ensayo, revisa que hayas respondido bien.

Asegúrate de haber marcado bien las alternativas en la hoja de respuesta.

La casa iluminada

(fragmento)

“La Señora Luciérnaga tenía buena situación: vivía en una acogedora casa, en la grieta del tronco de un roble. Era una casa muy iluminada gracias al farol que poseía su dueña. Durante la noche, siempre parecía estar de fiesta; pero con los años y la comodidad, la Luciérnaga se puso egoísta y algo avara. Sus amigos pertenecían a la sociedad de los bichos finos.

Una noche muy oscura y fría, unos débiles golpes sonaron en la puerta de la Luciérnaga. Al oír el llamado, la dueña de la casa se molestó. Los golpes insistieron más fuertes, lo que hizo pensar a nuestra amiga que podría ser alguien poderoso, tal vez el Ciervo Volante. Acudió a abrir con su farol en alto y se encontró con un Escarabajo negro, con aspecto de vagabundo.

—¿Qué se le ofrece a estas horas?— preguntó la dueña con frialdad.

—Alojamiento, señora. Hace frío y…—

La Luciérnaga trató de cerrar; pero el Escarabajo alargó una pata, impidiendo que lo hiciera. En ese momento sucedió algo inesperado y espantoso: el Escarabajo apagó la luz de la Luciérnaga y la noche invadió su casa. Sin comprender lo que había pasado, la pobre daba manotazos en el aire; a tropezones, cerró la puerta y recién comprendió lo ocurrido.

—¿Cómo pudo apagarse mi farol?— se preguntaba— su luz debía alumbrarme toda la vida, era un fuego que nacía de mi corazón. ¿Cómo podré vivir en la oscuridad? La Luciérnaga se apresuró a cerrar las cortinas, preguntándose qué había hecho para merecer un desastre así. Lo que más le dolía era pensar en lo que dirían sus amigos.

La Luciérnaga comenzó a sufrir, encerrada en su casa: era un ser oscuro como todos. Esta situación la obligó a abrir la ventana y hasta las puertas, para poder hacer los quehaceres de la casa. Así pasó el tiempo y poco a poco empezaron a visitarla grillos, gusanos y polillas; no venían por su luz, de eso estaba segura. Conoció la verdadera amistad; su corazón fue cambiando, se le abrieron ventanas y puertas invisibles”.

Alicia Morel. En Cuentos de príncipes y garzas. Ediciones SM.

1.- ¿Cuál de las siguientes alternativas responde a las características de la casa de la Luciérnaga?

a) Tronco de nogal, oscura y triste.

b) Tronco de roble, iluminada y acogedora.

c) Tronco de roble, oscura y acogedora.

d) Tronco de araucaria, opaca y acogedora.

2.- En un principio, ¿cuáles eran los amigos de la Luciérnaga?

a) Todos los bichos del bosque.

b) Todos los amigos luciérnaga que ella conocía.

c) La sociedad de los bichos finos.

d) No tenía amigos.

3.- ¿Por qué el Escarabajo negro golpeó la puerta de la Luciérnaga en medio de la noche?

a) Porque era alguien muy poderoso que hacía lo que quería.

b) Porque era uno de los amigos finos de la Luciérnaga.

c) Porque se sintió atraído por la luz del farol de la Luciérnaga.

d) Porque quería conversar con alguien en esa oscura y fría noche.

e) Porque era un vagabundo que buscaba alojamiento por la noche.

4.- ¿Cuál fue la reacción de la Luciérnaga frente al Escarabajo negro?

a) De rechazo y molestia al comprender que era un bicho pobre y feo.

b) De alegría al ver que era uno de sus amigos finos.

c) De amargura al ver el triste estado del vagabundo.

d) De felicidad porque alguien la venía a ver.

5.- En un primer momento, ¿qué fue lo que más le dolió a la Luciérnaga cuando su farol se apagó?

a) La insoportable oscuridad en la cual tendría que vivir.

b) La tristeza que todos sus amigos del bosque tendrán al verla sola y desamparada.

c) Lo costoso que resulta comprar otro farol.

d) Pensar en lo que dirían sus amigos de la sociedad de los bichos finos.

Violeta, la lora poeta

(Fragmentos)

Eran las ocho de la mañana y Violeta, la lora poeta, tenía una larga jornada de trabajo por delante. Dentro de poco celebrarían el Día del Perejil y ella era la encargada del discurso principal. A la pasada miró hacia el río, justo cuando el sapo se lanzaba de cabeza. La inspiración le vino de golpe, y gritó:

De un piquero te lanzaste, y tus dos patas yo vi

largas, verdes, pataleando bajo el agua tipití.

—Gracias— dijo el sapo, emocionado.

—Es sólo la inspiración— respondió ella. Y siguió corriendo hasta el lugar de la reunión. Subió de un salto a la tarima y su voz llenó el bosque. Los aplausos atronaron el lugar. Violeta, la lora poeta, saludó con un discreto ademán de su ala, y partió rápidamente. Tenía que visitar a la lagartija recién nacida. ¡Su inspiración brotaba a raudales con sólo respirar! Se echó a correr. Aún tenía que hacer un par de cositas: entretener a las lechuzas del Jardín Infantil, animar con un verso el atardecer, y algo más que no recordaba todavía. Y, zas, que se quedó dormida. Violeta, la lora poeta estaba rendida. Era la primera vez que le sucedía algo así. De pronto, un vapor rosado empezó a fluir muy suave entre los párpados: siguió saliendo y la imagen de un hada terminó de aparecer. Miró a Violeta y murmuró con voz cansada:

—Cuando despiertes ya no estaré—. La Inspiración de Violeta, la lora poeta, había escapado hacia un lugar a la orilla del cielo, donde vive la Reina de la Poesía y gobierna allí a todas las inspiraciones de los poetas.

—¿Qué sucede? ¿Por qué huiste?— preguntó la reina. La recién llegada se dejó caer al suelo y respondió con voz débil:

¿No ves mi cara de sueño? ¿No ves que estoy muy cansada?

¡Violeta me hace pensar de noche y de madrugada!

Malgasta la poesía, ¡cómo suela de zapato!

La poesía es para el amor y para cantarle a la vida.

¡No para hacerle discursos al primero que los pida...!

La reina escuchaba en silencio. Hasta que dictaminó: descansa, querida; quédate aquí por un tiempo. Y, apenas allá arriba la Inspiración se acomodaba en una nube, la lora despertaba de un salto en el bosque. Violeta, la lora poeta, estaba muda. Ese día comenzó la tragedia. El bosque había perdido a su poeta. Todos dejaron de sonreír. Ya no se interesaban en celebrar ningún

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