2 Jóvenes enamorados

Esta es la historia de 2 jóvenes enamorados, él tenía 28 y ella 24, él era alto y ella chiquitita, él era un escritor, ella maestra de inglés.

Vivían en un pueblito en un valle rodeado de montañas. Ellos se casaron para alegría de todo el pueblo y se mudaron a una casa a las afueras de un bosque. Él solía escribir por las noches en una máquina de escribir vieja que su papá le había heredado, ella amaba verlo escribir cada noche y él amaba verla mientras se peinaba su cabello rizado cada noche antes de dormir.

Y vivieron allí durante todos los días de un invierno, un verano, una primavera y un otoño, disfrutando mucho de estar juntos. Cuando el día del primer aniversario se acercaba, ella sintió que debía hacer algo para demostrarle a él su profundo amor. Pensó hacerle un regalo. Un libro nuevo relacionaría todo con el trabajo, pensó ella; una máquina de escribir nueva tampoco era buena idea pues él no sería capaz de abandonar el legado de su padre; una comida no era suficiente agasajo...

Decidió bajar al pueblo para ver qué podía encontrar allí y empezó a caminar por las calles. Sin embargo, por mucho que caminara no encontraba nada que fuera tan importante y que ella pudiera comprar con las monedas que, semanas antes, había ido guardando de los vueltos de las compras los días antes de la fecha del aniversario.

Al pasar por una joyería, la única del pueblo, vio un adorno de oro expuesto en la vidriera. Entonces se maravilló al ver que era un adorno de oro para una máquina de escribir antigua y pensó que era un regalo que él consideraría valioso.

Ella pensó: "Que maravilloso regalo sería este adorno de oro." Entró a preguntar cuánto valía y, ante la respuesta, una angustia la tomó por sorpresa. Era mucho más dinero del que ella había imaginado, mucho más de lo que ella había podido juntar. Hubiera tenido que esperar tres aniversarios más para poder comprárselo. Pero ella no podía esperar tanto.

Salió del pueblo un poco triste, pensando qué hacer para conseguir el dinero necesario para esto. Entonces pensó en trabajar horas extra o buscar otro trabajo además de enseñar inglés, pero no sabía cómo; y pensó y pensó, hasta que, al pasar por la única peluquería del pueblo, se encontró con un cartel que decía: "Se compra pelo natural". Y como ella tenía ese pelo rizado que a él tanto enamoraba, que no se había cortado desde hacía algunos años, no tardó en entrar a preguntar.

El dinero que le ofrecían alcanzaba para comprar el adorno de oro y todavía sobraba para más. No dudó. Le dijo a la peluquera:

- "Si dentro de tres días regreso para venderle mi pelo, ¿usted me lo compraría?"

- "Seguro", fue la respuesta.

- "Entonces en tres días estaré aquí."

Regresó a la joyería, dejó reservado el adorno y volvió a su casa. No dijo nada.

El día del aniversario, ellos dos se abrazaron, se besaron y sonrieron mucho más que de costumbre. Luego, él se fue a trabajar y ella bajó al pueblo a trabajar y luego pasar por la peluquería.

Se hizo cortar el pelo bien corto y, luego de tomar el dinero, se dirigió a la joyería. Compró allí el adorno de oro. Cuando llegó a su casa, cocinó y esperó el momento en que él solía regresar.

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