ALGUNOS FACTORES PARA LOGRAR LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD

México es uno de los países más diversos y desiguales en su sociedad, en una misma institución educativa podemos encontrar niños con un nivel socioeconómico distinto, de religiones variadas, de etnias y de tradiciones distintas, con una forma de aprender diferente y con marcos de referencia tan plurales que pueden llegar a convertirse en un obstáculo para el proceso de aprendizaje y enseñanza si no se cuenta con la preparación adecuada para abordarlos de manera positiva en las aulas de educación básica primaria.

No hay un grupo homogéneo ni se pretende que así lo sea. Atender a la diversidad sociocultural del país es una de las urgencias de nuestro sistema educativo nacional.

Considerando que la educación es un derecho no un privilegio, las instituciones educativas, sobre todo en el nivel básico que es donde se encuentran las bases para un mejor futuro de los ciudadanos, requieren de ver la diversidad no como un obstáculo, sino como un área de oportunidad para diversificar las tareas de enseñanza y aprendizaje que hagan que todos aprendan de todos.

Lo anterior nos lleva a una serie de cuestionamientos que trataré de dilucidar en el transcurso del presente ensayo:

1. ¿Está el docente de educación básica lo suficientemente profesionalizado para abordar en sus aulas la atención a la diversidad?

2. ¿El proceso de evaluación inicial que se da en las aulas permite identificar las necesidades de aprendizaje de cada uno de los discentes?

3. ¿Cuenta la institución educativa con los elementos de organización de personal necesarios para atender la diversidad de sus beneficiarios?

4. ¿El contexto social es un factor que permite la inclusión de los niños en la escuela para desarrollar armónicamente las potencialidades?

A manera de análisis de las interrogantes se aclara que se hará en relación con la experiencia profesional y las instituciones educativas en el cuales me he desarrollado durante quince años y que me ha dado los elementos necesarios para hacer el análisis de los mismos desde mi marco de referencia.

En relación al primer cuestionamiento, he de decir que muchas de las deficiencias en la atención de los niños está en la preparación que los docentes de las escuelas de educación primaria llegan a tener; son pocos los maestros que tienen la actitud para profesionalizarse y para hacer investigación sobre los estilos de aprendizaje, las inteligencias múltiples, las habilidades de sus estudiantes y el contexto de los estudiantes, por lo que no realizan un diagnóstico completo de las potencialidades de los alumnos o de las dificultades que presentan.

Si bien es cierto que se crearon los Centros de Maestros y se ofertaron una serie de cursos talleres y diplomados para capacitar y actualizar a los docentes, las temáticas que se desarrollaron estaban más destinadas a ofrecer herramientas didácticas en relación con el desarrollo de las asignaturas procedimentales (español y matemáticas) y la atención a la diversidad y la inclusión fueron dejadas de lado en las temáticas.

Los docentes que se profesionalizan por cuenta propia haciendo una especialización o una maestría son muy pocos, por lo que es difícil que su actuar impacte en la organización de los centros escolares de manera lo suficientemente fuerte como para cambiar las dinámicas de los mismos, máxime si los directivos no tienen la preparación o la visión adecuada sobre el tema.

Otro de los problemas que se presentan en las escuelas es la inadecuada evaluación diagnóstica, regularmente se utiliza un examen para determinar lo que los alumnos saben o no y sobre él se desarrollan una serie de acciones sólo para emitir un número. No se utiliza la información como elemento de partida para hacer cambios en los procesos de enseñanza y aprendizaje.

No hay una elaboración de algún proyecto de intervención instruccional sobre la base de una evaluación holista inicial, eso dificulta que la atención a la diversidad no se dé en las aulas; la escuela realiza el Plan Anual de Transformación (PAT) sobre bases ilusorias, no se aplican instrumentos que den confiabilidad a lo que se plasma en el mismo.

Quienes realizan el PAT son normalmente el director en coordinación con la subdirección académica, raramente se consulta a los docentes de grupo sobre las necesidades de formación de los estudiantes o sobre las formas en que se puede hacer un mejor trabajo colaborativo al interior del cuerpo académico.

El seguimiento a las actividades no se da de forma sistemática, se deja de lado este paso tan importante para mejorar lo que se hace en las aulas; cabe destacar que no todo es malo, hay intentos de sistematizar experiencias exitosas, lamentablemente estos son aislados.

Con el establecimiento del nuevo modelo de enseñanza por competencias, el docente requiere contar con los conocimientos adecuados para elaborar y aplicar en los tiempos correctos las técnicas e instrumentos que permitan valorar todos los ámbitos de las mismas, las actitudes y valores, los conocimientos y los procedimientos. La capacitación en este aspecto apenas está iniciando y a pesar de ello, quienes están a cargo de impartir los cursos y talleres, no cuentan con la profesionalización al respecto.

Eso se convierte en un círculo “vicioso” más que virtuoso, porque al momento de estar evaluando una parte de la competencia no se hace con la técnica adecuada

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