ACTIVIDAD DE APLICACIÓN “LOS HIJOS DE SANCHEZ”

4.- ACTIVIDAD DE APLICACIÓN  “LOS HIJOS DE SANCHEZ”

              (ELABORA UN ENSAYO DE TAN SOLO LA INTRODUCCION DE LA NOVELA

        DE OSCAR LEWIS)

Este libro habla de una familia pobre de la Cd. De México: Jesús Sánchez y sus 4 hijos. En este libro se muestra la vida de esta familia dese adentro, lo que significa crecer en un hogar de una sola habitación en un barrio que atraviesa por un proceso de rápido cambio social y económico.

Los sociólogos, han descuidado a los pobres. En la actualidad, aun la mayor parte de los novelistas están tan ocupados sondeando el alma de la clase media que han perdido el contacto con los problemas de la pobreza y con las realidades de un mundo que cambia. Como ha dicho recientemente C. P. Snow: “A veces temo que la gente de los países ricos haya olvidado a tal punto lo que quiere decir ser pobre que ya no podemos sentir o conversar con los menos afortunados. Debemos aprender a hacerlo”.

El antropólogo que estudia el modo de vida en esta clase ha llegado a ser, el estudiante y el vocero de lo que el autor llama cultura de la pobreza.

Si bien, para los que piensan que no los pobres no tienen cultura les parecerá contradictorio el concepto de una cultura de la pobreza. La intención del autor no es darle a la pobreza una cierta dignidad ni posición. Cultura significa un patrón de vida que pasa de generación en generación. El autor quiere atraer la atención hacia el hecho de que la pobreza en no es sólo un estado de privación económica, de desorganización, o de ausencia de algo sino que también tiene una estructura, una disposición razonada y mecanismos de defensa sin los cuales los pobres difícilmente podrían seguir adelante, es un sistema de vida estable que pasa de generación en generación

La cultura de la pobreza no es sinónimo de clase trabajadora, proletariado o campesinado, conglomerados que varían mucho en cuanto a situación económica en el mundo. La cultura de la pobreza sólo aplicara a la gente que está en el fondo socioeconómico, los trabajadores más pobres, los campesinos más pobres, los cultivadores de plantaciones, etc.

En México la cultura de la pobreza incluye por lo menos una tercera parte. Esta población se caracteriza por una tasa de mortalidad más alta, una expectativa de vida menor, una proporción mayor de individuos en los grupos de edad más jóvenes y, debido al trabajo infantil y femenil, por una proporción más alta en la fuerza trabajadora.

Lo que caracteriza a la cultura de la pobreza en rasgos económicos incluye la lucha constante por la vida, bajos salarios, trabajo infantil, ausencia de ahorros y de reservas alimenticias en casa, se hacen compras frecuentes de cantidades pequeñas de alimento muchas veces al día conforme se van necesitando, pedir dinero prestado, uso de ropa y muebles de segunda mano entre otras cosas.

Algunas de las características sociales y psicológicas incluyen el vivir incómodos y apretados, falta de vida privada,   una alta incidencia de alcoholismo, uso frecuente de la violencia física en la formación de los niños, el golpear a la esposa, temprana iniciación en la vida sexual, uniones libres o matrimonios no legalizados, una incidencia relativamente alta de abandono de madres e hijos, una tendencia hacia las familias centradas en la madre y un conocimiento mucho más amplio de los parientes maternales, ideal que raras veces se alcanza, un sentimiento de resignación y de fatalismo basado en las realidades de la difícil situación de su vida.

Algunos de estos rasgos no se limitan a la cultura de la pobreza, también se encuentran en las clases medias y superiores. El autor quiere distinguir claramente entre el empobrecimiento Y la cultura de la pobreza. No todos los pobres viven ni desarrollan necesariamente una cultura de la pobreza.

Los que forman parte de la cultura de la pobreza se sienten marginados, abandonados, dependientes, que no pertenecen a nada, inferiores y desvalorados por sí mismos.

Al autor, Oscar Lewis, le gustaría rechazar la tendencia de algunos estudios a identificar a la clase humilde casi exclusivamente con el vicio, el crimen y la delincuencia juvenil, como si la mayoría de los pobres fueran ladrones, mendigos, rufianes, asesinos o prostitutas. En México, la mayoría de los pobres le parecen seres humanos decentes, justos, valerosos y susceptibles de despertar afecto. Cree que fue el novelista Fielding el que escribió: “Los sufrimientos de los pobres son en realidad menos advertidos que sus malas acciones”.

Algunos consideran a los pobres virtuosos, justos, serenos, independientes, honestos, seguros, bondadosos, simples y felices mientras que otros los ven malos, maliciosos, violentos, sórdidos y criminales.

El autor de este libro utilizo una grabadora de cinta para registrar las historias que aparecen en este libro. Con ayuda de la grabadora, las personas sin preparación, ineducadas y hasta analfabetas pueden hablar de sí mismas y referir sus observaciones y experiencias en una forma sin inhibiciones, espontánea y natural. Las historias de Jesús Sánchez y sus 4 hijos  tienen una simplicidad, una sinceridad y la naturaleza directa características de la lengua hablada, de la literatura oral, en contraste con la literatura escrita. A pesar de su falta de preparación formal, estos jóvenes se expresan notablemente bien, especialmente Consuelo, que en ocasiones alcanza alturas poéticas. Aunque presas de sus problemas irresolutos y de sus confusiones, han podido transmitirnos de sí mismos lo suficiente para que nos sea permitido ver sus vidas desde adentro y para permitirnos enterarnos de sus posibilidades y de sus talentos desperdiciados.

Las historias que aparecen en este libro revelan un mundo de violencia y de muerte, de sufrimientos y privaciones, de infidelidades y de hogares deshechos, de delincuencia, corrupción y brutalidad policiaca, así como de la crueldad que los pobres ejercen con los de su clase. Estas historias también revelan una intensidad de sentimientos y de calor humano, un fuerte sentido de individualidad, una capacidad de gozo, una esperanza de disfrutar una vida mejor, un deseo de comprender y de amar, una buena disposición para compartir lo poco que poseen, y el valor de seguir adelante frente a muchos problemas no resueltos.

En 1956 Lewis encontró a Jesús Sánchez y a sus hijos mientras realizaba un estudio en Bella Vista. Jesús había vivido ahí por más de 20 años, la madre de sus hijos había fallecido en 1936. La hermana mayor de ésta vivía en una vecindad de Magnolia, los hijos de Sánchez la visitaban con frecuencia  y utilizaban su casa como refugio en tiempos difíciles.

Ambas vecindades (Bella Vista y Magnolia) están cerca del centro de la ciudad, ambas en una zona pobre de la ciudad. La mayor parte de la gente vive en hileras de casas compuestas por una sola habitación, que dan frente a patios interiores, ocultos a la vista de la calle por establecimientos comerciales o por las paredes de la vecindad.

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